Como resultado de las Jornadas virtuales de Ecofeminismo Antiextractivista x el Buen Vivir, la red ecofeminista Mujeres y la Sexta se pronunció en contra de los numerosos asesinatos de defensoras por la autodeterminación de los pueblos y de la tierra; los tratados de libre comercio; la peligrosidad del capitalismo verde; las falsas soluciones del llamado “desarrollo” y sus megaproyectos.
Con ello, no dudaron en denunciar que más de 400 mujeres se encuentran presas en México por aborto y miles más han sido señaladas en el mundo por la misma causa; por lo que, bajo el lema internacional exigieron: “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir ni ser criminalizadas”.
En su pronunciamiento, reconocen la lucha de las familias de las desaparecidas y los desaparecidos, al igual que de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Los foros virtuales organizados por estas redes locales de mujeres sirven como un puente articulador a nivel global que permite, desde diversas latitudes del planeta, gestionar diálogos, compartir saberes, luchas y esperanzas en defensa de los territorios y los derechos humanos de las mujeres.
Por Samantha Anaya/ @ Sam_An16
La lucha que comparten Mujeres y la Sexta con otras redes de mujeres alrededor del mundo se gesta desde una mirada ecofeminista, anticapitalista, anticolonialista y antipatriarcal, que considera imperante el escuchar las voces de las mujeres de los pueblos originarios, pues son ellas, quienes tienen los conocimientos de la ecoindependencia.
En su pronunciamiento, tras el término de las jornadas virtuales, hicieron hincapié en la relevancia de reivindicar la autonomía de las mujeres sobre su cuerpo y territorios con una perspectiva interseccional. Por ello, las redes que acompañan a Mujeres y la Sexta señalaron que las une el zapatismo y el reconocimiento de los pueblos originarios.
Asimismo, consideraron que las mujeres deben tomar el feminismo y el ecofeminismo como su espacio de lucha, pues reconocen que el cuerpo de una mujer es su primer territorio de defensa; así es como nace la lucha por la despenalización del aborto, la cual es parte de la soberanía sanitaria de las mujeres.
Otra de sus luchas es por lograr que cada vez existan más y más redes de mujeres para fortalecer los procesos de resistencia civil. Estas redes buscan hacer más fuertes las acciones tomadas en conjunto para desestabilizar al sistema capitalista, etnocéntrico, heteronormado y patriarcal, advirtieron en el documento.
Por otro lado, en su pronunciamiento Mujeres y la Sexta denunciaron la militancia internacional y la guerra contra las mujeres; el homicidio de lideresas y líderes sociales en Colombia en defensa del territorio, la vida y la paz, así como la desaparición de líderes garífunas en Honduras; el Proyecto Integral Morelos, el Tren Maya, el Corredor Transístmico, como megaproyectos de muerte y destrucción; y los reiterados ataques del Estado turco en contra del pueblo kurdo. Mientras que, señalaron y denunciaron a aquellas academias cómplices que “reproducen y justifican los discursos hegemónicos del capital y el patriarcado”; y la detención política de Susana Prieto, abogada de obreras y obreros del Movimiento 20/32 de Matamoros, a quien después de 23 días encarcelada se le prohibió residir en Tamaulipas.
Advirtieron que su lucha es en torno a la recuperación del territorio y deja de lado la mira del capital y el nacionalismo, para centrar su atención en cada ser vivo, el agua y la tierra; en cada uno de los lazos de apoyo entre mujeres construidos y el ecofeminismo que sana y reconstituye su relación con la Madre Tierra.
Mujeres y la Sexta también hizo hincapié en reconocer y diferenciar las necesidades reales, de las creadas por el sistema capitalista, el cual pone en riesgo a todas las especies, incluida la humana. Y es que, las mujeres que integran esta red de redes aseguran que “si reducimos el consumo y tenemos una vida simple, poco a poco podemos agrietar al capital”.
En su pronunciamiento subrayaron la forma en cómo el sistema capitalista y patriarcal se articulan para violar los derechos humanos de las mujeres, tal es el caso de las trabajadoras agrícolas en España, quienes son víctimas de abusos sexuales por parte de sus patrones, según se ha denunciado. En medio de esta complicidad también se encuentra inmerso el Estado, quien miente al generar intentos de políticas públicas de “soberanía alimentaria”, ya que afirmaron:
“Se sostienen sobre las cuatro ruedas del capitalismo: explotación, despojo, desprecio y represión”.
Para Mujeres y la Sexta, otra mentira del “desarrollo sustentable” es el llamado “capital verde”. Ejemplos de ello son: el Proyecto Integral Morelos, el Tren Maya, el Corredor Transístmico, los megaproyectos en la península de Yucatán y las eólicas en Chiloé; así como otros de carreteras, de fracking, de minería y de proyectos hídricos que están devastando los territorios.
El extractivismo, expresaron, genera despojo y desplazamientos forzados, y termina por afectar especialmente a las mujeres. Otro ejemplo que acompaña a este último punto es aquel que tiene lugar en Chile, donde las temporeras (trabajadoras temporales), muchas de ellas migrantes, están expuestas a agroquímicos y agrotóxicos utilizados en de cultivo de transgénicos.
Por otro lado, reconocieron la resistencia de las mujeres de San Quintín y de Tamaulipas, quienes se organizaron para confrontar a sus patrones, para visibilizar el uso de químicos dañinos, la contaminación de las aguas y su relación con los casos de cáncer y abortos espontáneos.
Otro caso de violación de derechos humanos es lo que sucede en cada región del Kurdistán y que lacera la vida de la población kurda. Por ejemplo, en Bakur, Turquía, compañeras del movimiento de mujeres son arrestadas, encarceladas y torturadas; en Bashur, Iraq, Turquía fueron bombardeada el 15 de junio campos de refugiadas, hospitales, pueblos y zonas liberadas por el movimiento kurdo; en Rojhilat, Irán, se aplica la pena de muerte a presas y presos políticos kurdos y se les mantiene en condiciones inhumanas; en Helincê, Siria, fueron asesinadas el 23 de junio Zehra Berkel, Hebûn Mele Xelîl y Amina Waysî; y en Rojava.
“Reconocemos y aprendemos su ejemplo de resistencia”, afirmaron.
Mientras, señalaron que en Argentina el 60% del territorio cultivado produce soja transgénica para alimentar cerdos en China, lo que contribuye a externalizar los costos de los criaderos de gran magnitud y la dieta chatarra del capital transnacional. Afirmaron que, dicho país, quiere deslindarse del riesgo ambiental y bacteriológico de la producción hacinada de cerdos y llevar esas megagranjas directamente al Cono Sur. Entonces, Argentina funge como un laboratorio del modelo de producción de soja transgénica, para luego exportarlo a todo los “sures globales”, sentenciron.
Como parte de las acciones a seguir que Mujeres y la Sexta propone, junto con las demás redes de mujeres de todas partes del planeta, está el poner en el centro la creación de una economía que sea conveniente para todas las mujeres. Para ello, sugirieron, se debe seguir el camino de la seguridad, la soberanía y la autonomía alimentaria, y la forma de lograrlo es practicar cada vez más la agroecología. Otro acto político contra el capitalismo es el optar por una vida sencilla, la cual permite contrarrestar la lógica de desarrollo que la humanidad ha replicado hasta la actualidad.
Esta lucha se genera día con día, al convertir los discursos en acciones; al compartir los saberes sin que sean aprovechados por el poder; al denunciar a las izquierdas complacientes, como hicieron las bolivianas que no aceptaron el golpe de Estado en Bolivia; al reflexionar sobre lo que se consume y la manera en cómo se concibe a la tierra; y al pensar en los otros mundos posibles para así crear uno donde quepan muchos otros más.
Lee el pronunciamiento: https://mujeresylasextaorg.com/2020/07/27/pronunciamiento-de-las-jornadas-ecofeministas-antiextractivistas-por-el-buen-vivir/