María del Rayo Torralba Zavaleta, psicóloga, especialista en terapia asistida con perros, brinda desde hace diez años atención especializada en el área psicológica y también terapia asistida con perros en PSICOTAP, un espacio donde los canes intervienen —junto con los especialistas— en el tratamiento específico de adultos y niños y niñas de todas las edades.
La forma de realizar la terapia es primero identificar un objetivo de trabajo, de acuerdo con el tipo de terapia que se necesite, dependiendo del paciente y de su terapia emocional. Después de trabajar en privado con el o la paciente, se les muestra cómo convivir con los perros y, posteriormente, ya se hace un contacto directo con ellos, mediante juegos, caricias y algunos comandos de entrenamiento para la generación de un vínculo.
Se trabaja con infantes y con personas adultas, que pueden tener distintos problemas psicológicos o mentales como: Trastorno por déficit de atención e Hiperactividad, autismo, trauma, ansiedad, estrés, depresión, esquizofrenia, etcétera.
“Al principio PSICOTAP llegó un niño de siete años con Síndrome de Down y tenía una conducta violenta. Después de esta terapia de asistencia, el niño se fue sensibilizando con el perro, así como desarrollando empatía al punto de ser muy amigable y sociable con los animales y con otras personas”, explica Torralba, también directora de PSICOTAP.
Asimismo, menciona que son tres los perros especializados para la asistencia terapéutica: Nala, Inti y Azabache (de los cuales adoptó dos). Las razas con las que ha trabajado son Golden Retriever, Labrador Retriever, Pastor Alemán y mestizos, pues “se busca que tengan un carácter genético amable”, y estas razas lo tienen.
Al perro de terapia se le capacita para ser sociable y amigable con las personas durante su terapia, para que estén cerca a la hora de fortalecer un vínculo; si el perro muestra apego hacía un paciente, se trabaja con refuerzo positivo y se está al pendiente de las necesidades del perro y de su bienestar.
“Nosotros cuidamos mucho a nuestros perros, ellos tienen un descanso de cada terapia. Trabajamos un enfoque muy estructurado, en donde el perro solo aparece para reforzar la parte positiva, así no se daña al perro pasándole el estrés o la ansiedad del paciente”, comenta.
Club canino para familias, un nuevo proyecto
Este tipo de terapia ha dado paso a que varios pacientes pregunten si pueden llevar sus propios perros a la terapia, cuenta Torralba Zavaleta; lamentablemente, la psicóloga les explica que no es posible, ya que no están capacitados para la asistencia terapeútica.
Y es que los perros especializados trabajan en un estilo específico, en donde interactúan con una mayor cantidad de personas, es decir, están bien socializados. Las mascotas de los pacientes son diferentes entre sí, ya que algunos no son muy sociables o condicionados a estímulos específicos que suceden durante la terapia.
Por esto, María del Rayo Torralba, ideó un nuevo proyecto: Club canino para familias, en este proyecto, básicamente, se invita a las y los propietarios de cada perrito o perrita para entrenarlos con ayuda de la psicóloga, donde no solo el perro adquiere habilidades nuevas sino que también la propietaria o el propietario recibe conocimiento y habilidades de terapia como autoconfianza, comunicación y socialización. Se trata de un entrenamiento grupal familia-perro.
Si quieres integrarte a este nuevo proyecto o conocer más sobre la terapia asistida con perros, aquí te dejamos su página de Facebook:PSICOTAP Puebla.
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Esta nota se publicó originalmente en Lado B:
PSICOTAP, un servicio profesional de terapia asistida con perros