Chile logró una vacunación relámpago, al igual que Estados Unidos y Reino Unido. Estos países han administrado más de 30 dosis por cada 100 habitantes, 25 más que el promedio mundial. Desafortunadamente, estos éxitos esconden una realidad turbia, pues se han logrado con acaparamiento a cuestas de otros países.
Por Andrés De la Peña / @andres_dlap
Foto portada: Christian Cantero / @ChristianCHMalv
Un artículo científico en el Diario Médico Británico estimó que, dado el suministro de vacunas, una quinta parte de la humanidad podría no tener acceso a ninguna dosis sino hasta 2022. El artículo también encontró que aproximadamente la mitad del suministro mundial se está dedicando exclusivamente a países de renta alta.
Los tipos de vacuna y de contrato de preventa
En términos prácticos, existen dos tipos de vacunas y dos tipos de contrato de preventa. Las vacunas se dividen entre aquellas que se administran en una dosis y aquellas que se administran en dos. Por este motivo, es erróneo considerar que la cobertura es igual al número de dosis o a exactamente la mitad de este mismo número.
El primer tipo de contrato se refiere a aquél que asegura un número de dosis y suele limitarse a vacunas que han pasado todas las pruebas clínicas; este primer tipo de contrato se le llama de compra comprometida, y una vez que se concreta se espera que tanto el Estado comprador como la farmacéutica que vendió las dosis se apeguen al acuerdo. El otro tipo de contrato es denominado de compra opcional. Consiste en “apartar” un número de dosis a un precio mayor, y permite que un Estado cancele su orden en cualquier momento y resulta mucho más flexible.
El tamaño del acaparamiento: dosis administradas
Para entender el tamaño del acaparamiento que está ocurriendo se deben considerar distintas perspectivas. Por un lado, están las dosis aplicadas, lo cual es información confiable (de gobiernos que informan avances) y tangible. Our World in Data ha recopilado gran parte de esta información de fuentes oficiales. Por otro lado, están los contratos de preventa. Se trata de información muy importante, pero menos precisa, ya que no es completamente transparente. Actualmente, el tablero del mercado de vacunas de UNICEF y el tracker de Bloomberg son fuentes muy completas.
Gráfica: elaboración propia con datos de Our World in Data.
Mientras que Estados como México, que sí tienen la capacidad para comprar más dosis, limitan su suministro voluntariamente o se apegan a la facilidad COVAX, otros hacen compras directas y estiran el suministro mundial. Por ejemplo, Israel logró vacunar a casi toda su población, concentrando el 2.6% de las dosis aplicadas en el mundo y contando con solo el 0.11% de la población global.
El acaparamiento se ha expresado, en términos de dosis aplicadas, en qué países con poblaciones muy pequeñas (pero con altos ingresos) han estado vacunando a un ritmo mucho más acelerado que el resto del mundo. El efecto ha sido tan dramático que la situación de Israel se ha vuelto más común que excepcional: países con una proporción muy pequeña de la población mundial tienen una proporción muy grande del suministro de vacunas.
Gráfica: elaboración propia con datos de Our World in Data.
India tiene una población de mil 133 millones de personas, el 17.8% de la población mundial, y ha aplicado el 8.3% de las dosis administradas. China, representa al 18.2% de la población mundial y ha aplicado el 14.6% de las dosis. Estados Unidos, con solo el 4.3% de la población mundial, ha aplicado el 29.8% de las dosis entregadas en todo el mundo.
Al dividir la proporción de vacunas aplicadas (del total global) entre la proporción de la población (del total global) en cada país, se puede observar qué tan injusta es la cantidad relativa de vacunas que este Estado ha adquirido. Este índice tiene un coeficiente de correlación con el producto interno bruto (PIB) per cápita de 0.397, mostrando que los países más ricos han sido los más propensos a acaparar vacunas.
Gráfica: elaboración propia con datos de Our World in Data.
El tamaño del acaparamiento: preventa de dosis
Los datos sobre la distribución de las dosis existentes son alarmantes, pero lo son aún más los datos sobre los contratos de preventa. Esta información es menos transparente y existe la posibilidad de que se estén negociando acuerdos secretos entre gobiernos y farmacéuticas. Sebastian Kurz, canciller de Austria, denunció hace poco que esto ocurre entre los países de la Unión Europea. Hasta ahora no hay evidencias de compras secretas, pero no es algo imposible, dado que muchos contratos no se han publicado.
Por supuesto, este tipo de información varía mucho según las fuentes,y se actualiza prácticamente a diario. Un motivo por el cual es difícil evaluar las preventas de vacunas es que cualquier acuerdo opcional puede cancelarse repentinamente. En este sentido, algunas compras excesivas pueden cancelarse cuando los Estados logren avanzar en su estrategia de vacunación.
Gráfica: elaboración propia con datos de UNICEF.
Gráfica: elaboración propia con datos de Bloomberg.
Hasta hoy, según el tablero de información de Bloomberg, los países que más han asegurado vacunas son India, la Unión Europea y Estados Unidos. Después de ellos está la facilidad COVAX y Reino Unido. Si se toman en cuenta también las vacunas apartadas como opcionales, COVAX lleva la ventaja, seguido de cerca por Estados Unidos y la Unión Europea.
Hay una discrepancia importante entre ambas fuentes (por ejemplo, en el caso de India) dado que se nutren de distintos flujos de información. Bloomberg tiene un equipo de periodistas internacional y ha asignado por lo menos dos personas a cada país para monitorear los anuncios más recientes. UNICEF, por otro lado, tiene acceso a reportes voluntarios de farmacéuticas y a datos directos de COVAX.
Sin embargo, es en estos contratos donde se esconde la desigualdad que viene en los días siguientes. Si se considera el escenario más optimista, solo el de los contratos concretados y que aseguran un suministro, hay países que han apartado suficientes vacunas para inocular a toda su población tres o hasta cuatro veces. En este rubro, Estados Unidos ha brillado por sus compras desmedidas.
La administración Biden-Harris tiene el proyecto político de desbancar al trumpismo de manera definitiva, por lo que Joe Biden prometió el 15 de marzo aplicar 100 millones de vacunas y repartir 100 millones de cheques en los siguientes 10 días. Según un seguimiento de las compras de vacunas por KHN y Politifact, la administración Trump compró 1,100 millones de dosis de seis farmacéuticas distintas.
Aún así, Biden abrió su presidencia reprobando la estrategia de vacunación de Trump y contratando dosis adicionales. Hoy, el tablero de Bloomberg registra que Estados Unidos ha asegurado 1,210 millones de dosis, mientras que el de UNICEF, que incluye opcionales, reporta una posible compra de hasta 3,460 millones.
La vacuna en Estados Unidos solo se aplicará a mayores de edad, que son 255 millones. Esto quiere decir que Estados Unidos ha comprado suficientes vacunas para inocular a su población 4.75 veces, y que si se concretan las ofertas de suministro opcionales ─lo cual no es muy probable, pues los ofrecimientos “opcionales” han sido más como cotizaciones que como contratos reales─, podría tener suficientes vacunas para inocular a todos los estadounidenses mayores de edad 13.57 veces.
A pesar de esta sobrecobertura, en la reunión Obrador-Biden, el mandatario estadounidense dejó en claro que no consideraría compartir vacunas con México o el resto del mundo hasta que hubiera inoculado a Estados Unidos. En este sentido, el “America First” de la campaña de Donald Trump se materializó como nunca antes en la administración demócrata.
El tamaño del acaparamiento: cobertura excesiva intencional
Queda una última y desalentadora estadística por considerar a nivel global: la cobertura contratada (en este caso, usando el tablero de Bloomberg, que se basa principalmente en dosis aseguradas y no en opcionales) como proporción del total de la población. El hecho es que varios Estados han optado por comprar muchas más vacunas de las que saben que necesitan porque esperan que, al distribuir sus órdenes entre distintas farmacéuticas, lograrán tener inocular a su población antes.
Gráfica: elaboración propia con datos de UNICEF.
Esta última visualización muestra la sobrecobertura intencional únicamente tomando como referencia acuerdos formalizados dentro de los registros de UNICEF y COVAX. Aún no queda completamente claro qué van a hacer Canadá y Estados Unidos cuando tengan cientos de millones de vacunas y ninguna persona sin inocular, pero lo que sí queda claro es que esta maniobra le ha costado al mundo su acceso y suministro a la vacuna. Si bien, el llamado de México en las Naciones Unidas para asegurar el acceso justo a la vacuna fue aplaudido unánimemente, parece que muy pocos Estados en la lista de países de renta alta lo tomaron en serio.
Crucialmente, con un suministro global tan limitado y estirado, es grave que se permita esta distribución en las preventas porque implica mayores costos y menor acceso para iniciativas como COVAX. Esta estrategia de parte de la Organización Mundial de la Salud, Gavi Alliance ─una fundación relacionada con Bill Gates y dedicada al acceso global a vacunas─ y la Coalición para la Preparación e Innovación ante las Epidemias, es un mecanismo para garantizar el acceso global a la vacuna contra el Covid-19.
Sin embargo, con las estrategias de acaparamiento de Estados de renta alta, las posibilidades de este mecanismo se ven cada vez más limitadas. Es por esto que se espera que algunos países no vean una sola dosis de vacuna, quizá, hasta 2022.