El gobernador, Enrique Alfaro, anunció que se tiene previsto que las y los estudiantes jaliscienses regresen a clases presenciales, el próximo 25 de enero del 2021. El regreso estará supeditado a un diagnóstico epidemiológico que se presentará el 11 de enero.
El regreso a las escuelas movilizaría de manera inmediata al 15% de la población del estado; lo cual implica un riesgo de contagios por el aumento de la movilidad social y la concentración de personas en lugares cerrados.
Otra complicación es que el 20% de las y los profesores no podrán regresar a dar clases al ser población vulnerable.
Por Darwin Franco / @DarwinFranco
Conforme a los datos de la Secretaría de Educación Jalisco, en el estado hay 2 millones 327 mil 668 estudiantes matriculados para el ciclo escolar 2019-2020; esto representa el 27.7% de la población total, pero si a ello se le suman los 99 mil 333 profesoras y profesores que laboran en los 15 mil 202 centros escolares, la comunidad escolar representa: el 30% de toda la población.
Pese a ello, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, presentó su propuesta para regresar a clases presenciales, el próximo 25 de enero de 2021, pues a su parecer ya no se puede frenar más el futuro educativo de las y los estudiantes.
Este regreso a clases estará supeditado a los resultados del diagnóstico epidemiológico que se presentará el 11 de enero para saber si hay condiciones para retornar a las aulas; aunque no se presentó ninguno de los indicadores que se usarán para medir el riesgo, el gobernador sí aclaro que:
“Las clases presenciales son optativas para los padres de familia, si un papá no se siente seguro de que su hijo regrese a clases, no está obligado a mandarlo a clases, podrá tener una alternativa de educación a distancia para que pueda quedarse en casa, no podemos obligar a nadie”, explicó el gobernador.
Desde que se dejó de ir a clases presenciales, en marzo de este año, la movilidad social en el estado bajó considerablemente y esto contribuyó a frenar la incidencia de contagios, pero si se regresa a clases sin tener un real control epidemiológico o un esquema de vacunación: el riesgo podría incrementarse.
Estudios como: Changes in contact patterns shape the dynamics of the COVID-19 outbreak in China (publicado el 20 de junio en la revista Science) y Ranking the effectiveness of worldwide COVID-19 government interventions (publicado el 16 de noviembre en la revista Nature Human Behavior) coinciden en que una medida efectiva para frenar los contagios es no permitir el regreso a las clases, pues al hacerlo se incrementa rápidamente la movilidad social y se generan aglomeraciones de personas dentro de espacios cerrados; ambas circunstancias, coinciden los estudios, podrían incidir en el aumento de los contagios de COVID-19.
La Organización Mundial de la Salud ha señalado que en tanto una buena parte de la población no esté vacunada contra el coronavirus es un riesgo abrir las escuelas en lugares donde no se han logrado contener los contagios; tal es el caso de Jalisco que, al 2 de diciembre, ha manifestado un alza tanto en los contagios como muertes por COVID-19, al registrar en el último mes (1 de noviembre al 2 de diciembre): 7 mil 639 contagios y 769 decesos; esto representa un incremento del 18% y 16% del total de casos acumulados.
A nivel nacional, el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma, anunció que el regreso a clases no se hará de manera intempestiva: “Fuimos el primer sector que salió a esta distancia social y seremos el último en regresar. Precisamente para cuidarlos a maestros, maestras, y a nuestros niños y jóvenes”.
Un regreso a clases sin una quinta parte de las y los maestros
Si las clases se retoman, el 25 de enero, 20 mil docentes no estarían en condiciones de regresar a clases presenciales; esto conforme a la información que otorgó en la glosa del II Informe de Gobierno, el titular de la Secretaría de Educación Jalisco, Juan Carlos Flores Miramontes.
Las razones es que muchos de ellos son población vulnerable, ya sea por su edad (mayores a 60 años) o por padecer alguna comorbilidad que los coloca en situación de riesgo. Esto implicaría que de arrancar las clases, no se contarían con quinta parte de las y los profesores.
De esto no se dijo nada en la presentación que hizo el gobernador de Jalisco, aunque se informó que se llegó a un acuerdo con las secciones 16 y 47 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) para que a las y los profesores se les aplique de manera prioritaria la vacuna contra la COVID-19.
“A partir de este momento, son definidos como población prioritaria para la vacuna, en el mismo nivel que el personal médico de Jalisco. Cuando llegue la vacuna y se implemente el protocolo para su aplicación, las maestras y los maestros de Jalisco serán de la población que primero recibirá la dosis”, precisó Alfaro Ramírez.
Sobre la población estudiantil y su proceso de vacunación, no se dio ningún detalle; aunque sí se aclaró que el 8 de enero, todas y todos los docentes deberán realizarse pruebas médicas para conocer su condición de salud y determinar si podrían regresar a dar clases.
Desde que arrancó la pandemia, de acuerdo a la Secretaría de Salud, 49 maestros en activo han perdido la vida a causa del COVID19.
Poco espacio, muchos alumnos
Los 2 millones 327 mil 668 estudiantes matriculados que podrían regresar a clases el próximo 25 de enero, lo harán en espacios cerrados que no tienen, en todos los casos, las condiciones para garantizar la sana distancia; esto a pesar de que el Protocolo de Acción COVID-19 para el Sector Educativo sugiera que se debe:
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Establecer una distancia de 1.5 metros por alumno o personal en aulas y áreas administrativas, dejando una señalética clara sobre la ubicación adecuada del mobiliario y de los usuarios.
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Garantizar un área de 2.5 metros cuadrados como mínimo por alumno en los espacios académicos.
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En el caso de laboratorios e instalaciones especiales, cumplir con un espacio no menor a 3 metros cuadrados por alumno.
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Alternar los horarios y programación de las actividades en laboratorios, aulas y áreas comunes, así como complementar los procesos educativos utilizando la tecnología a distancia, con el propósito de reducir la concentración de personas en los espacios académicos.
En el artículo “Los riesgos del regreso a las aulas”, elaborado por Saúl Prieto y publicado en Territorio, se señala que, en promedio, los salones en México espacialmente están diseñados para tener 45 alumnos con una distancia de 1.73 metros cuadrados.
El espacio hace imposible mantener la sana distancia; por ello, se ha establecido un criterio máximo de 50 por ciento de estudiantes por salón de clases y un esquema intercalado para la asistencia a la escuela. El problema es que escuelas primarias en municipios como Zapopan, El Salto y Tlajomulco presentan una sobrepoblación al tener más de 60 alumnas y alumnos por aula.
Algunas de las condiciones que se han determinado para el regreso a las clases presenciales son:
1) Criterio máximo de 50 por ciento de estudiantes por grupo y garantizando los procesos logísticos de seguridad sanitaria;
2) El regreso escalonado a las aulas, conforme la incidencia de las distintas regiones del estado.
3) Las clases se suspenderían en algún plantel educativo si se confirman dos o más casos en un mismo salón, sector o sección dentro de un centro escolar. La suspensión duraría 15 días o hasta que se controle el brote.
La posibilidad de contagios dentro de un espacio cerrado, como un salón de clases es alta; en el estudio Size of Aerosol Particles Containing Respiratory Viruses de Donald Milton del Institute for Applied Enviroment Health de la Universidad de Maryland, Estados Unidos, se señala que en este tipo de espacios las goticulas y aerosoles que pueden contener algún virus permanecen en el ambiente durante varias, ya sea en el aire que respiramos o en las diversas superficies que estén dentro de este espacio.
Diversas documentos como la Guía para ventilación en aulas del Gobierno de España o Schools For Health de la Universidad de Harvard señalan que:
“el riesgo de contagio de Covid-19 en ambientes interiores es superior al riesgo en el exterior (…) En ambientes interiores, las partículas en suspensión, también llamadas aerosoles, susceptibles de contener virus, se pueden acumular. La exposición a este aire puede resultar en infecciones. La reducción del riesgo de contagio se consigue reduciendo emisión y exposición”.
En el documento emitido por el gobierno español se precisa que para reducir estos riesgos dentro del salón de clases se requiere:
- Disminución del número de personas en un salón de clases.
- Mantener el silencio o un volumen de habla bajo (al hablar fuerte o gritar la emisión es 30 veces superior).
- Actividad física relajada (al aumentar intensidad de actividad se aumenta la emisión).
- Uso de mascarilla bien ajustada, incluso en ausencia de otras personas si estas han abandonado el salón.
- Reducción del tiempo de exposición.
- Aumento de la distancia interpersonal.
- Ventilación o purificación del aire, para eliminar o reducir la concentración de virus en el aire.
Para el caso de Jalisco, la mayor parte de los salones de clases no tiene la mejor ventilación natural ni se tienen las posibilidades económicas para sistemas de ventilación o purificación del aire.
Todas estas condiciones deberán revisarse en la presentación del diagnóstico que se anunció se hará público, el próximo 11 de enero; ese día se definirá si existen o no las condiciones para regresar a las aulas; no obstante, el gobernador Enrique Alfaro sentenció:
“Cuando estés paseándote en un centro comercial o echándote un vino en una posada, solamente reflexiona que eso que estás haciendo es la razón para que nuestros niños no puedan regresar a las aulas”.
Aquí algunas de las soluciones para un regreso a las escuelas de forma segura del Ministerio de Educación de España.