Jalisco, hasta el 29 de agosto, presentó un exceso de mortalidad de 5 mil 925 decesos; el 40% de estas muertes corresponde a las víctimas fatales de COVID-19; así lo reportó el III Boletín Estadístico sobre el exceso de mortalidad por todas las causas durante la emergencia por COVID-19.
Las 3 mil 550 muertes restantes, a decir de la Secretaría de Salud, pueden ser decesos provocados por “otras causas que de manera indirecta se pueden asociar a la situación general de la emergencia sanitaria”.
Por Darwin Franco / @DarwinFranco
4 de cada 10 muertes no esperadas ocurridas en Jalisco, hasta el 29 de agosto de este año, fueron a causa de COVID-19; así se precisó en el Informe Estadístico de Exceso de Mortalidad emitido por la Secretaría de Salud en el marco de la actual epidemia provocada por el coronavirus.
Conforme a este informe, para este año en el estado se esperaban 21 mil 404 decesos; sin embargo, las muertes registradas fueron 27 mil 329; esto significa, un exceso de mortalidad de 5 mil 925 decesos.
De éstos, el 40% (2 mil 395 muertes) ocurrieron, lamentablemente, a causa de COVID-19; las 3 mil 550 muertes restantes que también ocurrieron -a decir de la Secretaría de Salud- pueden corresponder a defunciones asociadas a la epidemia, pues éstas aún podrían catalogarse como muertes a causa de COVID-19, aunque también pueden ser muertes indirectas que se manifestaron por la actual emergencia sanitaria.
Estas muertes no esperadas, representan un incremento del 27.7% del total de muertes que se tenían contempladas ocurrieran en Jalisco para este año, esto en función de las estimaciones de las muertes que en la entidad ocurren, ya sean por enfermedad, accidentes o producto de la violencia que padece el estado.
La Secreraría de Salud define el exceso de mortalidad como:
“el número de defunciones observadas menos el número de defunciones esperadas (percentil 90); las muertes en exceso incluyen no sólo el número de muertes específicas por COVID-19, si no todas las ocurridas por otros factores que pueden contribuir también al exceso de mortalidad por todas las causas”.
A nivel nacional, el exceso de mortalidad fue de 159 mil 127 muertes; es decir, un 58.4% más de las muertes que se esperaba ocurrieran: 272 mil 698; sin embargo, al cierre de la semana de salud 35, las muertes ocurridas fueron 431 mil 825.
De éstas, conforme a los datos de la Secretaría de Salud, 62 mil 024 corresponden a muertes ocurridas a causa del COVID-19; esto significa que el 39% de todas estas muertes no esperadas en todo el país se generaron producto de la actual emergencia sanitaria provocada por el coronavirus.
La primer muerte por COVID-19 en México ocurrió el 18 de marzo de 2020; por ello, es que la vigilancia epidemiológica comenzó a estimar el exceso de mortalidad a partir de la semana epidemiológica 12 (15 al 21 de marzo); el corte de este informe fue en la semana 35 (29 de agosto).
En cuanto al género, se estima que el exceso de mortalidad ha sido mayor en los hombres (68.4%) que en las mujeres (12.9%), “esto equivale a 1.49 defunciones en hombres por cada defunción registrada en mujeres”, precisa el boletín estadístico.
Finalmente, el grupo de edad más afectado ha sido el de 45 a 64 años, “con un exceso de mortalidad de 99%”, seguido de las personas de 65 años y más (48.3%) y por último, las personas adultas jóvenes de 20 a 44 años (33.8%).
De acuerdo a la Secretaría de Salud, en las personas menores de 20 años no se ha registrado un exceso de mortalidad; al contrario “se ha registrado una disminución en el número de defunciones esperadas”.
La vigilancia del exceso de mortalidad durante la emergencia sanitaria por la COVID- 19, conforme a la Secretaría de Salud, puede proporcionar información relevante para “estimar la carga de la mortalidad por la COVID-19 (mediante la combinación o triangulación de todas las fuentes de datos disponibles)”, así como para “medir el impacto de la pandemia sobre la mortalidad por todas las causas y detectar modificaciones en las tendencias de la mortalidad por zonas geográficas”.