La iniciativa Menstruación Digna México busca eliminar las desigualdades estructurales que impiden que niñas, mujeres y otras personas vivan dignamente su menstruación. Para ello, proponen tres ejes fundamentales: la gratuidad de los productos para la gestión menstrual, la eliminación del IVA de estos productos a través de la tasa 0 e investigaciones que generen datos sobre el tema en México.
El pasado 25 de agosto llevaron a cabo el primero de cuarto foros con los que buscan posicionar el tema en la esfera pública y con eso garantizar la salud, el desarrollo y otros derechos de quienes menstrúan.
Por Ximena Torres / @ximena_tra
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) una de cada cuatro personas en el mundo menstrua cada mes entre dos y siete días, lo cual supone que tienen sangrado durante siete años completos de su vida.
La menstruación es un proceso normal y fisiológico que, como los cálculos de la UNESCO indican, atraviesa casi todos los aspectos de la vida de algunas mujeres y otras personas menstruantes. La manera y las herramientas que ellos y ellas tienen para gestionar su sangrado periódico depende del acceso a muchos derechos como los sexuales y reproductivos, el derecho a la salud, la educación, el trabajo, el agua y otros.
Debido a la importancia del tema, el pasado 25 de agosto, Menstruación Digna México, una iniciativa integrada por más de 20 colectivos y organizaciones de la sociedad civil, realizó el primero de cuatro foros en donde explicarán la importancia de posicionar la gestión menstrual en la agenda pública.
En este primer evento, nombrado “Menstruación: ¡Asunto Público!”, Jimena Muñoz, fundadora de El Elefante Rosa un blog educativo de sexualidad y medicina en Instagram, explicó que la menstruación es como un “elefante en la habitación”: una realidad evidente que todos conocen, pero muchos prefieren ignorar.
La carga social negativa que se ha adjudicado al tema es tal que, Sally Santiago, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco, incluso habla de una etiqueta menstrual impuesta: ocultar el sangrado, sobre todo de los hombres, y avergonzarse de él cuando traspasa la esfera privada.
Ambas participantes coincidieron en que este tabú y el estigma que se le ha adjudicado a la naturaleza del cuerpo, provocan discriminación y violencia. Esto se manifiesta, por ejemplo, en la educación sexual limitada a reproducción que promueve la creencia machista de que todas las mujeres deben ser madres por el simple hecho de su capacidad de embarazarse.
Entre los mitos que la UNESCO recopila sobre la menstruación se encuentra la creencia de que es algo sucio, antigénico y hasta peligroso. Debido a eso, en algunos países como Nepal, las mujeres y personas menstruantes son aisladas durante su periodo. Otro de los mitos comunes asegura que el sangrado debilita y vuelve incapaces a quienes lo viven.
Los escasos recursos que algunas personas tienen para gestionar su menstruación y comprar los productos necesarios como toallas, tampones y copas, además de la ineficacia de las autoridades mexicanas, que no los ofrecen de manera gratuita, perpetúan la desigualdad.
Datos de Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) calculaban que entre 2018 y 2019, por lo menos el 10% de la población en México no tenía agua potable y 9.8% no tenía acceso al saneamiento.
“De los que sí reciben el líquido, alrededor del 30 por ciento no lo tiene en cantidad ni calidad suficiente” agregó Manuel Perló Cohen, investigador y exdirector del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM en el marco del Día Mundial del Agua en 2019.
Eso significa que entre 12.5 y 15 millones de habitantes del país, entre ellos y ellas personas menstruantes, no tiene acceso a la infraestructura y recursos básicos para llevar a cabo las prácticas de higiene necesarias para mantener una buena salud.
Menstruación Digna México calcula que, en promedio una persona necesita usar 15 mil toallas o tampones en su vida para gestionar su menstruación. El gasto que implican estos productos puede representar hasta el 8% del ingreso total mensual de una familia en situación de pobreza conformada por al menos dos personas que menstrúan.
Según Sally Santiago de la UAM, algunos de los y las más afectadas por la pobreza menstrual son las personas en situación de calle que no tienen acceso a sanitarios ni una fuente de ingresos estable, así como las personas privadas de la libertad en reclusorios que no tienen autonomía económica.
En el foro del pasado 25 de agosto explicaron que las consecuencias de la desigualdad provocan que quienes menstrúan y no tienen acceso a toallas, tampones o copas, se ausenten en sus escuelas y trabajos para evitar la pena que les provoca manchar su ropa de sangre.
“¿Sabías que 5 de cada 10 mujeres sufren dismenorrea? La mitad de las mujeres que menstrúan tienen que interrumpir sus actividades debido a los dolores excesivos que genera la dismenorrea. A pesar de que es tan común, ¡no es normal!” decía uno de los carteles que presentó Menstruación Digna México.
Además de la dismenorrea, que es una afección que provoca contracciones anormales y dolorosas del útero como señal de otra condición médica, la fundadora de El Elefante Rosa, señaló que las personas menstruantes pueden padecer otras complicaciones de salud y no reconocerlas debido a que nunca les hablaron de ellas, ni de cómo identificar un sangrado saludable.
“El no acceder a los productos necesarios, hace que nos encontremos con muchos casos en los que (las personas menstruantes) utilizan productos no higiénicos como bolsas y cartón, que pueden provocar desde infecciones urinarias, hasta el síndrome de choque séptico”, dijo también Jimena Muñoz.
Sally Santiago reconoce la problemática como un tema privado con repercusiones públicas y, como reflexión, se pregunta cómo podría llevarse a la agenda pública si sigue “dentro del closet”.
Ante eso, Anahí Rodríguez, vocera de Menstruación Digna México presentó los puntos principales que la iniciativa impulsa y exige ante las autoridades:
- Gratuidad de los productos de gestión menstrual.
- Eliminación del IVA de estos productos a través de la tasa 0.
- Investigaciones que generen datos sobre el tema en México.
- Educación sexual que no limite la menstruación a la salud reproductiva para todos y todas.
En el foro “Menstruación: ¡Asunto Público!”, la diputada federal Lorena Villavicencio, después de tener la oportunidad de escuchar a las participantes dijo “asumir la responsabilidad” que ella y otros servidores públicos tienen de garantizar la menstruación digna de las y los mexicanos.
Las políticas públicas dirigidas a combatir el estigma y la pobreza menstrual son fundamentales para eliminar las desigualdades estructurales que impiden que niñas, mujeres y otras personas vivan dignamente su menstruación.
“¡Nunca más menstruación privada o vergonzosa, sí menstruación digna!”
El próximo foro de Menstruación Digna México será el próximo martes 8 de septiembre a través una transmisión en vivo desde el perfil de Facebook de la iniciativa. Ahí se profundizará sobre la eliminación del IVA a los productos de gestión menstrual como parte del objetivo de llevar el tema a la agenda pública.
Aquí puedes ver el foro “Menstruación: ¡Asunto Público!” de manera íntegra: https://www.facebook.com/104656754633210/videos/357965538558954