Todo es lo que parece
Por Igor Israel González Aguirre / @i_gonzaleza
En días pasados el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) hizo públicos los resultados del más reciente censo de Población y Vivienda, realizado en plena pandemia durante el 2020.
Desde luego, hay que aplaudir el esfuerzo que este instituto llevó a cabo para cumplir con esta labor. Quienes nos hemos desempeñado en el campo de la producción de información estadística sabemos que el levantamiento y el procesamiento de la información bajo estas condiciones son tareas nada, pero nada sencillas.
En este sentido, tengo la certeza de que una de las mejores formas de apreciar lo anterior radica en hacer uso extensivo e intensivo de lo que este censo puede aportar. Así que aprovecho este espacio para poner de relieve algunas cifras que resultan altamente relevantes para quienes trabajamos con sectores específicos de la población (población joven en mi caso). Ojalá y este desglose les sea de utilidad.
Así, de acuerdo con los datos arrojados por el #Censo2020, resulta que ahora somos más de 126 millones de personas las que habitamos este país. El 51.2 % del total son mujeres, mientras que el 48.8 % restante son hombres. Lo anterior implica un incremento de poco menos de 14 millones de personas con respecto a lo observado en el 2010.
Sabemos además que desde hace por lo menos medio siglo puede observarse una tendencia al envejecimiento de nuestra sociedad. La edad mediana en el 2010 era de 26 años. Hoy se sitúa en los 29 años. No obstante, prácticamente el 30 % (29.97 %) de las y los mexicanos se ubica entre los 12 y los 29 años.
En otras palabras, a pesar de la inversión de la pirámide poblacional, este país todavía cuenta con un componente juvenil altamente significativo. Todavía somos jóvenes.
Ahora bien, ¿cómo pinta el panorama sociodemográfico para Jalisco en el Censo 2020? Veamos la numeralia básica. En esta entidad federativa se contabilizaron 8 millones 348 mil 151 personas, de las cuales el 49.1 % son hombres mientras que el 50.1 % son mujeres. La edad mediana de la población es de 29 años.
En el mismo sentido, se tiene que el 30.1 % de quienes habitan en esta entidad se encuentra entre los 12 y los 29 años, por lo que puede afirmarse que Jalisco es ligeramente más joven que el agregado nacional.
De manera específica, hay 854 mil 735 personas en el grupo etario que abarca de los 12 a los 17 años. Esto representa el 34 % del total de las y los jóvenes jaliscienses. En cambio, entre los 24 y los 29 años (una edad altamente productiva en términos económicos) hay 803, 656 personas. Ello equivale al 31.9 % de la juventud estatal.
En este sentido, no es descabellado afirmar que el bono demográfico en la entidad todavía representa un potencial importante para el desarrollo social y económico. ¿Será que las y los tomadores de decisiones son capaces de actuar en consecuencia en el cortísimo plazo? Quién sabe. Los datos están en la gráfica que se presenta a continuación:
Por otra parte, en términos relativos se observa que el municipio que tiene mayor porcentaje de población joven en la entidad es Acatlán de Juárez, con un 34.8 %. Esto quiere decir que de sus 25,250 habitantes 8,796 tienen entre 12 y 29 años. Sin embargo, hay que precisar que dicho municipio constituye apenas el 0.3 % del total de habitantes de la entidad.
Con esta misma lógica se tiene que el 22.6 % de los habitantes de Ejutla se ubican entre los 12 y los 29 años: de los 1,981 habitantes 447 son jóvenes. Esto coloca a dicho municipio como el que cuenta con el menor porcentaje de este sector de la población en Jalisco (en relación con el total de la población que vive en el mencionado municipio).
En cambio, cuando se toma como base a los 2 millones 516 mil 531 jóvenes jaliscienses se observa que Zapopan es el que mayor peso tiene en la Zona Metropolitana de Guadalajara. Esto es así porque dicho municipio representa el 17.50 % de la población joven de la entidad. Le siguen en orden de importancia Guadalajara, con un 15.68 %, Tlajomulco, con el 9.22 %, Tlaquepaque que presenta un 8.49 %, Tonalá, con el 7.23 %, y El Salto, con 3.08 % del total de las y los jóvenes en el estado. Queda claro pues que la mayor parte de este sector poblacional (61 %) habita en esta metrópoli. Lo anterior queda más claro en la siguiente gráfica: no solo somos una entidad joven. También habitamos un estado sumamente urbanita.
En fin, dejo hasta aquí la aridez del glose de cifras. No quiero aburrirles más. Lo que me interesaba con este ejercicio apresurado era mostrar algunos de los datos del #Censo2020 que, sin duda, resultan relevantes para quienes trabajamos con población joven en Jalisco y en México.
De suyo estas cifras -aún estando en este nivel tan básico- permitirían vislumbrar hacia dónde y de qué manera deberían orientarse algunos componentes de la política pública local que contemplen un componente generacional.
Desde luego, hace falta incorporar a esta descripción aspectos vinculados con la educación, la seguridad social, la mortalidad, etc.
Hay que interrogarse acerca de cómo se distribuye espacialmente la precarización en la entidad. O en torno a las condiciones que posibilitan u obstaculizan el desarrollo y el bienestar de las y los jóvenes.
El cruce de estos ejes posibilita echarle una mirada a cómo se despliega el universo juvenil en la Jalisco e, incluso, contrastar nuestra realidad con lo que acontece en el resto del país.
Más aún, la numeralia que se desprende del censo en cuestión adquiere mayor densidad y consistencia -ojo, tomadores de decisiones- a la luz de otros fenómenos como el de la violencia. No hay que perder de vista que este sector de la población es tanto la principal víctima de este flagelo como el victimario más conspicuo.
Y nuestra entidad ocupa los primeros -y nada honrosos- lugares en esta materia. Es más: amenazo con profundizar en estos aspectos en las próximas entregas. Prometo menos números y más dibujitos y mapas.
Sea pues.