Sofía es residente en la Clínica 45 del IMSS en Jalisco. Su formación ha estado atravesada por la pandemia, la cual ha combatido en la primera línea de atención.
Ella sabe que la vacuna no es la única solución para terminar con el coronavirus, pero es lo que tenemos ahora; así que pide a la población que se vacune para no ser vulnerable y para no saturar los hospitales.
Por Christian Noe Cantero Mora / @ChristianChMalv
El pasado 13 de enero, el Gobierno de Jalisco comenzó la campaña de vacunación Anti-Covid para el personal del sector salud; en tres días se aplicaron 24 mil dosis a quienes forman parte de la primera línea de ayuda en esta crisis sanitaria.
Sofía fue una de las personas que recibió su vacuna. Ella forma parte de la Clínica 45 del IMSS en Guadalajara, Jalisco; ahí labora como residente y apoya en la atención a pacientes con COVID-19.
Aunque ella no les atiende directamente si está en contacto directo con los médicos adscritos a esa clínica están dentro de las áreas COVID: “a mí personalmente no me ha tocado atender a pacientes de COVID, pero sí me ha tocado verlos en cirugía”, dijo la residente.
También habló sobre de las dificultades más notorias que viven algunos de los hospitales en Jalisco:
“Lo que se ve mucho desde dentro del instituto, es que no hay suficientes insumos ni suficiente personal, cada día hay más contagiados y más casos (…) cada día se necesitan más y más recursos, pero no tenemos para cubrirlos, antes no era tan seguido y ahora es cosa de todos los días, a veces otros doctores tienen que bajar al piso covid-19 para atenderlos y a veces no hay los suficientes para atender”.
De acuerdo con el Sistema de Saturación Hospitalaria de la Red IRAG, la Clínica 47 -también conocida como el Hospital Ayala- en la que ella labora tiene (al 31 de enero de 2021) tiene una ocupación de camas para atención general del 86% y una ocupación total en camas con ventilador; es decir, es un hospital con situación crítica en la atención.
Ella explica que en la clínica hay ocho quirófanos, pero estos no pueden trabajar todo el tiempo de manera simultánea, algunos están reservados para cirugías de urgencia y algunos (cirugías) programadas, lo cual también deja de lado a los pacientes que no son precisamente por COVID-19, pues las y los médicos han tenido que focalizar su trabajo a la pandemia.
“Eso nos habla de que hay mucha atención medica que también se está atrasando, hay pacientes que padecen otras enfermedades que, quizá, no son mortales, pero de igual manera requieren atención y no la están recibiendo. Esto está muy feo porque a la larga va a afectar muchísimo al sector salud, porque cuando se acabe esto de la pandemia (y no sabemos cuándo va a ser) va a haber mucho rezago y quizás muchas complicaciones de pacientes que no se atendieron cuando se tenían que atender”, expresó con preocupación.
“Yo creo que el mayor problema aquí es que se están superando los recursos y se está atrasando la atención de otras enfermedades”, remarcó.
Debemos aplicarnos la vacuna
Sofía habló sobre la perspectiva que tienen algunas personas sobre la vacuna Anti-COVID:
“Hablan como si fuera medicamento, como si ´así ya no me va a dar covid´, pero en realidad las vacunas funcionan para que, en nuestro sistema inmunológico, tenga ya reconocido el virus, y así si te llegas a enfermar pues no pase de ahí, que sea un resfriado y eso sea todo”.
Para ella, la vacuna es para que la población no sea tan vulnerable al virus:
“Con el COVID-19 el detalle es que nadie teníamos defensas y como todos nos podemos enfermar al mismo tiempo saturamos los servicios de salud, ese es el problema de esta pandemia, la saturación de los servicios de salud”.
Lo que se busca con la vacuna es que las personas tengan cierta inmunidad hacia este virus y que no se compliquen los pacientes para que no necesiten ocupación hospitalaria, de tal manera si se necesita la asistencia médica: “sea lo básico, como quedarnos en casa, tomar el medicamento para los síntomas, descansar y a veces con eso es suficiente”, explicó.
En su experiencia con la vacuna, Sofía fue clara al señalar que:
“Yo personalmente no lo siento como un alivio, porque a mí ya me dio COVID, para mí fue un resfriado muy cansado… para mí que me hayan puesto la vacuna es como todos los años que te ponen la vacuna de la influenza, sabes que es para ayudarte y por prevención, pero tampoco estás exenta, ´porque ya tienes vacuna no te va a dar COVID-19´, pues no, se trata de que, si te contagias, los síntomas serán con menos intensidad. Entonces, para mí personalmente tiene menos impacto, pero para la población en conjunto sí tiene gran impacto porque justamente evitará que los servicios de salud se saturen”.
Aconseja no tenerle miedo a la vacuna, pues dice que las personas desconfían por la rapidez con la que se trató la vacuna; sin embargo, aclara:
“No es lo mismo que hace 20 años, lo que se tardaban las investigaciones biológicas, ya estamos más avanzados y aparte de que avanzamos a marchas forzadas, una vacuna que no está regida bajo los estudios pertinentes, no se comercializa, si se está distribuyendo es porque ya cumplió con todos los estándares para hacerlo”.
Por último, reiteró sobre la importancia de las medidas de seguridad para prevenir el contagio de COVID-19:
“Espero que la gente le tenga respeto al COVID-19, aunque no es un virus muy letal, es un virus muy contagioso, no todos van a morir o se van a complicar, pero quienes sí, se agravan y pueden morir, por eso hay que seguir las medidas de seguridad, por lo menos las mínimas, usar cubrebocas, lavarse las manos, así como reiterar que los cubrebocas de tela no son los más eficientes o seguros”.
La segunda aplicación de la vacuna Anti-COVID para el personal de salud de Jalisco se aplicará en las primeras semanas de febrero; aquí el plan de vacunación que se seguirá para el resto de la población.
