El desabasto en la Delegación del IMSS en Jalisco ha dejado sin medicamentos a personas que padecen cáncer, VIH o hemofilia; sin embargo, en la revisión de sus registros varios de estos medicamentos sí han sido adquiridos a sobrecosto, pero éstos no están llegando a quienes lo necesitan, lo cual los orilla a comprarlos en uno de los mercados ilegales de medicamentos más importantes del país: El Santuario.
Por Darwin Franco / @DarwinFranco
En Guadalajara existe un sitio que no conoce de desabasto ni de sobrecosto, ahí el medicamento que no es surtido por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o aquel que deseas adquirir en un precio más bajo, lo encuentras.
Basta con enseñar la receta, dar el nombre de la medicina o su componente activo a cualquiera de los hombres que por la calle Hospital, entre los límites de las avenidas Federalismo y Alcalde en el barrio de El Santuario, se te acercan preguntándote: “¿Qué medicina va a llevar?”, para que te la consigan siempre a un precio más barato.
Una vez que le dices qué medicina quieres, estos hombres salen a toda prisa a conseguirla a las farmacias ubicadas en la zona o en algunas de las casas que, sin ningún tipo de letrero, funcionan como depósito de medicamentos.
En el reportaje “Medicamentos ilegales: cuando el gobierno obliga a comprar medicina” se señala que el cambio de políticas en la compra, adquisición y distribución de medicamentos del Gobierno Federal incrementó la compra de medicamentos en El Santuario, el cual después de Tepito, en la Ciudad de México, es el segundo mayor centro de distribución de medicamentos ilegales en el país.
Conforme a la Unión de Empresarios de Farmacias de México, lo que se vende en estos mercados asciende a los 16 mil 500 millones de pesos anuales. Ganancias que, aseguran, se han incrementado durante la pandemia, pues ésta agudizó el desabasto de medicinas.
En Jalisco, desde enero de 2020, pacientes con enfermedades como: cáncer, diabetes, hipertensión, VIH y hemofilia realizaron diversas manifestaciones señalando cómo la ausencia de medicamentos no sólo ponía en riesgo su salud, sino también su vida.
Las autoridades estatales se comprometieron a negociar con el Gobierno Federal, la llegada de estos medicamentos; sin embargo, éstos han llegado de manera escaza y con lapsos cada vez más prolongados de espera.
La solución para decenas de personas con enfermedades crónicas o con familiares que las padecen ha sido el acudir a comprar en El Santuario, la dosis que requieren para no agravar su condición médica; por ejemplo, quien padece hemofilia puede adquirir medicamentos como: FEIBA, Octocog, Xhynta o NovoEight -medicinas con glucoproteínas que favorecen la coagulación en pacientes con hemofilia- en un precio que es 80% más barato que en alguna farmacia donde el precio oscila entre los 3 y 4 mil pesos por dosis.
Al respecto, Carlos Gaitán Fitch, presidente de Hermanos con Hemofilia, ha denunciado que tras el desabasto de medicamentos, muchos pacientes con esta enfermedad han tenido que acudir el mercado ilegal.
En una revisión de las compras de medicamentos en la Delegación del IMSS Jalisco -según datos del Portal Compras IMSS, analizados por PODER en QuiénEsQuién.Wiki para el proyecto Salud, Dinero y Corrupción-, se han firmado 48 contratos para la adquisición de Factor Anti-Hemofílico Humano y Factor IX, mediante las cuales se han comprado 11 mil 712 unidades.
Por estas medicinas que escasean para las y los pacientes con hemofilia, se ha pagado -en promedio- un sobrecosto de entre en 16 y 19%, como cuando a la empresa farmacéutica VitaSanitas S.A. de C.V. se le compraron 110 unidades de Factor IX, cuyo precio unitario debía ser de 3 mil 505 pesos, pero se terminó pagando por ellas: 3 mil 854 pesos.
Con los 38 mil 390 pesos más que el IMSS Jalisco pagó a esta empresa, a través de dos contratos, se pudieron haber adquirido 11 unidades más. Caso similar ocurrió con la empresa Octapharma S.A. de C.V., a la que se pagó por 45 unidades de Factor IX, 11.51% más de lo estipulado en el contrato que establecía un precio de 3 mil pesos por unidad.
Otro de los medicamentos que se han comprado a sobrecosto es la Finasterida, usado para el tratamiento de cáncer de próstata. En su caso, el IMSS Jalisco ha celebrado con empresas privadas y personas físicas: 46 contratos que derivaron en la adquisición de 36 mil 511 unidades de medicamentos. Su precio en mercado oscila entre los 55 y 60 pesos.
Sin embargo, el IMSS Jalisco realizó 315 contratos de compra con Silvia Patricia Famoso Rodríguez a quien le pagó 276.74% más por la compra de estos medicamentos. Mismo caso para las empresas PHARMA SALUD S.A. de C.V. y Proveedora Occidental de Medicamentos S.A. de C.V. a quienes les terminó pagando 203% y 229% más, respectivamente, por la adquisición de este medicamento que se usa para tratar los síntomas de la hiperplasia prostática benigna, como las ganas frecuentes de orinar y la dificultad para orinar, y puede reducir las probabilidades de retención urinaria aguda .
Aunque el caso más notorio en cuanto al sobre costo de este medicamento se realizó con un proveedor local no identificado (así aparece en los registros del Portal de Compras IMSS), a quien mediante un esquema de compra emergente -a través de dos contratos- le pagó 24 unidades del medicamento a un precio de 152 pesos, el doble del precio comercial.
Conforme a las recomendaciones de Oncología del IMSS, este medicamento debe tomarse una vez al día; así que un envase con 30 grageas debe durar un mes. No obstante, en la plataforma Cero Desabasto de la organización Nosotrxs, este medicamento ha sido denunciado por pacientes del IMSS como escaso en sus clínicas.
En tanto, en El Santuario dicho medicamento se consigue a 35 pesos o, incluso, en tres por 100 pesos; oferta que se le presentó a este reportero cuando preguntó por el mismo a uno de los vendedores.
Un ejemplo más de medicamento que escasea en el IMSS Jalisco y que se vende sin ningún tipo de restricción en el Santuario es Tacrolimus, fármaco que inhibe la formación de linfocitos citotóxicos que son los principales responsables del rechazo del implante, principalmente, de hígado o riñón.
La ingesta de este medicamento es necesaria porque de no hacerlo el riesgo de rechazo es alto; así lo denunció Brenda Sandoval, de 22 años, quien compartió que ante el desabasto de este medicamento decidió prolongar el transplante de riñón que tenía programado recibir en 2020, pues sin el medicamento es muy factible que su cuerpo rechace el riñón que ha esperado por años.
En la revisión de compras del IMSS, la Delegación Jalisco realizó 18 contratos para la adquisición de 46 mil 318 unidades de Tacrolimus.
Una de esas compras la efectúo con la empresa DIMEXPRESS S. de R.L. de C.V., a quien le compró mil 160 piezas a un costo unitario de 700 pesos, lo que implicó un pago de 812 mil pesos; sin embargo, recibió un millón 306 mil 674 pesos; es decir, 155% más. Con ese dinero extra que se le pagó, hubiese alcanzado para 706 unidades más del Tracomilus que tanto necesitaba Brenda para conseguir su transplante de riñón.
A quien también pagaron de más por la compra de Tracomilus fue a Dorian Rubissel Mazariegos Solís, a quien le compraron a 500 pesos, nueve mil unidades de este medicamento; esto correspondía a un pago de 4 millones 950 mil pesos; no obstante, la particular recibió extra 2 millones 487 mil pesos; es decir, 101.06% más de lo que estipulaba el contrato que firmó con el IMSS Jalisco en 2018 por adjudicación directa.
Al preguntar en El Santuario por el costo de Tracomilus, un frasco con 50 cápsulas de un miligramo vale 550 pesos.
Esto es a penas una muestra de la decenas de medicamentos que no se entregan a las y los pacientes señalando que hay desabasto; sin embargo, el IMSS Jalisco -entre 2008 y 2019- sí ha adquirido tales medicamentos y lo hizo a un sobrecosto que impidió comprar más medicamentos para aliviar los dolores de decenas de pacientes con enfermedades crónicas.
Un sobrecosto es un costo inesperado debido a una subestimación del costo real durante el proceso de cálculo del presupuesto.
El sobrecosto en la adquisición de medicamentos en el IMSS Jalisco
La Delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, entre 2008 y 2019, realizó 17 mil 756 compras de medicamentos por los que erogó 1 mil 398 millones 616 mil pesos; de esta cantidad, 74 millones 177 mil 969 pesos corresponde a medicamentos que cobraron a sobreprecio.
Los años en que más sobrecosto existió fueron 2010, 2015 y 2016; no obstante, fue en 2012 cuando el sobrecosto implicó un mayor derroche presupuestario al pagar 286 millones 079 mil 861 pesos de más en razón del medicamento adquirido.
Cuando el sobrecosto se traslada a las empresas que se han visto beneficiadas; en el caso de Jalisco, Medical DIMEGAR S.A. de C.V., con tan sólo un contrato, ha obtenido un promedio de porcentaje de 6,942.29% de sobrecosto; en segundo lugar, le sigue Tiendas Comercial Mexicana S.A. de C.V. (del Grupo Soriana) que obtuvo un beneficio del 2,300.09%.
Finalmente, en tercer lugar, aparece Farmacias Benavides S.A. de C.V. con una ganancia de sobrecosto es de 1,287.56%.
Entre los 10 medicamentos que más se compraron a sobrecosto por el IMSS Jalisco, entre 2008 y 2019, destaca la Hipromelosa que es una medicina que pertenece al grupo de lágrimas artificiales y se utiliza para el alivio sintomático de la irritación y la sequedad ocular.
Este medicamento ocupa cinco lugares entre los 10 medicamentos por los que se termina pagando de más, y en tres ocasiones fue adquirido bajo estas condiciones por el Hospital de Pediatría “Lic. Ignacio García Tellez” del Centro Médico Nacional de Occidente; instancia que compró a sobrecosto la Hipromelosa a: Comercializadora MAJTEL S.A. de C.V., Nuevo Milenio Distribuidora y Medicamentos S.A. de C.V. y Comercializadora Médica Tapatía, S.A. de C.V..
Las dos compras restantes, las adquirió la Delegación IMSS Jalisco a Nuevo Milenio Distribuidora y Medicamentos S.A. de C.V. y a Fármacos Especializados S.A. de C.V.
A este medicamento, le sigue la Flunarizina que pertenece al grupo farmacológico de los bloqueadores de canales del calcio y se utiliza para el tratamiento del vértigo y como medicación preventiva para evitar la aparición de las crisis de migraña.
Este medicamento fue vendido por Kana Undesa S.A. de C.V., VAGOMEDIC, S.A. de C.V., Oncofármacos de México S.A. de C.V. y Chemical Express S.A. de C.V., a un sobre costo
Los otros dos medicamentos que resultaron muy costosos para el sector salud fueron el Levetiracetam y Lamotrigina; el primero sirve para prevenir crisis convulsivas de inicio parcial en adultos y niños; mientras que el segundo se utiliza para el tratamiento de la epilepsia y el trastorno bipolar.
Conforme a los datos del proyecto “Salud, Dinero y Corrupción”, realizado por PODER; el IMSS, entre 2008 y 2018, pagó por el sobrecosto de medicamentos 18 mil 400 millones de pesos, de los cuales el 15% se concentran en 10 empresas.
En el caso de Jalisco, 74 millones 177.96 pesos son los que se pagan por medicinas a sobrecosto, muchas de ellas son las que, actualmente, escasean en las clínicas del IMSS en el estado, orillando a pacientes con enfermedades crónicas a comprarlos en el mercado ilegal como el que opera de manera abierta e impune en El Santuario.
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Este texto forma parte del proyecto “Salud, dinero y corrupción” de PODER Latam:
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