Cada año que avanza la crisis climática se pone en la mesa el concepto “desarrollo”, cuestionando por qué aún no lleva obligatoriamente el adjetivo: “sustentable”.
En el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, en conjunto con el Colegio Nacional, expertos y expertas junto con un colectivo de jóvenes ambientalistas, ofrecieron una conferencia para abordar el tema a fondo.
Por Eric Sandoval / @eric20san
“Hemos intervenido la naturaleza, la biosfera, la atmósfera y esto está teniendo consecuencias en la morbilidad y en las especies del planeta”, afirmó la moderadora Julia Carabias para arrancar la discusión de la conferencia “¿Cuál desarrollo para un planeta saludable?”, organizada por la FIL y el Colegio Nacional. Este espacio de diálogo reunió a expertas y expertos, como: Julio Frenk, Margarita Flores, Enrique Provencio, y dos integrantes de la Red de Jóvenes Ambientalistas, Vania Olmo y Daniela Rivero, quienes tuvieron la oportunidad para reflexionar, desde distintas aristas, sobre el gran problema de la crisis climática.
“No podemos seguir con este ritmo de desarrollo sin pagar el precio”
“Las pandemias no son acontecimientos naturales, sino producto de la interacción de los seres humanos con su entorno”, expresó Julio Frenk, médico y sociólogo, autor de más de 320 artículos de divulgación científica y ex Secretario de Salud en la administración de Vicente Fox (2000-2006).
Julio, apuntó que los patrones no sustentables de esa interacción, hacen más fácil el contagio a escala global de esos microorganismos patógenos: “Está en nuestras manos modificar nuestra relación con el ambiente para hacerlo más controlable, y controlar estas emergencias que ponen en riesgo la salud, la economía, la seguridad nacional y la seguridad global”.
Desde la mirada de los científicos y profesionistas de la salud, mencionó Julio, no fue sorpresa la aparición de una nueva pandemia; por el contrario, reconoció, “ya se preguntaban cuándo aparecería”. En ese sentido, advirtió que la preocupación giraba en torno a la frecuencia y la velocidad de propagación, ya que desde el siglo XX han observado que el “desarrollo” ha creado las condiciones para que esto pase. “Esto no puede volver a pasar”, dijo Julio Frenk, quien propone que los países destinen recursos para crear un sistema tecnológico de vigilancia, alarma, preparación y respuesta que permita reaccionar con mayor eficiencia y eficacia a futuras pandemias.
“La frecuencia en las pandemias es un reflejo de la invasión y destrucción de hábitats, de prácticas inhumanas y no sustentables asociadas a la cría moderna de ganado y las aves de corral, y mercados húmedos con características de hacinamiento y promiscuidad en donde coexisten animales vivos con seres humanos”, finalizó el ex Secretario de Salud.
Los retos del sistema alimentario
La especialista en desarrollo económico y social y ex encargada del Servicio de Seguridad Alimentaria en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, Margarita Flores, señaló los retos que presenta el sistema alimentario para garantizar una oferta adecuada a precios asequibles, así como, condiciones económicas y sociales que aseguren el acceso de todas y todos a los alimentos, además de su sustentabilidad.
Margarita manifestó que pensar el sistema alimentario sin pensar en la sustentabilidad sólo agravará el problema de la crisis climática, ya que el sistema explota los recursos naturales, arrojando estos datos:
- Alrededor de un cuarto de las tierras del mundo están degradadas.
- La agricultura utiliza el 70% del agua global, y alrededor del 40% de la tierra.
- El uso de la tierra para fines agrícolas, silvícolas supone el 23% de las emisiones antropogénicas del Gas Efecto Invernadero (GEI); Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC).
- Sólo 9 especies de plantas representan el 66% de la producción agrícola.
- Los precios de los alimentos no internalizan los costos ambientales y sanitarios.
- Además, perdemos el 14% de lo que se produce y se desperdicia otro tanto.
Crisis ecológica por producción
“El desarrollo desordenado incrementa la vulnerabilidad de las poblaciones, y en algunos casos incrementa nuestra exposición a peligros que se potencia cuando estamos destruyendo el hábitat”, mencionó el Doctor en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Provencio, a la par que invitó a las y los asistentes a tener conciencia de los riesgos a los que nos estamos enfrentando de seguir con este ritmo de vida y producción.
¿Qué tipo de modalidad deberá tomar el desarrollo de los próximos años? Con los niveles de pobreza que se están incrementando durante la pandemia, señaló Enrique Provencio, la misión será aumentar la capacidad y ritmo de producción para generar empleo y, por lo tanto, derrama económica; sin embargo, se tendrá que hacer otro esfuerzo para cuidar que esa producción no pase por encima del medio ambiente, ya que, tendría más pandemias como consecuencia.
“Tenemos que hacer un mayor esfuerzo por entender estas relaciones tan complejas entre la salud de los ecosistemas, los modos de producción, la salud animal y la salud humana. Esta idea de una sola salud”, apuntó Enrique Provencio, que también agregó la importancia de la prevención y la sensibilización.
“El daño económico de esta pandemia es suficientemente alto y claro, como para entender que debe ser un área de mayor inversión”.
Agenda juvenil ambiental
Así mismo, por parte del movimiento juvenil climático, Daniela Rivero desarrolló los tópicos de la Agenda Juvenil 2030, donde se encuentran diez temas como: la protección a defensores ambientales, el agua, agenda legislativa biodiversa, la agroecología, educación ambiental, entre otros.
Finalizó señalando que uno de sus objetivos es lograr hacer de la Red de Jóvenes Ambientalistas, una red donde caben “todos los Méxicos”; es decir, jóvenes urbanos, jóvenes rurales, jóvenes de la comunidad LGBTQ+, jóvenes de pueblos originarios, entre otros.