Una decena de madres de personas desaparecidas en Jalisco integrantes del colectivo Entre Cielo y Tierra, se reunieron en la Glorieta de las y los desaparecidos en la ciudad de Guadalajara para llevar a cabo una acción de memoria que pretendió conmemorar y honrar la vida de sus hijos e hijas ausentes.
Acompañadas de jóvenes artistas solidarios, escucharon poemas, música y compartieron alimentos en una breve velada que no pudo detener siquiera la lluvia.
Recordando que “todos los 10 de mayo son muy dolorosos” desde que sus hijos e hijas no están, señalaron que este acto de memoria fue también para solidarizarse con todas las madres que, como ellas, han transformado esta fecha de celebración en un día para exigir justicia y verdad.
Particularmente, demostraron su empatía y sororidad con la señora Ana María, madre de Ana Karen, José Alberto y Luis Ángel González Moreno, los tres hermanos que después de haber sido desaparecidos por un grupo de sujetos armados el 7 de mayo en Guadalajara, fueron localizados sin vida e identificados durante las primeras horas del Día de las madres.
Texto por Dalia Souza / @DaliaSouzal
Fotografías por Leslie Zepeda / @lesszep2
“Todos los 10 de mayo desde que no están nuestros hijos son dolorosos por más que te quieras reponer”, expresó Zonia Gómez, madre de Jorge Eduardo Martínez Gómez, joven estudiante desaparecido. Ella lo sabe muy bien, lo ha vivido en carne propia desde hace cinco años, desde aquel 20 de febrero de 2016 que le arrebataron a su amado muchacho.
Sin embargo, así como sabe del dolor, de la ausencia, conoce de la empatía y del abrazo que sólo entre madres buscadoras de sus amores desaparecidos pueden darse entre sí.
Por ello, este 10 de mayo, después de haber salido a marchar un día antes (el domingo 9 de mayo), de recorrer las calles hasta llegar a la residencia oficial del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, -para demandar, por tercera vez en un mes, ser atendidas por el mandatario-, decidieron tomarse unos minutos y poner en pausa el grito de exigencia para abrazar el recuerdo de sus hijos e hijas:
“La idea de este momento es como querer estar un ratito con nuestros hijos, son muchos 10 de mayo que ellos no están y nosotras hemos vivo todo el tiempo el reclamo, en búsqueda, pidiendo justicia y hoy simplemente queremos un momento en este espacio que es conmemorativo, que nos recuerda que nuestros hijos aún no están localizados, pero que aun así podemos estar cerca de ellos un ratito” externó la mamá de Jorge.
Solo entre ellas, dice, “entendemos esa necesidad de recuperar, aunque sea por un minuto a nuestros hijos este 10 de mayo”.
Y es que, este el refugio que han encontrado en medio de la ausencia, de la falta de respuestas. Abrazar el recuerdo de las y los suyos y acompañar a quienes, como ellas, están sufriendo la tragedia de las desapariciones.
“Vengo a refugiarme con estas guerreras con las que tenemos el mismo dolor y el mismo caminar” señaló la señora Martha Leticia García, “Marlety” como le dicen con cariño a la líder del colectivo Entre Cielo y Tierra.
Para esta madre, el evento al que nombraron “Acción de memoria por nuestrxs desaparecidxs” no es más que un espacio para sentirse “cómodas” y acompañadas”; pues si bien, las celebraciones en casa, con sus familiares, pueden seguir sin interrupción este día, la realidad es que ningún festejo puede ayudar a aliviar el dolor, el vacío y la soledad que dejó la incertidumbre de desconocer el paradero de sus amores.
“Mi hijo es hijo único y la verdad, en mi casa hay fiesta y es muy triste, me siento sola aun estando entre mi familia. Esta ese vacío muy fuerte, esta soledad” advirtió la señora Marlety quien busca a su hijo César Ulises Quintero García.
Por lo que, asistir a un lugar de memoria como lo es la Glorieta de las y los desaparecidos, se ha convertido para muchas familias en el encuentro más cercano con sus seres queridos y con sus compañeros y compañeras de lucha:
“Yo quería venir a la glorieta y gritar esto que yo no sé qué siento y sacarlo afuera, porque no tiene uno un lugar a dónde ir, es un duelo que no termina, es una sensación muy fuerte de vacío, de soledad. Las madres que estamos aquí no tienen ese lugar donde llorar a sus hijos. Desde La Barca corro a la Glorieta y yo sé que aquí no está mi hijo, que aquí no lo voy a encontrar aquí, pero es tan emblemática que tan solo el hecho de ver a una o dos de mis compañeras, yo me siento tan cobijada”.
Aunque la lluvia se hizo presente apenas a unos minutos de iniciar esta velada de memoria, las madres junto con jóvenes solidarios y solidarias encendieron veladoras, compartieron poemas, palabras amorosas, música y algunos alimentos.
“Jamás de rodillas” de Andrea Carrasco, fue el poema de la antología “Poemas de las Resistencias” que, entre llovizna, viento y lagrimas conmovidas, recitó una de las jóvenes artistas:
Hijo, de rodillas jamás.
Por vos atrapo las piedras con la mano
y las vuelvo palomas,
le pongo el pecho a las balas.
¡Que me partan el alma!
Prefiero la muerte, que arrastrarme
en los oscuros laberintos de la impotencia.
Las serpientes se arrastran y la hojarasca
que el viento lleva hacia ningún lugar hasta desaparecer.
Quizás, de rodillas, solo frente a Dios
de rodillas, sólo por amor y con flores en las manos.
Por vos, hijo, de pie.
Caminando y gritando hasta el confín de las tripas que piden justicia.
La tierra de los muertos que todos pisan
es de los que miraron al suelo tanto tiempo.
Para vos, hijo de mi alma, soñé
el sentido cósmico de la dignidad.
Por eso, de rodillas, jamás.
Particularmente, este 10 de mayo, aseguró la señora Zonia, “se sumó al dolor de la desaparición de su hijo y el de tantos desaparecidos”, el dolor que atraviesa la señora Ana María, madre de Ana Karen, José Alberto y Luis Ángel González Moreno, quienes después de ser desaparecidos por hombres armados de su domicilio el 7 de mayo pasado, fueron localizados sin vida la madrugada del Día de las madres.
“¡Precisamente el día de hoy!” dijo consternada. “Tal vez el día que se los llevaron estaban ensayando qué canción le iban a cantar el 10 de mayo. Y de repente, en un instante, la señora el día de hoy lo que está haciendo es identificar los cuerpos de sus hijos, ¡eso es pavoroso!”, afirmó consternada.
Dentro de sus corazones, afirmó, como madres que reconocen el amor infinito por un hijo o hija, sólo desean que sepa que no está sola y que le acompañan en el reclamo de exigencia de justicia.
“Que todas las instituciones sepan que estamos y que vamos a estar y que somos la voz de ellos y que todo el tiempo vamos a estar clamando por ellos. Porque todos ellos podrán estar festejando a sus esposas, a sus madres, sin embargo, todas estas madres que están aquí no dejaremos de exigir justicia”.