Ramón Eleuterio Orozco Delgado tenía 22 años cuando fue desaparecido, el 7 de junio de 2019, de su propio domicilio en Santa María del Pueblito en Zapopan, Jalisco; el 3 de septiembre de ese mismo año, su cuerpo fue localizado sin vida en la fosa clandestina ubicada en el bosque de La Primavera.
Pero no fue hasta agosto de 2020 cuando las pruebas genéticas dieron esa certeza a su familia; sin embargo, han pasado seis meses y su cuerpo no ha sido entregado porque tanto la Fiscalía del Estado de Jalisco como el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, les dicen que no lo harán hasta que lo tengan completo.
Sus hermanas piden que las partes de Ramón que ya dieron positivo a las pruebas de ADN les sean entregadas, pues a más de un año y medio de que la fosa fuera descubierta ven complicado que puedan recuperarlo por completo, y ya quieren acabar con su calvario.
Por Darwin Franco / @DarwinFranco
“Ya no queremos que el cuerpo de nuestro hermano esté ahí en el Semefo, él merece estar en un lugar santo para que pueda descansar después de todo lo malo que le pasó”, expresa María del Carmen, hermana de Ramón Eleuterio Orozco Delgado, quien está desde septiembre de 2019 en las instalaciones del Instituto Jalisciense de Ciencias Forense, luego de que su cuerpo fuera localizado en la fosa clandestina ubicada en el bosque de La Primavera, el 3 de septiembre de 2019.
En ese lugar y del interior de un pozo fueron exhumados 138 bolsas con restos humanos, tras los análisis forenses se determinó que los restos ahí localizados correspondían a, por lo menos, 46 personas. Lamentablemente, una de ellas era Ramón.
La denuncia por la desaparición de Ramón se interpuso ante la Fiscalía Especializada en la Desaparición de Personas de la Fiscalía del Estado de Jalisco, el 9 de junio; un día después, le fue tomada la muestra de ADN a su padre.
Sin embargo, pasaron los meses y de la Fiscalía nunca tuvieron respuesta sobre las acciones de búsqueda que deberían de hacer para localizar a Ramón.
Cuando se enteraron de la localización de la fosa en el bosque de La Primavera acudieron al Servicio Médico Forense (Semefo) para preguntar si entre las personas fallecidas no identificadas se encontraba Ramón.
Sus hermanas recuerdan haber visto todas las fotografías forenses, pero en ese momento no lograron identificarlo:
“Era una cosa tan horrible y ahí no lo identificamos, quizá, porque pensamos en un cuerpo completo, pero lo que nos mostraron eran puras partes de personas… y pues mi hermano no tenía tatuajes ni nada como para identificarlo”, cuenta Mayela.
Al no identificarlo siguieron esperando noticias del área de desaparecidos, pero de su parte sólo existió silencio: “No hicieron nada”, expresó María del Carmen.
La única llamada de parte de Fiscalía la recibieron hasta agosto de 2020 cuando les indicaron que ya habían localizado a Ramón, pero que lo habían encontrado sin vida.
Acudieron al Semefo y, efectivamente, les confirmaron que su hermano de 22 años había sido localizado en la fosa de La Primavera y que tras realizar diversas confrontas genéticas, el ADN de su padre dio positivo con la cabeza, tórax, pierna derecha y pieza dentaria de uno de los cuerpos exhumados de aquel pozo.
En ese momento, a causa de la pandemia por COVID-19, les dijeron a las hermanas Orozco Delgado que seguirían analizando pruebas para localizar las partes del cuerpo de Ramón que aún no tenían, pero que el proceso sería lento porque casi no tenían personal y que, por la contingencia, incluso, estaban trabajando menos peritos.
“De mi hermano nos hacen falta sus manos y una parte de la pierna izquierda, lo demás ya lo identificamos por eso del ADN y también porque vimos las fotos, una cosa que me dejó paralizada, pero sí era mi hermano… si es él, lo identifiqué por una cicatriz que tiene en su cabeza, pues yo se la hice cuando éramos niños”, precisó María del Carmen.
Mayela, quien se ha hecho cargo de exigir a Fiscalía la entrega del cuerpo de Ramón, narró cómo en diversas ocasiones ya les ha pedido que se lo entreguen así como está, pues no cree que vayan a encontrar lo que les hace falta de su hermano:
“Es una cosa desgastante saber que ya lo tienen ahí y que es él, y que no nos lo quieran dar… es bien desgastante estar yendo para ver si ya no lo van a entregar y que nos digan que todavía no… que vengan en 15 días…y ahí vamos y nada, que porque así como está no lo pueden dar… que hasta que esté completo”.
Resultados de genética entregados a la familia Orozco.
Ambas hermanas entienden lo que les dicen en Semefo, pero también exigen que ya se los entreguen porque no creen que vayan a encontrar completo a Ramón; primero, porque ya pasó mucho tiempo de que hallaron la fosa; y después porque se siguen localizando más fosas y eso retrasa todo el trabajo, tal y como se los remarcan en Fiscalía y en el IJCF.
“Me dicen que no se puede entregar un cuerpo así, pero yo les digo que no me niego a enterrar las manos cuando las encuentren, pero para nosotras ya es mucho tiempo, es un martirio… mi papá ya murió por todo este tema de un infarto y mi mamá ha sufrido mucho porque no puede tener el cuerpo de su hijo”, explicó Mayela.
“Nosotros lo que ya queremos es enterrarlo, así como está… y lo que nos falta de él claro que lo vamos a querer cuando lo encuentren, pero ahí en Semefo nos dicen que hay gente que luego abandona los cuerpos, pero yo le dijo que nosotros no… pero lo que queremos es ya recuperar su cuerpo… esto lo estamos aceptando bajo nuestra responsabilidad”, puntualizó María del Carmen.
Pese a esta responsabilidad que asume la familia Orozco Delgado, el ministerio público asignado a su carpeta de investigación les ha dicho que no es posible hacer la entrega el cuerpo de Ramón.
En el marco legal tanto de la Fiscalía como del IJCF no existe un fundamento legal para no entregar los restos de una que ha sido desarticulada corporalmente, pues si ya existen dictámenes forense que dan positivo en ADN o se da una identificación a través de fotografías se podría hacer la entrega de aquellas partes en las que sí hay certeza científica de la relación filial, esto bajo el común acuerdo de que se entregarán las partes restantes cuando sean localizadas y que la familia hará el reclamo cuando esto así ocurra.
Sin embargo, esto muchas veces no se hace para no evidenciar la falta de coordinación entre las distintas áreas de identificación del IJCF o para no mostrar la falta de trabajo de las y los ministerios públicos de la Fiscalía, pues éstos muchas veces son quienes no integran los resultados forenses a las carpetas de investigación.
Tal es el caso del expediente de Ramón, pues una vez que éste fue localizado sin vida su caso debía ser trasladado del área de desaparecidos a la de homicidios, pero no esto no ocurrió aunque a sus hermanas les dijeron que sí se había hecho, lo cual atrasó varios meses el reconocimiento de las partes de su cuerpo y, en consecuencia, la posible entrega de sus restos a sus familiares.
Las hermanas Orozco esperan que el cuerpo de su hermano ya les sea entregado, pues creen que él ya merece descansar en paz, en un sitio santo y no en el Semefo, lugar en donde permanece desde septiembre de 2019.
En los dos últimos años, de acuerdo con la Plataforma de Seguridad del Gobierno del estado, Jalisco se ubica entre los estados con mayor número de fosas clandestinas y de cuerpos exhumados; en 2019 y 2020 de 62 fosas localizadas se recuperaron 885 cuerpos de personas fallecidas sin identificar, muchas de ellas desarticuladas corporalmente, lo cual complica su identificación y la entrega de los cuerpos ya identificados a sus familias.