El largometraje “Zero Impunity” dirigido por Nicolas Blies y Stéphane Hueber- Blies pone sobre la mesa los abusos cometidos durante los crímenes de guerra, una realidad que no hemos querido ver ni escuchar.
Keren Elizabeth Rodríguez
Durante siglos, las víctimas de crímenes sexuales de guerra han sufrido abusos en diferentes países; sin embargo, el filme Zero Impunity ayudó a romper el silencio y ser una voz para estas víctimas.
El largometraje que se presentó en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara ofreció un mensaje de esperanza para las víctimas, supervivientes y sus familias: “Agradecemos a México y a la FIGC por elegir nuestra película, ya que muchos festivales censuran este tipo de temas, sin duda es un festival valiente”, señaló Nicolas Blies, productor del filme.
La pieza cinematográfica nació con el objetivo de ser un mediador de voces donde las víctimas pudieran hablar en espacios públicos, despertando conciencias y corazones; por tanto, el filme es una denuncia de las violaciones cometidas por soldados franceses en la República Centroafricana durante la Operación Sangaris, intervención militar que duró tres años (2013-2016), pero también señala los métodos de tortura desarrollados por el ex presidente Bush, violaciones de personas menores de 18 años por las fuerzas de Bashar El Assad, violencia sexual en Ucrania, la coartada de la ONU y de diferentes instituciones.
Hay que mencionar que este filme es el fruto de una campaña de impacto social, la cual colectivamente han creado condiciones para la libertad de expresión. La participación de los ciudadanos en Francia, Ucrania, Jordania y Estados Unidos fue fundamental, ya que con la colaboración de Olivier Crouzel, los ciudadanos públicamente realizaron un gesto de liberación en videos, posteriormente se proyectaron en diferentes edificios con la finalidad de demostrar la voz de las personas.
¿Por qué el nombre de Zero Impunity?
Las víctimas de acoso sexual se convierten en prisioneras de un contexto social y político, lo cual provoca rechazo de sus familias o comunidades, pero también silencio.
Al negarnos a escuchar a las personas que denuncian estos crímenes, nos convertimos en cómplices de la impunidad; por ello, el proyecto se dirigió a ser un oído para todas las personas abusadas sexualmente en tiempos de guerra y así contribuir a que haya cero impunidad.
Periodismo, cine y animación
Los primeros pasos para la realización de este filme ocurrieron cuando se formó un colectivo de 11 mujeres periodistas, el cual ahora se llamó YouPress, juntas empezaron a realizar investigaciones exclusivas; posteriormente, en enero del 2017 publicaron seis investigaciones en diferentes medios de comunicación como: Mediapart en Francia, Internazionale en Italia, InfoLibre en España y La Pravda en Ucrania, gracias a que estos trabajos se publicaron en siete idiomas se pudo llegar a más de un millón y medio de lectores en el mundo.
Al observar el impacto que causó en la sociedad, recibieron mensajes de apoyo, pero también también reacciones violentas por las denuncias de abuso sexual que reflejaron.
Consecuentemente a ello, Nicolas Blies y Stéphane Hueber- Blies decidieron regresar a trabajar, no como periodistas, sino como cineastas.
Empezaron a emprender viajes a Ucrania, Zataari y Estados Unidos, acercándose a gente para hablar de los proyectos, pero también para proyectar los trabajos en espacios públicos en calles de Nueva York, el Ministerio de Defensa de París, en el desierto de Wadi Rum en Jordania, en el campo de refugiados de Zaatari o en el edificio del gobierno de Ucrania en Kiev.
Las investigaciones que son los cimientos del largometraje tomaron vida a través de las animaciones que realizaron los co-productores Mélusine Productions, lo cuales se combinó con filmaciones en los países donde se cometieron dichos abusos sexuales.
El epicentro se centra en mostrar diferentes historias determinadas en cinco capítulos.
El capítulo habla de cómo personas se podían llevar a personas como rehenes, en este caso Nora, hija de una familia Islámica. En el capítulo representan como en la cárcel la forzaron a tomar medicamentos y fue abusada sexualmente por policías.
Se presentó los efectos que Nora tuvo al vivir esa experiencia: tener miedo a estar sola con hombres, ver de diferente manera la vida y pensar que su voz nunca sería escuchada.
Las violaciones sexuales en Siria se utilizaron para someter intimidación y advertencias como un arma de guerra. En los últimos años, 93 mil 236 menores de 18 años han sido asesinados, mutilados o violados por conflictos armados, el cual es una media de 25 humanos al día, así lo declara el documento: “Stop the War on Children” de la organización Save the Children.
Del mismo modo que se presenta esta historia del abuso de poder en policías, el segundo capítulo llamado: El crimen invencible que presenta el testimonio de una joven en Ucrania que fue cuestionada e interrogada como una “espía”.
Esta joven fue llevada por un oficial a su casa quien la forza a tomar una ducha y a que permanezca en toalla durante tres noches, en las cuales el hombre abusó de ella y le colocó en medio de sus piernas una bala. Afortunadamente, ella pudo escapar.
En Ucrania. la violencia sexual es un tema fuerte, Zero Impunity ha apoyado a la activista Olexandra Matviychuk y su asociación “Centro para las Libertades Civiles” en Kiev, es un proyecto de ley para subsanar y adecuar las normas ucranianas con una perspectiva de derechos humanos.
Gracias a que Zero Impunity promovió una petición en línea, 38 mil 307 personas firmaron esta propuesta y se incidió para lograr estos cambios legales.
El tercer capítulo habla sobre las técnicas que utilizó el Gobierno de Estados Unidos contra los terroristas cuando estaba en el mando el ex presidente George W. Bush. En el cuarto capítulo tiene el nombre de Abuso del Poder, en el cual habla sobre la prostitución y los abusos sexuales que se cometen; finalmente, el quinto capítulo titulado Ciegos de la Realidad, cuestiona las acciones de paz y política que realiza la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Gracias al equipo de Dirección y guión Nicolas Blies y Stéphane Hueber- Blies; la fotografía y cinematografía de Denis Lambert; la música de Holland Andrews; la mezcla de sonido de Mélissa Petitjean; la edición de Aurélien Guégan y la producción de Marion Guth, muchas personas podrán enfatizar con la lucha de las víctimas.
Si te interesa conocer más del proyecto Zero Impunity puedes encontrarlo en su página web: www.zeroimpunity.com
Además de sus redes sociales:
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