Ballenato
Por Chavelo Chávez / @Ballenato_C
Creo que todos debemos aprender a escribir triste y aquí escribo un poco de mi experiencia y rutina.
Somos diferentes, pero lo que nos une es el sufrimiento. Entendernos es complicado y las experiencias que nos hacen únicos vibran en diferentes tonos. Lo que nos hace feliz tiene un rango de colores muy amplio, pero la tristeza, la tristeza resuena parecido para muchos.
Ver una película, o escuchar una canción con una narrativa alegre no necesariamente empatiza con todos; pero desconocernos, extrañar y el miedo a estar solos nos vulnerabiliza a todos.
Hay muchas cosas que saber, pero me gusta tener esto presente cuando escribo:
Cuando conectas con alguien más.
Leer, ver o escuchar algo que te haga sentir parecido a lo que tú sientes ayuda a encaminar una idea. Tomar de la mano a otra persona para ir a un espacio en tu cabeza es un gran atajo y cuando estés con la esencia en tu cabeza parte a donde quieres estar.
Un espacio seguro, físico y mental.
Starbucks en Chapultepec, sentado cerca de la pared, con una mesa pequeña muy cerca de mí. No estoy solo, pero no me siento observado, tengo algo que beber, no escucho a nadie, mi celular está apagado, así que puedo perder mi mirada, pues nadie espera nada de mí, el mundo se puede acabar y no lo sabría, es un lugar sano para escribir.
Tomar en serio tu escritura es prepararte, es tener un espacio donde no te sientes juzgado. Beber algo caliente siempre hace sentir sensible tu cuerpo, ayuda tener con que descansar tus ideas y poder regresar.
Ser un espectador.
No es la misma persona quien lo siente y quien lo escribe. La persona que lo siente es consecuencia de los sentimientos, la que lo escribe se siente inspirada por el sentiente, poder apreciar tu propia tristeza como espectador da una perspectiva de amor y respeto por alguien que resulta que eres tú.
Leerte.
Morir por una idea, no es buena idea, cambiamos y si en algún momento te vuelves a topar con tus viejos escritos te darás cuenta de lo que has crecido, esto puede ser 10 años después o una hora después.
Al final somos personas complejas y la tristeza honesta es irremediable, escribir sobre ella expone lo que te hace humano, ser vulnerable es poder respirar tu esencia, es soltarse de algo que no sabías que estabas agarrando, escucharte es tratarte con respeto.
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¿Cuánta tristeza se puede tener cuando la felicidad poco a poco se aleja?