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Las brigadas correcaminos, que en febrero llevarán la vacuna contra covid-19 a los rincones más lejanos del país, pretenden vacunar a 3 millones de personas adultas mayores de las regiones rurales del país en tres semanas. Son la clave de la planeación para cubrir mayor cantidad de personas en el menor tiempo
Por Arturo Contreras Camero / Pie de Página
Foto: Archivo/Cortesía Dani Alvaveal
CIUDAD DE MÉXICO. Desde el pasado 8 de diciembre, cuando el gobierno Federal dio el primer esbozo de su plan de vacunación anunció que, después del personal médico, la vacunación llegaría primero a las personas de la tercera edad, en una etapa que abarcaría de febrero a marzo de este año. Sin embargo, la operación iniciará en las zonas rurales más lejanas, donde vive menos gente y se han registrado menos casos de Covid. Entonces ¿por qué optar para vacunarlos primero a ellos?
En la conferencia vespertina que diario sostiene en Palacio Nacional, el subsecretario de Salud y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell aseguró que la decisión fue motivo de un profundo análisis del grupo técnico asesor de vacunación, el grupo de científicas, científicos y especialistas de distintos campos de la salud que determinan este tipo de estrategias
“Uno de los análisis del grupo asesor de la vacuna es precisamente para contestar esta pregunta: ¿Cuál es la distribución geográfica óptima de la vacunación contra el virus Sars-Cov-2 para prevenir Covid cuando se tiene tal incertidumbre sobre la fabricación de este producto?”, dijo el subsecretario.
Para definirlo, el gobierno Federal creó tres tres zonas geográficas: La de las zonas rurales dispersas; las zonas conurbadas y las urbes, es decir las ciudades pequeñas y medianas, además de las zonas metropolitanas.
“Si se ponen vacunas en las zonas de mayor intensidad de la epidemia, se pondrían en las zonas urbanas, sobre todo las metrópolis, la Ciudad de México por ejemplo, pero, en estos territorios va a ser mucho más lenta la cobertura de vacunación porque la meta es grande, hay más población, comparado con lo que hay que cubrir en ciudades intermedias en tamaño o las zonas rurales”, explicó.
“Cada día de trabajo en las zonas urbanas, es también un día de retraso en las zonas rurales”, advirtió el secretario y después continuó: “En las zonas rurales se avanza mucho más rápido, a pesar de que la logística es compleja porque están más apartadas y las vías de comunicación son más limitadas. El operativo fue diseñado para tener una intervención aguda e inmediata y estimamos que en una semana vamos a cubrir toda esa extensa región rural, dispersa, en donde residen tres millones de adultos mayores”.
El subsecretario recordó que en el mundo la restricción más importante para la obtención de las vacunas, es su tiempo de fabricación, algo que consideró un factor externo. “En México no tenemos restricciones para ponerlas, en cuanto llegan, se ponen inmediatamente. Lo importante es que está hasta cierto punto indeterminado la velocidad a la que llegarán”, explicó.
Después de esa semana en la que las Brigadas correcaminos cubrirán la zona rural se desplazarán a las zonas urbanas intermedias y grandes. “El detalle fino de qué tamaño de ciudad es en la que se empieza, si en la más grande, la Ciudad de México, indiscutiblemente, o las intermedias, es motivo de este tipo de análisis, pero por ahí va la lógica”, añadió López Gatell.
Este grupo de análisis está encabezado por la doctora Celia Alpuche Aranda, quien es la directora del Centro de Investigación Sobre Enfermedades Infecciosas, del Instituto Nacional de Salud Pública. En él participan también Alejandro Cravioto Quintana, especialista en vacunas, y el doctor José Ignacio Santos Preciado, quien es actualmente el secretario del Consejo de Salubridad General, además de otros 19 expertos.
Desde hace tres días la velocidad de aplicación de vacunas en el país aceleró, al iniciar la vacunación en 876 hospitales de todo el país. Una vez termine la aplicación de la vacuna al personal de los hospitales de todo el país, esas mismas brigadas recorrerán los pueblos más remotos del país para inocular a adultos mayores de 70 años.
Estas brigadas estarán formadas por dos servidores de la nación, dos promotores de programas sociales, cuatro elementos de seguridad que podrán ser del Ejército, de la Marina o de la Guardia Nacional, un enfermero, un médico y dos voluntarios.
Hasta el momento en el país se han aplicado 415 mil 417 dosis de la vacuna desarrollada por el laboratorio Pfizer-BioNTech.
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