En las últimas semanas los y las habitantes de Teocaltiche, Jalisco se han enfrentado a una ola de violencia que no les ha dejado otra alternativa más que desplazarse forzadamente de sus hogares y comunidad. Aunque en esta ocasión los y las afectadas son casi 700, en dicho municipio y en general en la región Altos Norte -donde se encuentra ubicado-, prevalece un entorno de inseguridad e incidencia delictiva al alza.
Hasta ahora, los organismos de derechos humanos y los propios habitantes de Teocaltiche han reconocido que disponer las fuerzas policiales por sí solas, -para intentar acabar con la violencia que azota este lugar- apenas son un paliativo que no garantiza mayor seguridad.
Por su parte, el Gobierno de Jalisco sigue sin querer reconocer que lo ocurrido se trate de desplazamiento forzado, pues a decir del gobernador, Enrique Alfaro, no lo es pues el crimen organizado no se quedó con la casa de las personas.
Por Ximena Torres / @ximena_tra
Fotografías Adrián Montiel
Hasta el pasado 12 de mayo la parroquia del Divino Salvador ubicada en Mechoacanejo, Teocaltiche informó que eran 698 las personas que se habían desplazado de manera forzada debido a ola de violencia que se vive en sus comunidades rurales.
Todo comenzó los días 6 y 7 de mayo de 2021, con el enfrentamiento entre supuestos grupos criminales y con la advertencia que hicieron hombres armados a las y los habitantes de la zona, quienes les dijeron que “tomarían la comunidad”.
Desde entonces 230 menores de edad y 468 adultos y adultas abandonaron sus hogares en las rancherías de El Saucito, Rancho Mayor, Rancho El Salto, Agua Tinta, Los Pocitos, Los Sauces y El Rosario. La mayoría de los y las desplazadas se dirigieron a la iglesia mencionada en Mechoacanejo, donde recibieron despensas, medicamentos, artículos personales y el techo que dejaron atrás. Otras personas se refugiaron con familiares en Villa Hidalgo, también municipio de Jalisco.
El lunes 10 de mayo, Enrique Alfaro Ramírez, Gobernador del Estado de Jalisco se presentó en el albergue temporal del Divino Salvador y aunque se comprometió con los y las personas a disponer de la seguridad pública necesaria para que regresaran a sus casas, también compartió un mensaje en sus redes sociales en el que minimizaba la situación advirtiendo que:
“Más que acciones del crimen para sacar a las personas de sus casas, lo que sucedió fue que ante las amenazas de posibles enfrentamientos la gente se fue por precaución. Porque también es importante entender la naturaleza del fenómeno, no hubo desplazamiento”.
Esto a pesar de que en sus boletines 35-21 y 36-21 la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) sí se refiere al fenómeno como desplazamientos.
La Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) explica que un desplazamiento forzado interno se presenta cuando “personas o grupos de personas se ven obligadas a huir de su hogar como consecuencia o para evitar los efectos de una situación de violencia generalizada, de un conflicto armado, de violaciones a los derechos humanos, de desastres naturales o de catástrofes provocadas por el ser humano, sin cruzar una frontera internacional”.
El jueves 12 de mayo habitantes de otras comunidades de Teocaltiche como Huejotitlán se manifestaron frente al Palacio de Gobierno en el centro histórico de Guadalajara para exigir seguridad. Si bien, algunos y algunas de ellas no habían dejado sus hogares, salieron a las calles de la capital de Jalisco para prevenir otros enfrentamientos violentos.
En las pancartas que cargaban se leía “¡Queremos volver a casa!”, “¡Queremos que regresen nuestros desaparecidos!”.
“Queremos seguridad porque andamos con miedo. No salimos a trabajar por temor a que nos vayan a dar un susto por ahí. Puede que pase eso porque no hay seguridad, estamos solos. Sí hay policía pero están rebasados” dijo uno de los manifestantes a Canal 44.
El mismo día los y las habitantes de Huejotitlán se reunieron con el Secretario de Seguridad del Estado y con la Coordinación General Estratégica de Seguridad. Una vez más ellos se comprometieron a hacer las gestiones necesarias para garantizar la “seguridad” de la zona a través de fuerzas armadas y policiales.
Otros hechos violentos en Teocaltiche
Aunque los desplazamientos forzados de las últimas semanas han afectado a un gran número de personas, no son los primeros hechos violentos que se registran en Teocaltiche y sus municipios colindantes en la región Altos Norte de Jalisco.
La CEDHJ resalta la situación de riesgo que también enfrentan otros municipios como Encarnación de Díaz, Lagos de Moreno y Ojuelos de Jalisco, donde según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) había 156, 366 y 20 personas desaparecidas respectivamente hasta el 17 de mayo. En Teocaltiche, las personas desaparecidas son 36. En total los cuatro municipios acumulan 578 casos.
En Teocaltiche se distinguen los casos de Vanesa Liseth Martínez Zepeda; Omar Leonel González Ornelas; Brayan Eduardo Medina Carrillo; y Daniel Rodríguez Sandoval, quienes fueron desaparecidos entre el 22 de junio y el 18 de julio de 2020, en dos eventos diferentes. Familiares y amigos de las cuatro personas realizaron manifestaciones en Guadalajara en agosto del mismo año para exigir el regreso con vida de los tres hombres y la mujer.
Tanto en la desaparición de Vanesa y Omar, como en la de Brayan y Daniel se registró la participación de policías de Teocaltiche, por lo que el 28 de septiembre de 2020, el Gobierno del Estado de Jalisco asumió el mando de la seguridad en el municipio.
“Se determinó la necesidad de que se asuma el mando temporal de la policía preventiva del municipio de Teocaltiche, Jalisco, en virtud de que existen considerables denuncias presentadas ante la Fiscalía Estatal por diversos hechos delictuosos, así como los sucesos ocurridos durante el presente año, donde destacan las distintas desapariciones de personas” decía el acuerdo publicado del 1 de octubre en el Periódico Oficial del Estado.
Semanas después, el 25 de octubre el Fiscal del Estado, Gerardo Octavio Solís, informó la detención de tres policías municipales y una mujer señalados de participar en la desaparición forzada de la pareja y los dos jóvenes. Sin embargo, hasta mayo de 2021 no los han encontrado. La Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas asegura que los operativos de búsqueda continúan.
También se destaca la carpeta de investigación abierta en el Ministerio Público de la Fiscalía General de la República (FGR) el pasado 21 de abril por la localización de armas de fuego, cargadores y cartuchos en Teocaltiche por parte de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional.
En la plataforma Seguridad Map la Fiscalía del Estado de Jalisco da cuenta de que la región Altos Norte, donde se ubica Teocaltiche, es la tercera con más delitos registrados desde 2013. En primer lugar, está la región Centro, conformada por la Zona Metropolitana de Guadalajara, y en segundo, la región Costa Sierra Occidental, donde están Puerto Vallarta, Mascota y otros municipios.
Entre los 12 mil 099 delitos contabilizados en la Altos Norte, las más comunes son las lesiones dolosas (22.07%), los robos a vehículos particulares, a casa habitación y de motocicleta (14.77%, 13.14% y 11.65% respectivamente) y la violencia intrafamiliar (8.18%).
Además, en el Semáforo Delictivo de Jalisco los municipios de Lagos de Moreno y Encarnación de Díaz están en sexto y séptimo lugar con mayor incidencia de homicidios. En cuanto al delito de extorsión, Lagos de Moreno está en séptimo de lugar de incidencia. Por último, sobre narcomenudeo, Lagos de Moreno y San Juan de los Lagos ocupan la séptima y décima posición cada uno.
Una estrategia efectiva
Más allá de los compromisos que las autoridades han hecho hasta ahora, sobre disponer de las fuerzas policiales para garantizar la seguridad de las personas en Teocaltiche, la CEDHJ reconoció en su boletín de prensa 35/21 que se debe atender el problema con una labor de mayor planeación e inteligencia.
La Comisión reconoció que la colindancia de municipios como Teocaltiche con otros estados como Zacatecas, vuelve más difícil restablecer la armonía, pero puntualizó que la sola presencia de elementos federales y estatales de seguridad no es una estrategia efectiva.
Ese método, al que hasta ahora han recurrido, es solo un paliativo para un mal mucho mayor: “la falta de capacidad receptiva de las autoridades para escuchar y atender las necesidades de la ciudadanía”.
Se debe apostar por un desarrollo económico, social, educativo y cultural. Esto a través de la comunicación con autoridades de otras entidades federativas y la inversión de mayores recursos para estudios metodológicos sobre el acceso de las personas a la justicia y otros servicios que ofrece el Estado.
La CEDHJ recomendó una serie de acciones para trabajar contra la inseguridad en el mismo boletín. Entre ellas están:
- Fortalecer la coordinación entre instancias de seguridad pública federal, estatal y municipal.
- Establecer una estrategia regional e interestatal para diagnosticar el problema de la violencia e intervenir a través de distintas secretarías del estado y la Federación.
- Trabajar por mejorar y atender los aspectos que, según estudios científicos, inciden en un mayor índice delincuencial.
- Mantener comunicación permanente entre autoridades municipales, estatales y con entidades federativas colindantes a Jalisco.
Con respecto a las personas desplazadas, ordena establecer mecanismos que les faciliten el acceso a servicios de salud, educación empleo y los otros servicios básicos que necesiten; realizar un inventario de bienes que se quedaron en las comunidades abandonadas para que estos sean protegidos por las autoridades; y crear protocolos que posibiliten el retorno a sus viviendas y comunidades.
Pese a ello, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, se ha negado a reconocer que esto se trate de un desplazamiento forzado, pues para éste: “desplazamiento es cuando te quitan tu casa para apropiarsela ellos, esa es la definición formal”, lo cual está muy lejos de lo que la propia Organización de las Naciones Unidas (ONU), desde 1998, define como desplazamiento forzado que es cuando: “Personas o grupos de personas obligadas a huir o abandonar sus hogares o sus lugares habituales de residencia, en particular como resultado de un conflicto armado, situaciones de violencia generalizada, violación de los derechos humanos”.
Me encantó tu artículo. Soy estudiante de periodismo, vivo en Teocaltiche y por obvias razones no puedo investigar, escribir y mucho menos publicar información relacionada a este tema o a algunos otros en el que se involucre al crimen organizado. Me alegra saber que hay valientes que se atreven a hacer esta cobertura. Saludos