Las violencias y desigualdades sistemáticas, estructurales e históricas que oprimen a las mujeres afrodescendientes en México y todo el mundo se han agudizado con la llegada de la COVID-19, su muestra más clara es el incremento de la precariedad de la vida en los trabajos, escuelas y servicios de salud.
En el marco del Día de la Mujer Afrolatinoamericana, afrocaribeña y de la diáspora, el Instituto De Liderazgo Simone de Beauvoir que acompaña y fortalece liderazgos individuales y colectivos de mujeres, llevo a cabo un conversatorio de; “Mujeres Afromexicanas: Luchas y estrategias de resistencia colectiva” para visibilizar y reconocer a las mujeres afromexicas y afrodescendientes, así como sus luchas y resistencias.
Por Jacqueline López / @jacqueline_lope
Imagen de portada: “Se empoderó y ahora teje sus sueños”, pintura de Arturo Laja
A partir de 1992 cada 25 de julio se conmemora el Día Internacional de la mujer afrolatina, afrocaribeña y de la diáspora. Con el objetivo de visibilizar a las mujeres afrodescendientes y promover políticas que ayuden a mejorar su calidad de vida y a erradicar el racismo y la discriminación.
Vicenta Camusso Pintos, afrouruguaya, activista, consultora e investigadora en programas de género, raza y desarrollo humano, vivió la lucha de este gran día, donde se unieron más de 250 mujeres negras de distintos orígenes, pero con un mismo objetivo: revindicar los derechos de las mujeres afrodescendientes y visibilizar sus problemáticas para terminar la violencia racial y la exclusión.
‘’Es algo que guardaré siempre en la memoria porque fue una semana de trabajo, comenzamos un 19 de julio y terminamos un 25 de julio, fue una semana intensa de trabajo en República Dominicana.’’ comentó Vicenta Camusso Pintos.
Reconoció que fue una lucha muy desafiante, pero también muy gratificante, pues le permitió conocer la sororidad entre mujeres y darse cuenta de que había más mujeres negras en las mismas situaciones, con problemas de pobreza, falta de educación, poco acceso a la salud y, por supuesto, nula participación política.
Problemas que aún continúan y por los que siguen luchando para erradicarlos:
‘’Hoy frente a la pandemia lo tenemos clarísimo la mayoría de las mujeres afrodescendientes han quedado fuera del sistema educativo y han quedado fuera del sistema por una falta de acceso a la tecnología y a recursos, porque las familias tampoco tienen una formación para acompañar y sostener’’ aseguró la activista, consultora e investigadora.
Además, consideró necesario seguir trabajando con redes de apoyo para crear un “nuevo diseño de la población” que reconozca la injusticia y problemáticas que enfrentan las mujeres afrodescendientes y que favorezcan el desarrollo, fortalecimiento y avance de sus derechos humanos.
Otro tema pendiente es el autoestima e identidad de las mujeres negras, pues de acuerdo con Vicenta Pintos, una mujer con autoestima logrará posicionarse, y tomar acciones para su bienestar y futuro, solucionando dependencias con hombres y familias violentas.
‘’Cuando empoderamos a las mujeres desde una visión holística y desde una visión de cariño y de fortalecimiento integral también aprendemos a respetarnos entre nosotras’’ señaló Vicenta Pintos
Aleida Vázquez Cisneros, afromexicana, poeta y activista coincidió con Vicenta y aseguro que las mujeres negras de México y de toda América Latina llevan una lucha que no solo atañe a sus cuerpos, por lo que, las múltiples violencias físicas y psicológicas que viven muchas veces les impide generar autoestima que les permita rescatarse a ellas mismas.
Por lo que, el tejer redes entre mujeres negras que permitan unir fuerzas, generar autoestima y luchar juntas posibilita su empoderamiento y la toma de acciones para su visibilización e inclusión en sus comunidades, en los planes nacionales de desarrollo y de políticas públicas.
Mujeres Afromexicanas en el CENSO del 2020
‘’Los censos tienen como objetivo la generación de estadísticas que permitan al Estado conocer las acciones sociodemográficas de la población, con la finalidad de generar políticas públicas. En este sentido una de las principales demandas del Movimiento Afromexicano a la par con el reconocimiento constitucional ha sido el reconocimiento estadístico’’ informó Deyma, Secretaria en el Consejo afromexicano de Tuxtutepec, Oaxaca.
Es importante advertir, entonces, que el reconocimiento estadístico de las mujeres afromexicanas no ha sido fácil, incluso, fue necesario tomar acciones desde la sociedad civil, en diversos foros y en la propia Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) pudiera incluir la siguiente pregunta en su más reciente CENSO “Por sus antepasados y de acuerdo sus costumbres y tradiciones ¿se considera afromexicano, negro o afrodescendiente?’’
Luego de la inclusión de esta pregunta en el CENSO del 2020, en México 2% de la población se reconoció como afromexicana, negro o afrodescendiente, lo que equivale a 2 millones 576 mil 213 personas; de las cuales 1 millón 297 mil 617 son mujeres, siendo Guerrero y Oaxaca los estados con mayor número de personas afromexicanas con 8.6% y 4.7% respectivamente.
A su vez, los datos arrojados por razón de dependencia (menores de edad y adultos mayores) se elevan considerablemente en la población afrodescendiente, pues mientras la media nacional es de 50%, en municipios con más del 70% de la población afrodescendientes el porcentaje es de 76.
Asimismo, en el caso del analfabetismo, de acuerdo con el CENSO, en estos mismos municipios hay 19.6% de mujeres analfabetas, cuando la media nacional se encuentra en 4.4%; es decir, las mujeres afrodescendientes tienen menos oportunidades de estudio. En cuanto a los servicios de salud, solo 3.4% de la población afrodescendiente cuentan con servicios de salud, mientras que, la media nacional indica que al menos el 50% de las personas tienen acceso a estos servicios.
La brecha de desigualdad entre personas afrodescendientes, afromexicanas o negras y las que no lo son, es palpable.
“Al desagregar todos los datos por sexo, las mujeres en ninguno tenemos resultados de manera positiva, es por eso que las diferentes organizaciones y las comunidades estamos trabajando para poder eliminar las brechas de desigualdades, racismo, discriminación que hay hacia la población afromexicana. Porque nosotras pasamos por triple discriminación: por ser mujer, por no ser económicamente favorable y por ser negra’’ aseguró la secretaria del Consejo afromexicano de Tuxtutepec, Oaxaca.
Mujeres Afromexicanas frente al COVID-19
La pandemia por COVID-19 puso en evidencia las desigualdades estructurales que enfrentan las mujeres y hombres afromexicanos, desigualdades que son claras, incluso, al no existir datos que cuantifiquen el nivel de afectación en esa población.
Por ello, desde la colectiva Mujeres Afromexicanas en Movimiento llevaron a cabo una encuesta a mujeres de diversas entre los 25 y 65 años, con grados de estudios diferentes, -en su mayoría licenciatura- y distinto estado civil en los estados de Guerrero y Oaxaca, así como, a algunas mujeres migrantes de Estados Unidos, respecto a los impactos que ha tenido esta pandemia en sus vidas.
Uno de los primeros datos arrojados es que, al menos 71% de estas mujeres han tenido que cambiar de residencia como consecuencia de la pandemia. A su vez, un 43% manifestó que sus ingresos han disminuido y un 21% que han disminuido de manera considerable.
Por ello, un 68% se ha visto obligada a llevar a cabo otros trabajos complementarios para generar y obtener ingresos, como: actividades de campo o comercio, pues al menos el 79% tienen hijos a su cargo.
Al mismo tiempo, la carga de trabajo ha aumentado para el menos un 75% de las mujeres entrevistadas, lo que les provocó altos niveles de estrés, ansiedad, tristeza, angustia, enojo y depresión. De acuerdo con estos datos, el 71% de ellas se consideraron menos felices y 32% manifestó su expectativa del futuro de manera pesimista.
En el caso de las mujeres afromexicanas que estudian el 70% han tenido que cambiar de residencia para seguir en la escuela durante la pandemia. Además, un 50% consideró que las estrategias educativas para ellas son regulares durante esta pandemia, pues no todas tienen internet, recursos y/u oportunidades.
“En términos generales los resultados de esta encuesta evidencian que las mujeres afromexicanas enfrentan esta pandemia en condiciones de desigualdad, con aumento significativo de carga de trabajo, afectaciones emocionales y en algunos casos violencia familiar e inseguridad” comentó Rosa María Hernández activista y promotora de los derechos de las juventudes afromexicanas.
Finalmente, Evelia Catalán feminista, promotora y defensora de los derechos de las mujeres, recordó que la población afromexicana y de América latina lleva más de 500 años de resistencia y lo seguirá haciendo hasta que todos sus derechos sean garantizados y su lucha reivindique sus escenarios de vida.
‘’Las mujeres negras estamos presentes en México, existimos y resistimos. Activar en un país cuya configuración nos borra y nos degrada no es cosa fácil, a veces perdemos las esperanzas, sin embargo, seguimos creyendo que somos la voz de muchas mujeres, somos el eco de la voz de nuestras ancestras, que se ha desplegado por generaciones y que hoy por hoy se colocan con una postura política desde donde exigimos respeto a nuestra existencia’’ concluyó Aleida Vázquez.