¿Cómo identificar estereotipos en medios de comunicación?

Como parte de las actividades de la Semana Global de la Alfabetización Mediática Informacional #GlobalMILWeek, Gisela Carlos Fregoso y Fabiola Alcalá Anguiano, investigadoras y expertas en el tema, discutieron sobre los estereotipos racistas y machistas representados en los medios de comunicación y en las redes sociodigitales.

Sus reflexiones, versaron también sobre sus consecuencias e impactos en la vida cotidiana, así como, en la manera de concebir al otro o a la otra, al tener como referentes a estos estereotipos.

El conversatorio fue organizado por la Cátedra UNESCO AMIDI.

Por Samantha Anaya / @Sam_An16

¿Qué son los estereotipos?

Gisela Fregoso, doctora en investigación educativa, licenciada en letras hispánicas, profesora e investigadora en la Universidad de Guadalajara, señaló que los estereotipos son ideas fijas que sin importar el contexto en el que se encuentren buscan recordar a la sociedad la jerarquía social existente, ya sea por raza o por género. Estas ideas se replican y, en sus palabras: “las traemos todo el tiempo en la mente, y queremos encajar, encasillar, a todas las personas en estas ideas: ancianos, jóvenes, mujeres, afroamericanos”, ejemplificó.

Por su parte, Fabiola Alcalá, doctora en comunicación audiovisual, profesora e investigadora de la Universidad de Guadalajara, advirtió que los estereotipos, deben ser aceptados en grupo:

“Cada cultura las adapta a su contexto, para que sea más cómodo el negar que discriminamos a las personas por ciertas características o particularidades”, afirmó.

En ese sentido, explicó, en la industria del cine, los estereotipos ayudan a economizar la narrativa, es decir, “desde el momento en que nos presentan a alguien como ‘el chico malo’ ya trae detrás un estereotipo que, como ya lo traemos en nuestro inconsciente, le podamos identificar rápidamente, lo cual a su vez contribuye a seguir replicando ese estereotipo”.

Estereotipos racistas anti indígena

Respecto a este estereotipo, Fregoso precisó que surgió como parte de un proyecto de nación, que buscó “diluir lo indígena” para “encaminar al país” hacia una “lógica de desarrollo” que, en realidad, quería  exterminar a las comunidades indígenas, despojarlas de sus tierras, e incluso, “castellanizarles”:

“El Estado mexicano nos ha planteado y hasta hecho aprender de memoria lo que ellos entienden por indígena; han hecho una unificación semántica, y han hecho a un lado la multiplicidad y la diversidad que existe dentro del mismo grupo indígena, es decir, que no hay muchas variaciones ni complejidad sobre lo que se espera que sea un indígena, aunque allá personas que pertenecen a este grupo de la población que ni siquiera se identifican como tal”.

A partir de esto, advirtió, se han creado arquetipos de cómo debe ser un indígena, cómo se debe de ver y nosotros como población mestiza, los alentamos:

“Se han creado nichos: mujeres indígenas como empleadas domésticas, y esta idea son creadas por personas mestizas o blancas. Luego está el nicho de los hombres indígenas, porque no es el mismo que el de las mujeres: mal agradecido, revoltoso, violento, ignorante, entonces vemos cómo a partir de un perfil racial también se construye un perfil de quién es una persona violenta, y podemos ver estas representaciones en el cine mexicano”.

Por otro lado, la doctora en investigación educativa, señaló que otro de estos estereotipos relacionados con el color de piel y el papel que se les designa a quienes se caracterizan por éste, suele verse en el cine producido en México, un país mestizo:

“Si recorremos la cronología del cine mexicano, el color de piel juega un papel fundamental en las funciones que puede tener un personaje con base en esta característica física. Vemos comúnmente a personajes de piel morena en el papel de narcos, mecánicos, alcohólicos, y casi siempre pertenecen a la clase socioeconómica baja, entonces vemos como ya traemos en el inconsciente que el color de piel de una persona determina las oportunidades que puede llegar a tener y la clase social en que se posicionará, por consecuencia”.

Estereotipos sexistas

En las representaciones hechas desde el cine clásico de Hollywood “la mujer ha sido objeto y no sujeto” expuso la doctora Alcalá:

“Además, el discurso en cuanto a los personajes femeninos en estos filmes, vemos que se polariza siempre un mismo binomio: buenas o malas. Dentro de esta dualidad, en el caso de las mujeres ‘malas’ se encuentran las prostitutas, y siempre terminan mal. Y por el lado de las mujeres que son concebidas como personas de buen corazón, están las ‘vírgenes’, que descubren de forma dramática su sexualidad, o también en esta categoría están las madres anegadas, que sólo viven para ser madres”.

Como parte de los riesgos de estas ideas fijas contadas en los medios de comunicación, Alcalá subrayó el hecho de que los estereotipos generan invisibilidad; es decir, lo que no se representa en estos productos culturales, y a su vez, con base en esos referentes, “nos vamos construyendo una idea errónea y pobre de lo que en realidad son las personas”.

También, añadió que uno de los estereotipos más comunes representados en los medios de comunicación es el asignado a mujeres adultas:

“Vemos a los personajes pensados para mujeres adultos, a quienes siempre se les asigna el papel de madres, y nos trasmiten la idea de que al ser madre el resto de tu vida se anula: su sexualidad, vida social, eso ya no importa”.

¿Cómo cambiar los estereotipos negativos en los medios de comunicación?

Gisela aseguró que esta es una cuestión compleja, sin embargo, considera que es necesario cuestionarse y prestar atención a la subjetividad desde la que se están produciendo estos contenidos, es decir, “quiénes nos están diciendo qué es ser el otro o la otra, porque la vida real de las personas no se reduce a sólo lo que nos están representado en los medios. Además, a nosotros como audiencia nos toca ser más críticas y críticos con lo que se nos presenta”.

Por su parte, Fabiola Alcalá precisó que: es importante que quien desea contar una historia sobre cierto grupo de personas, sea alguien que pertenece a este mismo grupo:

“Si me ponen a hablar de algo que desconozco, ¿qué es lo que voy a hacer? estereotipar, a partir de lo que yo creo que es el otro, lo cual termina dando una mirada reduccionista”.

Además, agregó que es indispensable pensar y crear personajes más complejos y realistas:

“Representaciones de mujeres adultas en las que no tengan que ser necesariamente mamás, y si lo son se abarquen más aspectos de sus vidas; o en el caso de la representación de personajes LGBT+, donde toda su vida gira entorno a su orientación sexual, que se presenta, además, como un problema, entonces hay que crear representaciones más acercadas a la realidad, que presten atención a los otros aspectos que conforman la vida de estas personas”.

Finalizó su participación diciendo que se debe tener como prioridad cambiar la idea añeja de libertad de expresión, la cual, ha permitido que existan las mismas representaciones estereotipadas que ofrecen a las audiencias “ideas equivocadas, que rechazan la diversidad y hacen sentir cierto rechazo a lo diferente, a lo que rompe con la ‘norma’”.

 

 

 

 

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Samantha Anaya
Samantha Anaya
Amo pasar tiempo con mi persona favorita: mi mamá. Considero que el ser periodista implica hacer un compromiso con la verdad, la justicia, la empatía y, sobre todo, con las personas.

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