Dos organizaciones feministas, 33 Mujeres y la Observatoria Todas MX dieron a conocer los resultados de la intervención Territorio Seguro que realizaron durante el último mes en Puebla para identificar las zonas de mayor riesgo para las mujeres que habitan la capital de este estado.
Realizaron un experimento colocando 10 siluetas de mujeres en los puntos donde las mujeres de Puebla identifican mayores peligros. Los resultados del experimento fueron evidentes, el 80% de las siluetas desaparecieron en un promedio de 12 horas.
Por Leslie Zepeda / @lesszep
Durante el último mes, 33 Mujeres junto con la Observatoria Todas MX comenzaron a realizar labores de concientización en la capital del estado de Puebla. Del 25 de marzo al 25 de abril, a través de entrevistas recabaron las voces de mil mujeres de este territorio; 500 se llevaron a cabo en 400 colonias distintas y 500 más a través de la plataforma Google Forms.
Territorio seguro tiene como objetivo la creación de políticas públicas que garanticen la elaboración de herramientas y/o estrategias que protejan los derechos de las mujeres en las calles de México. Hasta ahora, se ha recuperado la experiencia del caso de la ciudad de Puebla, donde en tan sólo 30 días pudieron recabar datos específicos para conocer si las mujeres se sienten en riesgo por ser mujeres en este lugar, cuántas horas trabajan sin una remuneración, entre otros elementos importantes para esbozar las realidades a las que se enfrentan.
“Vamos por esos territorios seguros, no sólo para caminarlos, sino para apropiarnos de ellos. Porque aspiramos a una vida libre de violencia, porque ya no hay un lugar seguro para nosotras, ni en la calle, ni en la escuela, ni en el medio digital, en ningún lado” comentó la activista Yndira Sandoval, quien estuvo a cargo de la metodología de la intervención.
Yndira Sandoval explicó que para el desarrollo de Territorio Seguro decidieron realizar trípticos que incluyeron un violentómetro, un directorio de instancias para solicitar ayuda, información para conocer, identificar y prevenir la violencia, datos para contactarse con las organizaciones, además de un cuestionario. Con este último consiguieron un mapeo de los sitios más peligrosos, de acuerdo con la percepción y experiencia de las mujeres que habitan este territorio.
En estos puntos identificados las organizaciones decidieron colocar 10 siluetas de mujeres con distintas vestimentas para ver qué pasaba con ellas. Para su monitoreo, también capacitaron a las mujeres que acudieron a las charlas. Cada una se encargó de realizar bitácoras donde registraron qué había sucedido a cada figura.
“Todo lo que les suceda a estas siluetas es directamente proporcional a lo que nos puede suceder a las mujeres y a las niñas” indicó Yndira Sandoval en la presentación.
El resultado más importante, señalaron es que “la mayoría de las siluetas no duró ni 12 horas”. Además, el 80% de las siluetas desaparecieron. De acuerdo con la experiencia de Yndira Sandoval, en otros municipios de México donde se ha llevado a cabo esta iniciativa, el tiempo promedio de duración de una silueta en la calle es de cinco días, mientras que, en Puebla capital no pasó de día y medio.
Lo que sucedió con las siluetas no es casualidad para ninguna de las activistas y tampoco debe tomarse a la ligera, manifestaron:
“No tenemos el poder de desaparecer. Es secuestro, es privación ilegal de la libertad. Las desaparecidas de un lado son las explotadas sexualmente de otro. Al decir que Puebla está en el corredor de trata, son mujeres que desaparecen y que están siendo explotadas en otro lado.”
Los hechos también coinciden con su preocupación. El Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas (RNPDNO) estima que en Puebla han desaparecido mil 463 mujeres en los últimos 3 años, lo que representa el 52.61% de las personas desaparecidas en dicho estado.
Al mismo tiempo, informaron que la Secretaría de Gobernación registró que seis estados de la República concentran el 62% de los casos de desaparición de niñas, adolescentes y mujeres, los cuales son: Puebla, Jalisco, Ciudad de México, Tamaulipas, Nuevo León y el Estado de México.
“Lo que más nos preocupó fueron justamente las desapariciones y que en menos de 12 horas se dieran estas desapariciones. Recordarles que fueron colocadas en espacios donde mujeres nos dijeron que ahí, dentro de su propio territorio era donde más se generaban tipos de violencia” agregó la presidenta de 33 Mujeres, Edurne Ochoa.
A pesar de esta realidad, desde ambas organizaciones denunciaron las graves declaraciones del actual gobernador de Puebla, Miguel Barbosa en junio del año pasado con las que revictimizó a las mujeres que son desaparecidas:
“Ha habido casos donde la policía ministerial ha encontrado a las personas declaradas como desaparecidas con su novio en algún lugar en Puebla, y mientras ya quedaron en el registro de desaparecidas.”
Entre el resto de los hallazgos proporcionados, informó la presidenta de 33 Mujeres, que 8 de cada 10 mujeres resaltaron identificar el caso de alguna niña o mujer desaparecida, ya sea familiar, amiga o conocida en el mismo territorio. En el caso de las mujeres que son violentadas, el 62% de las entrevistadas tienen el conocimiento de alguna mujer que vive violencia.
Sin ningún apoyo institucional lograron realizar un atlas de la violencia en Puebla, reconocieron, por lo que, les resulta imposible que las propias autoridades, con las herramientas a su alcance, no hagan lo necesario para que en Puebla o en cualquier otra ciudad de México pare la violencia hacia las mujeres:
“Si organizaciones de la sociedad civil tuvimos la posibilidad durante un mes de intervenir nuestros territorios, de diseñar e implementar estrategias con nuestra silueta, de colocarlas, monitorearlas y llevar una bitácora de qué tipo de violencia sufrieron Nos parece increíble que las propias autoridades no tengan la posibilidad ni la voluntad política de generar estos atlas de riesgo de violencia y desigualdad en Puebla Capital. Lo cual puede funcionar para la implementación de política pública, para recuperación de espacios, para poder destinar presupuesto real al 51.2% de la población que somos las mujeres” afirmó Edurne Ochoa.
Para finalizar la presentación proporcionaron la metodología utilizada en Territorio Seguro, con el objetivo de replicar el proyecto en las demás ciudades del país. Y es que, coinciden en que es necesario realizar esta intervención en cada municipio, pero saben que no les es posible a ellas solas. Por ello, hicieron hincapié en la apertura que tienen para compartir su forma de trabajo, así como, para guiar a quien lo solicite.