Melecio Carrillo López, director rural de la escuela primaria Intercultural Bilingüe Progreso del municipio de Bolaños, Jalisco, no ha recibido pago alguno desde el pasado 16 de agosto de 2019; no obstante, sigue laborando y espera que la Delegación Regional de la Secretaria de Educación Pública en Colotlán (DRSE Colotlán) o la Secretaría de Educación Jalisco (SEJ) pronto le den una respuesta y pueda cobrar el salario que no ha recibido en 11 meses.
Por Sofía Ávila/@anasofiaavila10
Melecio Carrillo es director rural de la escuela primaria Intercultural Bilingüe Progreso en la localidad Mesa del Tirador en el municipio de Bolaños, Jalisco; ha laborado en ésta desde el 2016. Permaneció durante dos años (hasta 2018) “en observación” y no tuvo problemas para cobrar su sueldo, sin embargo, cuando recibió su nombramiento definitivo de comisionado directivo en agosto de 2019, dejó de recibir su salario quincenal, así como, sus prestaciones de ley:
“Es como si no estuviera trabajando o me hubieran dado de baja”, denuncia “Mele” como le apodan sus conocidos.
Después de varias quincenas sin recibir su salario, Melecio se preocupó y buscó una respuesta; aunque, ya va a cumplir un año sin goce de sueldo y todavía no se resuelve su caso:
“A partir de octubre yo empecé a hacer reclamos en la DRSE, pero no me dieron respuesta, me dijeron que en enero se iba a regularizar y que nos iban a pagar, pero cuando llegó enero de 2020 no recibí nada.”
Para el mes de abril, Melecio logró contactar vía Facebook al Secretario de Comunicación de la sección 16 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), pues él se ha encargado de darle visibilidad a otros casos en donde se violentan los derechos de las y los trabajadores de la educación. Hasta ahora, se tiene registro de un numero alarmante de profesores que laboran sin goce de sueldo y que, lamentablemente, como Melecio, todavía no tienen una respuesta.
Ante la constante negativa, Melecio envió un correo electrónico al Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE), donde le dijeron que su nombramiento “todavía no está reconocido a nivel federal”:
“La respuesta que dieron fue que mi nombramiento todavía no está reconocido a nivel federal, algo así me dijeron, que la secretaría (Secretaría de Educación) no agilizó los tramites que debían hacerse para gestionar ese recurso”, comentó Melecio.
Acudió también con el director de Educación Indígena, David Chino Carrillo, pero la respuesta, una vez más, volvió a ser negativa:
“Desde abril para acá le estuve insistiendo para que moviera o gestionara o presionara en cuanto a mi situación, pero no, ya después no me hicieron caso, hasta el momento no me responden mis llamadas, ya no me dicen que es lo que está pasando, como que ya en un momento dado pienso que yo ya les molesto porque cada rato les hablo preguntando lo mismo, pero no es por algo que yo les esté exigiendo que no esté en mis derechos, es algo que me corresponde.”
En un intento desesperado recurrió al director de la Secretaría de Educación Jalisco, Juan Carlos Miramontes Flores vía Messenger, pero éste sólo le contestó que su papeleo estaba en trámite:
“Yo le he estado escribiendo y me dice que está en trámite mi pago, pero no se ha reflejado, ni una quincena me han pagado.”
En la comunidad en donde trabaja Melecio había otros cinco profesores a quienes no se les había pagado, afortunadamente a ellos ya se les ha liquidado la deuda correspondiente. No obstante, Melecio sigue sin recibir una solución a pesar de sus múltiples intentos.
Para sostener a su familia ha tenido que realizar otros trabajos extras; Melecio, además de docente, es músico y artesano, por lo que, ante esta terrible situación, su esposa y él han optado por realizar y vender artesanías wixárikas.
Para llegar a la comunidad donde trabaja, tiene que recorrer de 5 a 6 horas de camino en motocicleta, por lo tanto, sólo regresa los fines de semana a su hogar, y en temporal de lluvias regresa cada uno o dos meses, ya que, además, el trayecto es todo de terracería y con la motocicleta se vuelve muy peligroso.
Frente a la precariedad laboral y lo que ello ha implicado para su economía familiar, Melecio asegura que sigue laborando, “con muchas ganas”, pero con la expectativa de que su reclamo sea escuchado y su situación de no pago remediada:
“Yo le sigo echando ganas, aunque no me paguen, yo estudie esta carrera con la intención de apoyar a mi comunidad, a mi gente, a mi raza wixárika, y no he cambiado la idea ni la esperanza de que algún día se me tiene que pagar”.
