A finales del mes de agosto, vecinos del bosque El Nixticuil presenciaron la llegada de maquinaria de construcción. Sin esperar, junto al Comité Salvabosque, comenzaron a denunciar los hechos a través de redes sociales y llamadas telefónicas.
Después de dos meses de denuncias y lucha legal, el Comité Salvabosque y vecinos del bosque El Nixticuil ofrecieron una conferencia de prensa para hablar acerca del contexto que rodea la construcción de El Dosel Residencial y las acciones legales que están llevando a cabo, luego de la suspensión temporal otorgada por un juez el 23 de octubre pasado.
Por Eric Sandoval / @eric20san
Fotografías e infografía Comité en defensa del Bosque Nixticuil (Facebook)
“Hemos visto en los últimos años, un despojo desmedido en este territorio de las empresas inmobiliarias en complicidad con los gobiernos, y obviamente la ambición y los intereses de ellos los ciega a entender lo que es un área natural protegida”, cuenta Margarita Robertson, vecina del bosque El Nixticuil, respecto a la lucha que han enfrentado a lo largo de estos años.
Tan sólo en el 2020, tuvieron que manifestarse en contra de ocho proyectos de urbanización dentro del bosque.
Después de denunciar a través de redes sociales la construcción irregular del fraccionamiento El Dosel Residencial, el Comité Salvabosque, en unión con las y los vecinos, interpusieron un amparo para solicitar al juez la suspensión de la obra, mismo que fue otorgada temporalmente por el juez Fernando Carvajal Hernández, del Juzgado Décimo Segundo en materia civil, administrativa y de trabajo, el 23 de octubre pasado.
Esta decisión del juez, comenta Ana Cabral, abogada del Comité Salvabosque, es novedosa por la argumentación en pro del medio ambiente, privilegiando la conservación y la protección del ecosistema.
“Consideramos que es algo novedoso e incluso se suma a un criterio de casos que corresponde a los responsables de la ejecución del proyecto, probar que esto no está ocurriendo. Nos coloca en otra situación, porque anteriormente la carga de la prueba era a las comunidades”, comenta Ana Cabral sobre la decisión del juez.
Colectivos y vecinos están a la espera de la audiencia donde se definirá la suspensión definitiva de este proyecto, argumentando que viola la conservación del Área Natural Protegida (ANP), la destrucción del ecosistema de selva baja caducifolia, la irregularidad en los permisos y la protección del medio ambiente.
No hay reacción municipal
“Esta invasión que a mitad del mes de agosto se hizo evidente en el bosque, con el Fraccionamiento El Dosel Residencial, está dentro de un escenario de constantes amenazas sobre el bosque, permitidas por el gobierno de Pablo Lemus. No es ningún secreto que durante estos dos periodos de gobierno de Pablo Lemus, los despojos y la destrucción sobre el bosque ha venido a más, ha ido en aumento”, menciona Sofía Herrera, integrante del Comité Salvabosque.
Sofía agrega también que las invasiones de otros fraccionamientos han dejado terribles consecuencias ambientales para el núcleo del ANP, como: la remoción de suelo, descargas de aguas negras, escombro y tala, así como, la muerte y desplazamiento de fauna, provocada por el crecimiento inmobiliario en la zona.
“Clausuran, pero a veces esa clausura se convierte en un periodo de gracia para las inmobiliarias, funciona para que se regularice y los trabajos continúan después”.
Por su parte, Margarita Sierra, vecina del bosque, expone que la ambición y los intereses de los empresarios y gobernantes los ciegan a mirar y entender lo que es un ANP, e insisten en urbanizar:
“Apenas me avisaba Sofía de la buena noticia del amparo, cuando yo le avisaba de otra mala. Otro proyecto nuevo del que no hemos podido obtener mucha información, surgen como si fuera generación espontánea, amanecemos un día con un proyecto nuevo, anunciando 30 casas pegadas al bosque, de una empresa que se llama Paramont Desarrollo y Construcción, también ya se clausuró”
“No piensan en todas las implicaciones que tienen para este territorio que muchos vecinos nos hemos dedicado a cuidar”, concluyó Margarita.