Desde hace 20 años, las y los habitantes de la comunidad de Mezcala, municipio de Poncitlán, Jalisco iniciaron la lucha por la restitución de sus tierras. Actualmente aún queda pendiente la resolución del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, la cual, podría ofrecer justicia al pueblo de indígena de Mezcala, condenando al empresario Guillermo Moreno Ibarra Sánchez y devolviendo las 10 hectáreas del predio “El Pandillo”, que les pertenecen.
Por Aletse Torres Flores / @aletse1799
El Lago de Chapala, además de ser un punto de referencia para el turismo en Jalisco, esconde algunos sitios muy importantes para la cultura e historia de México. Uno de ellos es la Isla de Mezcala, donde residen los “comuneros”, es decir, los guardianes del territorio, encargados de preservar sus tierras.
Sin embargo, las y los guardines junto con las y los habitantes de esta comunidad indígena de Jalisco, se encuentran en un proceso de recuperación de sus tierras, pues, pese a que les pertenecen por razones históricas, desde hace 20 años esperan la restitución de una superficie aproximada a las 10 hectáreas, ubicadas en el cerro denominado “El Pandillo”, que le fueron otorgadas de manera ilegal al empresario Guillermo Moreno Ibarra.
Rocío Moreno, comunera de Mezcala, expone que durante este tiempo han muerto muchísimos comuneros esperando una sentencia que les dé justicia. Se trata de hombres y mujeres valientes que con su vida hicieron frente a esta batalla contra el despojo.
El juicio
Hace 20 años, los “abuelos” y “abuelas” comenzaron esta lucha, la primera denuncia fue el 14 de mayo del año 2002. Los comuneros acudieron ante los Tribunales Agrarios a reclamar la restitución de la superficie ya mencionada, adquirida ilegalmente por Moreno Ibarra.
Después, en septiembre del año 2014 el Tribunal Unitario Agrario Distrito XV, emitió una resolución dentro del expediente 475/2013, el cual condenaba a Guillermo Moreno Ibarra y a Crescenciano Santana Sánchez (su testaferro) a restituir a la comunidad Indígena la superficie que les habían robado.
Cinco años más tarde, el 14 de febrero de 2019, dicha resolución fue confirmada de nuevo en todos sus términos por el Tribunal Superior Agrario, al resolver de manera favorable el recurso de revisión 470/2014-15. Dicha resolución también obligaba al empresario demandado y a su testaferro a restituir a la comunidad indígena la superficie que ilegalmente ocuparon.
Pero Moreno Ibarra y Santana Sánchez, interpusieron un amparo directo, de número 121/2019, ante el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Tercer Circuito, exponiendo que formaban parte de la misma comunidad que los demandaba.
A pesar de ello, dentro del recurso de revisión 390/16, del índice del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Tercer Circuito, se determinó de manera firme ratificar la sentencia emitida. Moreno Ibarra debía de ser juzgado en su carácter de particular invasor y no como comunero, tal y como sucedió en 2002, año en el que se le demandó la restitución de la superficie.
Para Rocío, este fue un gran logro, ya que, de haberse juzgado como comunero, no sería un tema de restitución de tierras sino un conflicto interno con la comunidad; al final “él hubiera ganado”, expresó.
Rocío Moreno, Comunera de Mezcala. Fotografía Gabriel Trujillo
No obstante, en noviembre de 2019, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa se declaró incompetente para resolver la situación que se planteaba, pasándola nuevamente al Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa. Al respecto, Roció Moreno, comenta que “si esto no hubiera pasado, entre enero y marzo del 2021 ya tendríamos una sentencia”.
Actualmente la comunidad está en espera de la próxima fecha de juicio. De acuerdo con el abogado Rubén Ávila, legalmente el juicio puede ser aplazado hasta 8 meses, siempre y cuando no cierren los tribunales por la pandemia de la COVID-19, como sucedió en el año 2020.
“Ellos no han pisado la cárcel, en cambio nosotros sí”
Durante estos 20 años, el pueblo Coca de Mezcala ha sufrido represalias en la defensa de su tierras y territorio.
En este tiempo, 16 personas han sido encarceladas; la primera vez sucedió en 2002 cuando Crescenciano Santana Sánchez, compañero de Moreno Ibarra, fue detenido por las autoridades municipales debido a una falta administrativa. El empresario Moreno Ibarra denunció a cinco comuneros de secuestro, los encarceló y después de tres años se falló a favor de la comunidad, liberando a los acusados.
La segunda detención aconteció en 2011, luego de que un grupo de 50 personas subiera a desinstalar una represa de agua. En aquella ocasión se detuvieron a 11 comuneros y habitantes por el cargo de “daños a las cosas”. Este juicio penal duró 7 años y también se determinó la inocencia de los detenidos.
Lamentablemente, las intimidaciones, las amenazas y el abuso del poder aún no terminan. La comunidad reconoce que Moreno Ibarra cuenta con un grupo armado que suele rondar por la isla, en ocasiones en grandes camionetas y con sujetos encapuchados. Sin embargo, a pesar de las denuncias que se han hecho, las autoridades municipales se muestran indiferentes ante la situación, dejándolos solos:
“Nosotros lo hemos hecho por el lado legal y nunca han pisado la cárcel y nosotros sí”, exclamó la comunera.
El juicio, también ha fragmentado a la población; una de las causas de esta división han sido las promesas de Guillermo Moreno, quien ha ofrecido “mejores oportunidades de vida”, “mayores empleos” y una nueva “visión de su comunidad con la entrada del sector inmobiliario”. No obstante, tanto Rocío como los demás comuneros y comuneras, saben que estas promesas son falsas:
“Ahí tenemos de ejemplo Ajijic o Chapala, si tienen trabajos, pero son precarios, y ahora la diferencia es que rentan casas cuando antes eran dueños”.
Así lo confirma también el Director de Catastro del Ayuntamiento de Chapala, Héctor Velázquez Sánchez, quien expuso que entre los meses de abril y junio del 2020 se presentó una reducción de trámites de transmisión y de dominio de tierras de hasta un 30%, lo que impidió la llegada de 600 mil pesos a las arcas municipales.
Es más que solo tierra, es su identidad
“Cuando un pueblo pierde su lengua lo que hace es refugiarse en su territorio” sentenció Rocío Moreno.
En el transcurso de la conquista española, el pueblo indígena de Mezcala perdió su lengua, su vestimenta y, en general, gran parte de su identidad; por ello, su territorio resulta tan importante, pues les mantiene anclados a su cultura y a sus tradiciones, que incluyen cerca de 28 fiestas y danzas año con año.
De esta manera, Rocío explica que ganar este juicio y dar el siguiente paso, será una victoria importante, tanto al interior de la comunidad, como hacia afuera, ya que podrán dar el mensaje de que no importa cuánto tiempo pase, ésta es su tierra y no están dispuestos a venderla.