Denise Dresser, Mercedes Pedrero Nieto, Alexandra Zapata y Sofía Ramírez Aguilar, reflexionaron sobre el género en tiempos de crisis, en el marco de la edición 34 de la Feria Internacional del Libro (FIL) 2020.
Por Samantha Anaya/Sam_An16
“2019 fue el año en el que muchas salimos vestidas de morado al Zócalo, con el puño alzado y con un pañuelo verde alrededor del cuello” afirmó Denise Dresser quien reconoció la lucha feminista y su fortalecimiento.
Sin embargo, advirtió que, con la llegada de la pandemia, el movimiento se vio limitado; aunque eso no representó la reducción de las violencias contra las mujeres, por el contrario, señaló “la violencia de género que vivían las niñas y las mujeres en el trabajo o en la escuela se ha replicado en el hogar”.
Una situación que, en su opinión, ha llevado a las mujeres, pese a los riesgos sanitarios traídos por la pandemia, a salir a las calles y a retomar los espacios públicos:
“Están tomando riesgos para tomar el espacio público, porque la pandemia está segando a las autoridades, porque nos encontramos ante un contexto en el que las mujeres no tienen ni el derecho de ir a denunciar. Y durante este activismo que sostienen los feminismos durante la pandemia, vemos como las redes sociales se han convertido en un espacios para agredir a las mujeres, y estas agresiones se mezclan con la indiferencia de las instituciones, que minimizan la violencia y la hacen a un lado, la cual se ha encrudecido aún más por la crisis sanitaria”.
En cuanto a la lucha de las diversas colectivas feministas en el histórico 8 de marzo de 2020 y, posteriormente, el 9 de marzo, la columnista señaló que:
“Pensamos que habíamos llegado a un parteaguas, para contrarrestar la mano negra de quien dice que nos estamos organizando para patear a la 4T. Me parece importante puntualizar el hecho de que las mujeres históricamente hemos pagado un precio muy caro por ser escuchadas, y la pandemia, en muchos casos, ha venido a silenciarnos. Muchos hombres están buscando silenciarnos (el presidente, por ejemplo) diciéndonos cuándo y por qué o por quiénes se debe pedir justicia. Después vino el 9 de marzo, creado para demostrar cuál es el papel que nosotras en la sociedad. Después de esos dos momentos, de toda esa efervescencia, ¿qué sucedió? De nuevo, la pandemia con sus consecuencias del confinamiento, de la violencia doméstica, y ¿cuáles han sido las acciones del gobierno para solucionarlo? Hemos visto a un gobierno que no le toma la importancia debida. Pero el movimiento feminista sigue vivo, para la sorpresa del gobierno”
También, Dresser subrayo que, “las mujeres en México están ahora más enojadas que nunca” debido al aumento de la violencia de género y la nula respuesta de los gobiernos para solucionarlo: “matan a 11 de nosotras al día, y además vemos cómo otros tipos de violencia se han recrudecido” puntualizó.
Por ello, Dresser expresó que, en un país como México, ser mujer “es un peligro”, aun más en medio de una pandemia y frente a “gobiernos que son desdeñosos con las demandas feministas”:
“Las feministas debería ser aliadas de un gobierno que se dice de izquierda, pero lo único que ha hecho es ridiculizar y deslegitimar las demandas de las colectivas feministas. Ante el panorama actual, de nuevo, nos ven a las mujeres desde un prisma de roles tradicionales, donde en esta pandemia las narraciones patriarcales quieren que nosotras nos encarguemos del cuidado del hogar y de toda la familia”.
Mexicana: ser mujer en medio de la crisis económica
Mercedes Pedrero explicó que la crisis económica, como resultado de la pandemia, ha impactado la vida de las mujeres de manera diferenciada y, a la vez, son quienes se han visto mayormente perjudicadas en comparación con la población masculina en el país.
Según advirtió, esto se debe a que en su mayoría son microempresarias y dueñas de pequeñas o medianas empresas que el gobierno catalogó como “no esenciales”, situación que las llevó a cerrar durante largo tiempo en el periodo de emergencia sanitaria y cuarentena:
“Son las mujeres quienes tienen empresas de alimentos, costura, salones de belleza, y son estos mismo negocios los que han sido catalogados como no esenciales, así que han tenido que cerrar prácticamente, pues, en promedio, estos tipos de empresas medianas y pequeñas empleaban a cinco personas, pero ahora apenas pueden subsistir ellas mimas. Por otro lado, están las trabajadores domésticas, quienes, además de la reducción en su salario, están mayormente expuestas a contraer el virus”.
Este es el panorama en cuanto a los trabajos remunerados realizados por mujeres, pero ¿qué ha pasado con el trabajo doméstico?, de acuerdo con Pedrero, éste ha ido aumentando como consecuencia “de que el trabajo remunerado ha disminuido para las mujeres a causa de la pandemia”:
“Ahora hay que hacer más comida, porque no se puede salir a comer, atender a los niños que toman las clases en línea, y tener que estar constantemente desinfectando por el riesgo de la emergencia sanitaria”.
Asimismo, Sofía Ramírez, manifestó que la crisis económica y laboral para la población femenina en México ha violentado aún más sus derechos humanos, en este caso, el derecho al trabajo:
“Estamos ante el mercado de cuidados, es decir, ante el gran ausente en la economía mexicana, ya que vemos que en la pandemia se han perdido, no sólo más empleos de mujeres que de hombres, sino que ahora ellas no pueden regresar a laborar, porque la brecha se ha incrementado. En los sectores formales como informales donde había laboraban más mujeres, es donde ha habido más despidos, y por ello permanecen, ahora, aún más en el hogar. Por lo anterior, se han incrementado las horas de trabajo en el hogar para las mujeres”.
Aunado a las desigualdades de género, se encuentra la brecha económica entre la población mexicana en general, es decir, la violencia de género se encrudece en los sectores más pobres:
“Hay sectores de mujeres que pueden pagar un apoyo extra, para ayudarles en las tareas domésticas y para el cuidado de los niños, ayuda que, casi siempre, es otra mujer, que a su vez debe dejar a sus hijos con el vecino o cualquier otra persona. Esta disparidad socioeconómica ya estaba, pero se ha marcado más, y también vemos que hay cada vez más hogares encabezados por mujeres que deben salir sí o sí a trabajar, pero cómo si no hay empleos para mujeres”.
La brecha de desigualdades de género agudizada frente a un gobierno indiferente
Por su parte, Alexandra Zapata, enfatizó sobre la ineptitud y la indiferencia del Gobierno federal para dar solución a los problemas que afectan, especialmente, a las mujeres, ya que, incluso antes de la emergencia sanitaria, la estrategia implementada por la llamada 4T y su “política de austeridad” ha dejado a la deriva a la población femenina del país:
“No sólo no hay proyectos, políticas y presupuestos para atender estos desafíos, sino que cada que hay recortes presupuestales, como los que ha hecho la 4T desde que comenzó, afectan principalmente a las mujeres. Cuando hay menos disponibilidad en los servicios de salud, economía y educación, seguridad pública, las que pagamos de manera desproporcional somos las niñas y mujeres, porque somos quienes corremos más riesgo al salir a las calles, las niñas quienes deben dejar la escuela, la saturación en los servicios de salud hace que las mujeres ‘sean las elegidas’ para cuidar de los enfermos, y, como ya hemos escuchado, se han perdido más empleos de mujeres” concluyó.
La Conferencia Mexicana: el género en tiempo de crisis estuvo a cargo de mujeres especialistas en política, estudios de género, educación y economía, quienes conversaron sobre los efectos que la pandemia ha traído consigo para el bienestar, la seguridad, la igualdad y la vida de las mujeres en México. El espacio de discusión estuvo a cargo de:
*Denise Dresser, analista política, escritora y profesora del Instituto Tecnológico Autónomo de México; columnista en la revista Proceso; editorialista del periódico Reforma y una de las 50 mujeres más poderosas de México de acuerdo con la revista Forbes.
*Mercedes Pedrero Nieto, académica del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); especialista en análisis sobre el trabajo no remunerado y el uso del tiempo con perspectiva de género.
*Alexandra Zapata, investigadora y analista, y entre sus aportes y trabajo se encuentran su participación en proyectos educativos, como: MejoraTuEscuela.org, y #3de3 en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
*Sofía Ramírez Aguilar, directora general de México ¿Cómo Vamos?, especialista en temas de transparencia, anticorrupción y rendición de cuentas.
Y Sonia Muñiz, doctora en sociología y directora del Centro de Estudios de Género de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Denise Dresser, Mercedes Pedrero Nieto, Alexandra Zapata y Sofía Ramírez Aguilar.