Aunque la actual administración de Enrique Alfaro prometió no repetir la historia, por un monto mayor a los seis millones de pesos se adquirieron dos nuevos contenedores frigoríficos para el resguardo de cuerpos de personas fallecidas no identificadas y/o reclamadas, ambos contenedores ya se encuentran en las instalaciones del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses.
En septiembre de 2018, uno de los episodios más oscuros de la crisis forense que vive el país fue protagonizado por dos contenedores frigoríficos que sin control almacenaron los cuerpos sin identificar de 322 personas; incluso, uno de éstos deambuló por más de 15 días hasta que fue descubierto tras ser abandonado en un terreno baldío en Tlajomulco de Zúñiga.
Por Darwin Franco / @DarwinFranco
A través de la adjudicación directa número AD54/2020, el Gobierno de Jalisco adquirió, desde el 18 de mayo de 2020, dos nuevos contenedores frigoríficos para colocar ahí los cuerpos de las personas fallecidas no identificadas y/o reclamadas que tienen bajo resguardo tanto la Fiscalía del Estado de Jalisco como el Instituto Jaliscience de Ciencias Forentes (IJCF).
“Los cuerpos ya se nos volvieron a desbordar” confesó un perito forense que confirmó, en anonimato, que ambos contenedores ya están en el IJCF; sin embargo, aclaró que ahora sí se están tomando las medidas necesarias para no repetir el terrible hacinamiento de cuerpos que se hizo entre 2016 y 2018 cuando también se optó por adquirir contenedores frigoríficos como una medida de control ante la saturación de los Servicios Médicos Forense (SEMEFO).
En aquella ocasión, como narró Luis Octavio Cotero, exdirector del IJCF y quien es actualmente investigado por su presunta participación en el trato inhumano dado a los cuerpos de 322 personas que se hacinaron en esos dos primeros contenedores, se tomó esa decisión porque:
“Ya no cabían más cuerpos y tuvimos que adecuar un cuarto más para meter a todos los que no entraban en la cámara de refrigeración. La saturación de cuerpos y los líquidos que desprendían hizo tronar las tuberías del Semefo”
Esa primer adquisición se fundamentó en el “Convenio específico de colaboración para la conservación de cadáveres” con el cual normalizaron la existencia de los tráileres-morgues; este documento que se firmó el 2 de enero de 2017, además señalan que “lnstituto conservaría los cadáveres en refrigeración, en los términos que establece la Ley General de Salud, mientras realiza los trabajos periciales y la fiscalía sería la responsable de disponer de los cuerpos y de su destino final”.
Lo que se dio a conocer ahora no es un convenio sino un contrato elaborado por la Secretaría de Administración donde se detalla que la “Adquisición de dos cámaras frigoríficas para el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses” tuvo un costo de 2 millones 900 mil por cada uno de los contenedores, lo cual más el Impuesto al Valor Agregado, implicó un gasto total de 6 millones 728 mil pesos.
Este dinero, como señaló el periodista José Toral de MegaNoticias, salió de la partida 4418 de “Ayuda para las erogaciones imprevistas (pandemia COVID-19)”. La razón del por qué salió de esa partida se desconoce porque las autoridades implicadas no han dado respuesta alguna; incluso, el gobernador Enrique Alfaro se negó a hablar del tema cuando la periodista Elsa Martha Martínez, quien le preguntó por la compra de ambos contenedores antes de que el mandatario diera su II Informe de Gobierno en el Congreso del Estado.
El costo de estos dos nuevos contenedores frigoríficos, incluso, es mayor al que se devengó en 2018 cuando por la compra, mantenimiento y destrucción de los dos contenedores que generaron el escándalo forense se pagó: 2 millones 834 mil 873 pesos.
Esta compra realizada por el gobierno de Enrique Alfaro es un 42% mayor que la realizada por su antecesor Aristóteles Sandoval.
En ambos casos, la decisión se generó por la saturación del SEMEFO, el cual actualmente tiene más de mil 941 cuerpos de personas fallecidas no identificadas dentro de sus instalaciones centrales y regionales.
La compra de los contenedores, conforme el documento de adjudicación directa, se realizó con la empresa Importadora y Comercializadora Ruiz Velasco S.A de C.V., la cual conforme al Registro Único de Proveedores y Contratistas del Gobierno de Jalisco tiene la clave P32103 y quedó asentada como una empresa que ofrece servicios de “Comercialización de equipo y material electromecánico”. Esta empresa además forma parte del Corporativo AVSA y fue dada de alta como proveedor de servicios para el Gobierno del Estado en 2020.
Esta misma empresa, el 6 de marzo de 2020, le vendió por un montó de 20 mil 704 pesos un archivero al Instituto De Transparencia E Información Pública de Jalisco (ITEI).
En una de las fotos publicadas por el periódico Milenio sobre estos contenedores frigoríficos se observa que éstos a su interior tienen divisiones que, en teoría, impedirán que los cuerpos se coloquen a ras del piso o de manera amontonada como se hizo con los contadores utilizados entre 2016 y 2018; lo cual va conforme los estándares de uso para este tipo de contenedores que ha establecido el Comité Internacional de la Cruz Roja, aunque sus recomendaciones son para situaciones de guerra y/o desastres naturales.
En esos casos, asegura el organismo internacional, cada contenedor debería almacenar un máximo de 50 cuerpos con trazabilidad y cadena de custodia para permitir la fácil ubicación. Además de que recomienda usar bolsas forenses especiales para evitar su contaminación.
En los anteriores contenedores como confesó Cotero Bernal en el reportaje “Jalisco: la verdad de los tráileres de la muerte” se intentó seguir este mismo protocolo:
“pero después de dos meses sólo se pensó en acomodarlos de manera que cupieran siempre más. Por ello los de nuevo ingreso fueron depositados a ras de suelo, sin espacio para que circulara el aire frío de los compresores”.
Lo anterior provocó una nula trazabilidad y la descomposición de los cuerpos ahí hacinados; incluso, implicó una situación de riesgo, tal y como reportó la Unidad de Protección Civil y Bomberos del 12 de julio de 2018, al señalar que se: “Carecía de un sistema de ventilación y equipo para la filtración de gases a la atmósfera, propiciando que ante el aumento de la temperatura, se acelerara la descomposición de los cuerpos”, lo cual también se confirmó en la recomendación 10/2019 de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Ante la aparición de estos dos nuevos contenedores por la saturación del SEMEFO, se espera que la historia no se vuelva a repetir. Aunque la primera acción para evitar esto era no adquirir nuevos contenedores frigoríficos: “La cosa es que ya estábamos como en 2018, y esto aunque se ve mal es mejor que tener los cuerpos en el piso o amontonados en los refrigeradores”, precisó el perito del IJCF.
Sin embargo, su compra nuevamente responde a los criterios administrativos-burocráticos que se han establecido como una política no escrita en el manejo, resguardo y destino final de los cuerpos de las personas fallecidas no identificadas y/o reclamadas en Jalisco, cuyo criterio siempre ha privilegiado el tener espacios de resguardo no generar procesos de procuración de justicia que lleven a la identificación de las más de mil 941 personas que hoy tienen bajo resguardo.
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Para ahondar más en la crisis forense que padece Jalisco te recomendamos leer:
Jalisco: Desaparecer hasta volverse cenizas.
https://www.zonadocs.mx/2019/04/14/jalisco-desaparecer-hasta-volverse-cenizas/
Jalisco: La verdad de los tráileres de la muerte.
https://www.zonadocs.mx/2020/09/19/jalisco-la-verdad-de-los-traileres-de-la-muerte/