Estudios científicos realizados tanto por la Universidad de Guadalajara como por la propia empresa CanSinoBio recomiendan que se debe aplicar, en un plazo no mayor a seis meses a partir de la fecha en que se recibió la vacuna contra COVID-19, una segunda dosis para incrementar las tasas de inmunización sobre todo entre las personas que no se han contagiado de la enfermedad.
Sin embargo, para el Gobierno Federal no existe evidencia científica que pruebe que esta segunda dosis sea necesaria; así que no preven aplicar una segunda dosis al personal educativo del país que ya recibió esta vacuna y que, en su mayoría, regresará a las aulas el próximo 30 de agosto.
Por Darwin Franco / @DarwinFranco
Investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG) adscritos a la Sala de Situación de Salud por COVID-19, presentaron el pasado 11 de agosto los resultados de un estudio científico donde se recomienda aplicar al personal del sector educativo del país, una segunda dosis de la vacuna de origen chino CanSino, pues esta segunda dosis ayudaría a incrementar las tasas de inmunización de los docentes y personal que han recibido este biológico, preferentemente entre quienes no se han contagiado de la enfermedad.
El estudio que se realizó con 346 integrantes de la UdeG (229 sin COVID-19 previo y 117 con COVID-19 previo), vacunados en abril y mayo de este año, reflejó que todas las personas participantes que habían tenido COVID-19 generaron niveles de anticuerpos neutralizantes por arriba de 90%, esto 21 días después de recibir la vacuna; mientras que 93% de quienes no habían enfermado lograron desarrollar estos anticuerpos en niveles de 70 o 90%, lo cual ya les brinda una protección adecuada de cara a un posible contagio, pero no la suficiente.
Al respecto, el doctor Jorge Hernández Bello, investigador del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), apuntó una segunda dosis de CanSino es necesaria porque:
“Cuando comparamos el porcentaje de neutralización de alguien vacunado que ya había tenido la infección, vemos que se eleva cercano a 100 por ciento, un nivel óptimo de neutralización de anticuerpos, y esto nos indica que seguramente se necesita una segunda dosis de la vacuna para poder alcanzar estos niveles de 95 a 98 por ciento; mientras que quienes se vacunaron con CanSino y no habían padecido COVID-19 tienen niveles similares de inmunización a quien se vacunó con una sola dosis de Pfizer”.
Con datos de la Secretaría de Salud, hasta el 1 de junio de 2021, en el país se habían aplicado 14.9 millones de dosis de vacunas de Pfizer; 12.2 millones de Astra Zéneca; 7 millones de Sinovac; 4.6 millones de CanSino y 2.4 millones de Sputnik.
De estas vacunas aplicadas en México, CanSino es la única que no ha sido avalada plenamente por la Organización Mundial de Salud; la razón es que -al igual que Sinovac, aunque ésta ya recibió un certificado para uso de emergencia- ha tardado en publicar ensayos clínicos de Fase III en revistas especializadas y reconocidas, lo cual permitiría que otras y otros especialistas pudieran analizar sus resultados para probar su eficacia contra la COVID-19.
En México, la vacuna CanSino se aplicó principalmente entre el sector educativo para garantizar al personal académico y administrativo un seguro regreso a clases; sin embargo, el anuncio de la propia empresa china sobre la necesidad de una segunda dosis ha generado dudas y preocupación entre quienes volverán a las aulas, el próximo 30 de agosto.
En el estudio realizado con personal de la UdeG, además informó que uno de sus resultados fue que la presencia de anticuerpos contra el Adenovirus 5 fue baja, pero esto no influye en la capacidad de generar anticuerpos neutralizantes protectores contra la enfermedad; aunque recalcaron que aunque deben tomarse con prudencia estos resultados, sí consideran importante potencializar la generación de anticuerpos neutralizantes protectores para COVID-19, sobre todo en aquellas personas que recibieron la vacuna y no han sido infectadas por el SARS-CoV-2.
Por su parte, el doctor Adolfo Hernández Garduño, vocero de CansinoBio en México, en entrevista con Conecta, afirmó que “una sola dosis es eficaz y segura”; sin embargo, los estudios que han realizado señalan que luego de seis meses de la primera aplicación es conveniente realizar un refuerzo, esto porque luego de ese tiempo su eficacia puede bajar entre el 65 y 50%. Niveles muy inferiores a los que reportó el estudio de la Universidad de Guadalajara.
Sobre la base de estos resultados, aseguró que la empresa china ya envío un artículo con información parcial para su validación y eventual publicación a las revistas del grupo The Lancet, aunque no saben cuándo serán publicados sus estudios.
Mediante un comunicado, CanSinoBio México hizo de conocimiento público la necesidad de dar una segunda dosis de su vacuna; sin embargo, aclaró que si bien entregó los resultados científicos de su estudio a la Cofepris, “no han realizado de manera formal una solicitud para autorizar esta segunda dosis entre quienes ya recibieron la primera”, esto pese a que señalaron que de hacerlo se multiplicaría por ocho los niveles de anticuerpos neutralizantes.
“Estamos notificando los resultados, pero es muy diferente reportar y comunicar a hacer un proceso regulatorio, que es mucho más complejor. No hemos iniciado en Cofepris, ningún trámite”, precisó HernándeZ Garduño.
Gobierno federal, sólo ve negocio de las farmacéuticas
“Las farmacéuticas quieren que se consuman más vacunas y nosotros tenemos que tener las vacunas necesarias y definir una política de protección a la gente, no una política mercantil o comercial”, fueron las palabras que empleó el Presidente, Andrés Manuel López Obrador, al ser cuestionado en su conferencia matutina sobre el comunicado de la empresa CanSino.
Por su parte, el subsecretario de salud, Hugo López-Gatell, precisó que pese a que se pregone la necesidad de una segunda dosis de esta vacuna:
“No existe al día de hoy evidencia científica robusta que demuestre que ninguna de las vacunas pierde su capacidad protectora contra los desenlaces que interesa evitar: muerte, hospitalización grave u otras complicaciones”.
Aunque aclaró que instancias como la Cofepris continuará revisando las nuevas evidencias científicas para determinar qué debe hacerse para garantizar la salud de quienes se hayan vacunado no sólo con CanSino sino con todas y cada una de las vacunas que se aplicaron en el país: “Si apareciera evidencia científica, clara, robusta que mostrara que se redujera la potencia protectora de las vacunas, podría llevar a otra decisión, pero hasta ahora no se ha ocurrido”.
Sin hacer referencia al estudio realizado por la Universidad de Guadalajara, ambos funcionarios insistieron en que mientras no haya una postura científica seria, una sola dosis garantiza plenamente la salud del personal educativo del país que retornará a las aulas, el próximo 30 de agosto.
En el país, al 1 de junio de 2021, 4.6 millones de dosis de la vacuna CanSino han sido aplicadas.
Efectivamente, corresponde al gobierno federal determinar cuales sean las vacunas necesarias y definir una política de protección a la gente y hasta el momento, su determinación ha sido “No existe al día de hoy evidencia científica robusta que demuestre que ninguna de las vacunas pierde su capacidad protectora contra los desenlaces que interesa evitar: muerte, hospitalización grave u otras complicaciones”.
Claro, para los farmacéuticos la prioridad es otra: Es incrementar sus ventas.
Sin olvidar que en México las vacunas son universales, gratis y sobre todo voluntarias.
Ninguna persona no vacunada representa un riesgo para nadie. Vacunarse o no es una decisión personal, de acuerdo con el criterio de cada quien.