Por Mónica Cerbón / A dónde van los desaparecidos
Por primera vez, familiares de personas desaparecidas originarias del municipio de Lagos de Moreno, Jalisco, visitaron las instalaciones de la Fiscalía General del Estado de Aguascalientes para hacer reconocimiento de cuerpos no identificados, resguardados en el Servicio Médico Forense.
Poco después de las nueve de la mañana del viernes 4 de diciembre, y montados en un camión amarillo facilitado por la presidencia municipal de Lagos de Moreno, 25 familiares, la mayoría mujeres, de 11 personas desaparecidas, llegaron a Aguascalientes.
Familiares de personas desaparecidas, integrantes de la Caravana de búsqueda, llegaron a Aguascalientes.
Crédito: Mónica Cerbón.
“Decidimos venir a buscar, ver si hay algún cuerpo de nuestros familiares aquí en Aguascalientes. Tenemos pensado recorrer los semefos alrededor de Lagos de Moreno y también iremos a Guanajuato”, dijo en entrevista Lourdes Wario, hermana de Anselmo Wario, desaparecido en Lagos de Moreno en 2015.
En México, la posibilidad de que una víctima de desaparición haya sido llevada a una entidad diferente a la de origen, ocasiona que las familias tengan que trasladarse a otros estados y hurgar en morgues y registros de las fiscalías estatales, que no tienen un sistema homologado de información y no siempre comparten datos de las carpetas de investigación de cada caso.
Las luces del auditorio de conferencias de la Fiscalía de Aguascalientes se apagaron para proyectar fotografías de 34 personas fallecidas no identificadas desde el 2017 y hasta el 2019. Tres niños que acompañaban a sus familiares salieron del auditorio, esperaron al pie de la puerta.
La información, presentada en archivos PDF, contenía datos de rasgos particulares (estatura, complexión, detalles faciales, color de piel), vestimenta, edad aproximada, fecha de hallazgo y la fotografía de los cuerpos, la mayoría de hombres. Muchos de ellos asesinados con brutalidad.
Como sucede en los semefos de Puerto Vallarta o de Lagos de Moreno, en Aguascalientes, la Fiscalía tampoco tiene filtros de búsqueda. Para encontrar a algún familiar desaparecido hay que mirar todas las fotografías disponibles de cuerpos asesinados no identificados. Un proceso doloroso para las familias de personas desaparecidas.
María Beatriz Aguilar López está buscando a su hermano, José Cruz Aguilar López, desaparecido el 8 de febrero del 2020. José tiene 30 años. Es alto, moreno y de nariz prominente.
“Nada más sabemos que fue a trabajar y en su trabajo pidió permiso para salir por un refresco y ya no regresó. Es ordeñador. No hay nada en la Fiscalía de Lagos de Moreno, no nos informan nada”, dijo.
Sanjuana Espinoza Villalobos, María Beatriz Aguilar López y Mercedes Hernández en la Fiscalía de Aguascalientes. Crédito: Mónica Cerbón.
María Zenaida Barrasa busca a su hijo, Juan Israel Gómez Barrasa, un muchacho de 20 años con ojos azul claro intenso, desapareció el 26 de abril del 2020 en Lagos de Moreno. Juan salió a comprar el desayuno y no regresó. Esta es la primera vez que María Zenaida visita Aguascalientes y el primer lugar que conoció fue la morgue.
María Zenaida Barrasa busca a su hijo, Juan Israel Gómez Barrasa. Crédito: Mónica Cerbón.
Como ellas, Ana Beatriz Amézquita tiene un hijo que desapareció en 2020, el 3 de julio. Se llama Edwin Guillermo Contreras, tiene 26 años. Y Maribel Ramos, que busca a su hijo Mauricio Rodríguez, de 15 años, desaparecido al medio día del pasado 4 de agosto.
Pero sobre los registros de cuerpos no identificados correspondientes al año 2020, el personal de la Fiscalía estatal explicó que el archivo se encontraba dañado, por lo que sólo mostraron fotografías de alrededor de 21 cuerpos, la vestimenta y pertenencias con los que fueron encontrados. Sin filtros de edad aproximada o rasgos físicos. Algunos de los cuerpos mostrados estaban irreconocibles, en avanzado estado de descomposición o eran fragmentos de osamentas imposibles de distinguir.
Enrique Zamarripa Tavarez desapareció el 24 de diciembre del 2015, cuando tenía 25 años, y su madre, María del Carmen Tavarez Amézquita, ha visitado dos semefos: el de Lagos de Moreno y ahora el de Aguascalientes. Catalina Mireles, líder del grupo, busca a su hija, Ana Elvira Castillo, también desaparecida desde hace cinco años. Desde el 2015, María de Jesús García busca a su hijo, Hermión Luna.
María de Jesús García busca a su hijo, Hermión Luna García. Crédito: Mónica Cerbón.
Sanjuana Pedroza estuvo en Aguascalientes para buscar a Juan Carlos Gallardo Pedroza, su hijo, desaparecido el 17 de febrero del 2018. Tenía 17 años. En años pasados, Sanjuana ha buscado en el semefo de Lagos de Moreno y en el de Guadalajara.
Mercedes Hernández busca a Juan Carlos Noriega, es su hijo, desapareció el 20 de abril del 2018, cuando tenía 20 años. En su fotografía Juan Carlos luce sonriente, lleva el cabello corto y tiene un arete en la oreja izquierda.
“Nos sentimos bien porque no encontramos nada, sí queremos encontrarlo sea como sea, pero preferimos que no sea en esas condiciones. Si Dios quiere que así sea, pues ni modo. Pero estamos bien de no haberlo encontrado así”, dijo al salir del anfiteatro.
En el semefo de Aguascalientes ningún cuerpo fue reconocido, ni del 2020 ni de los años anteriores.
De acuerdo a los datos de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) en Lagos de Moreno permanecen desaparecidas 317 personas, es uno de los municipios de Jalisco con mayor número de reportes de desaparición. Mientras que en Aguascalientes hay registro de 256 personas desaparecidas.
Dentro de la Fiscalía los familiares sostuvieron una reunión con el fiscal especializado en Investigación de Personas Desaparecidas y No Localizadas, J. Isabel Hernández Vargas, y la ministerio público Celina Martínez. Durante el proceso, las mujeres que buscan a sus personas desaparecidas estuvieron acompañadas por las integrantes del Observatorio de Violencia Social y de Género (OVSGA).
*Mónica Cerbón es periodista mexicana freelance y reportera de investigación. Cuenta historias de la región centro del país. Se ha especializado en derechos humanos, empresas trasnacionales, medio ambiente y corrupción. Es integrante del proyecto A dónde van los desaparecidos.