La pandemia del coronavirus ha dejado en evidencia que el sector de la cultura y el arte se encuentra, en su mayoría, dentro de ámbito informal, hecho que dificulta el acceso a los subsidios y apoyos gubernamentales, así lo señaló la Red Internacional de Trabajadoras de las Culturas y las Artes, a través del encuentro digital: Trabajadoras de las artes frente a la pandemia.
En este espacio, las colectivas compartieron diversas acciones de apoyo que han decidido tomar frente a la situación económica en la que se encuentran las trabajadoras de las artes por la contingencia, principalmente, señalaron, buscando beneficiar a las más vulnerables.
Por Mariana Parra /@ MarianaParraMa1
De acuerdo con la iniciativa colaborativa Trabajadores de Arte Contemporáneo, hasta junio de 2020, suman 5 mil 799 trabajadoras de las artes en Latinoamérica; cifra que representa el 49.9% de todos los artistas en estos países.
Sin embargo, la incertidumbre y la precarización que de por sí viven las trabajadoras de las artes, ha aumentado durante la contingencia sanitaria por COVID-19, así lo advirtieron gestoras y artistas de toda América Latina aliadas a la Red Internacional de Trabajadoras de las Culturas y las Artes, en el encuentro digital: Trabajadoras de las artes frente a la pandemia; pues como manifestaron, en cada país, las trabajadoras de las artes se han adaptado a su propia lucha para salir adelante en medio de este contexto.
La Red internacional de trabajadoras de las artes, es una red mixta que busca hacer converger a todas las mujeres que trabajan en las distintas disciplinas del arte, creación y producción, fue creada en 2014. Hasta ahora suman más de 12 mil asociadas, así lo señaló Rosa Angelini, artista chilena que dirigió el encuentro digital.
TRABAJADORAS DE LAS ARTES EN URUGUAY
En Uruguay la cuarentena ha sido voluntaria, sin importar esto, la situación económica para las trabajadoras de las artes es complicada, por lo que, las organizaciones civiles, cooperativas de artistas y sus gremios, han hecho alianzas con fondos propios para salir adelante de forma inmediata. Prácticamente,comenta Sheila Bonino integrante de Gestoras en Red Uruguay, canalizan la ayuda con campañas de entrega de “canastas” con insumos y víveres para las y los trabajadores de cada una de las disciplinas del sector cultural.
De parte del gobierno el avance ha sido lento, afirma Sheila, si bien se creó un fondo para apoyar a los colectivos y proyectos, falta coordinación para acceder y ejercer el recurso: “todavía no están habilitadas las salas donde pueden entrar colectivos para presentarse y empezar a generar dinero” advirtió la artista.
En otros casos, el gobierno uruguayo les ha pagado a las y los artistas que han cancelado eventos programados durante la contingencia, incluso, se planea que se presenten en un futuro, agregó Cecilia Canessa, integrante también del colectivo.
TRABAJADORAS DE LAS ARTES EN PERÚ
En Perú los pueblos originarios, las comunidades, y las y los gestores culturales, han exigido cambios al Ministerio de Cultura por el abandono en el que les han dejado.
Micaela Távara Arroyo, artista que pertenece a la colectiva Trenzar Perú, señala que, el Estado necesita realizar cambios trascendentales en materia económica para la reactivación de los espacios destinados a las artes y para salvaguardar el derecho a la cultura.
En ese sentido, advirtió que, existe en el país un debate sobre cómo se va a dar la reactivación cultural en espacios públicos, ya que muchos de los colectivos trabajan en las calles con obras de teatro, festivales de danza, entre otras actividades. En cuanto a los espacios privados, estos se han ido adaptando a encuentros virtuales, aunque refiere “el acceso se limita únicamente para quienes cuentan con un aparato electrónico”, una situación contradictoria a la que se busca con éstas, pues Micaela precisa que: “lo importante en el arte es que pueda ser accesible para todos y todas”.
De acuerdo con Trenzar Perú, la capacidad creativa y de producción que tienen las mujeres artistas durante el encierro se ve minimizada, pues, además de ser gestoras y creadoras, también se les atribuyen los estereotipos patriarcales como: el cuidado doméstico, la alimentación, la administración de una casa.
TRABAJADORAS DE LAS ARTES EN MÉXICO
“México es un país muy rico en danza”, afirmó Erendi Fajardo, Gestora Cultural en México.
Según explicó, en 2018 surgió por primera vez un Congreso Nacional de Danza conformado por hombres y mujeres que estudian temas específicos como: el diseño de políticas públicas para la creación de programas, el sistema de impulsos de becas y financiamientos para el arte, así como, la formación profesional y no formal de la danza.
Ante la contingencia económica por Covid-19 en México, el Congreso Nacional de Danza que es impulsado por la red de gestoras culturales en el país, decidió “meterse a la cocina” del diseño de las políticas públicas para ser tomadas y tomados en cuenta, expresa Erendi.
Tras un análisis de éstas en el mes de abril, donde se hizo una revisión de los efectos de la contingencia sanitaria del COVID-19 en el sector de cultura, construyeron mesas de trabajo, en las que, acordaron 38 demandas concretas para el sector de danza. El día del encuentro, Erandi Fajardo informó que se han reunido 3 mil 685 firmas de personas destacadas en el ámbito de la danza, que se han sumado a estas demandas.
Durante el mes y medio que lleva esta estrategia de reactivación económica a la que han nombrado “La danza COVID-19”, se ha negociado con las y los titulares de las direcciones y secretarías de cultura en el país, así como, con diputados y diputadas para que se comprometan a brindar apoyos para este sector, confirma la gestora.
Hasta el momento la ayuda que han conseguido es para cubrir: el desempleo; la capacitación para el regreso de las academias de danza; apoyos alimentarios; soporte para los emprendimientos de las y los jóvenes en el sistema laboral en danza; apoyos con las rentas de espacios; así como, para el soporte de plataformas digitales que les permitan continuar trabajando.
TRABAJADORAS DE LAS ARTES EN BRASIL
El sector cultural en Brasil ya estaba en riesgo con el Gobierno de Jair Messias Bolsonaro, sin embargo, ha empeorado durante la cuarentena, indicó Ana Carolina Rosário, productora cultural y articuladora de Gestoras en Red en Salvador de Bahía, Brasil.
El país lleva alrededor de 30 días sin una ministra en el sector cultural. En un territorio nacional tan grande como lo es Brasil, cada región se ha adaptado para cubrir las necesidades según su situación.
“Estamos tratando de sobrevivir”, expresó la gestora brasileña. La informalidad se presenta como un problema para las trabajadoras del arte ya que son remuneradas con bajos salarios y muchas de ellas no tienen seguro:
“Tendremos que generar otras estrategias porque cuando regresemos a nuestras actividades no tendremos el mismo flujo de público, de financiamiento” señalaron.
En Salvador de Bahía, Brasil, son varios los movimientos culturales que buscan reducir el impacto de la pandemia con acciones, organizadas por las mismas trabajadoras del arte, que van desde investigaciones, hasta la repartición de alimentos a las y los profesionales más necesitados.
Algunas organizaciones sociales y secretarías de cultura han lanzado convocatorias de emergencia, pero la distribución de los fondos es desigual entre las regiones. Por ello, se lucha por la Ley de Emergencia Cultural en Brasil, que establece la ayuda económica de emergencia a las trabajadoras y los trabajadores, así como, para los espacios culturales en todo Brasil, además de créditos para empresas de producción cultural. Los montos van desde los 600 reales (equivalente a 120 dólares), hasta los 3 mil a 10 mil reales (entre 600 y 2 mil dólares).
“Los enfrentamientos son muchos y las realidades diversas”, señaló Ana Carolina, quien coincide con algunos colectivos culturales que han participado en estas convocatorias y opinan que el presupuesto es insuficiente.
TRABAJADORAS DE LAS ARTES EN CHILE
En Chile han generado alianzas entre las colectivas, de las cuales se creó un fondo solidario para generar un banco del que puedan sustentarse económicamente las trabajadoras del arte que más lo necesitan.
Según explicaron las gestoras culturales y artistas chilenas, los problemas en el sector cultural de este país se agravaron desde octubre del 2019 con las manifestaciones; no obstante, la pandemia ha agravado la situación no sólo como artistas, sino, también, como mujeres.
En Chile la crisis que trajo el virus ha profundizado los problemas de precarización histórica, señaló Nicole Morales de la Red Nacional de Artistas Escénicos. De acuerdo con Nicole, desde el 18 de octubre que iniciaron los problemas de revueltas sociales en el país, hubo un alto impacto en el mundo de las y los trabajadores de la cultura, ya que, éstas llevaron al cierre de diversos eventos en la vía pública: festivales y presentaciones.
“El gobierno ha establecido mesas de trabajo que no son efectivas, pues al final de cuentas la situación de emergencia que estamos viviendo hoy, no es abordada”, comentó Nicole.
TRABAJADORAS DE LAS ARTES EN ARGENTINA
La Red Multicultural de la ciudad de La Plata en Argentina, también ha brindado apoyo para las y los trabajadores del arte y la cultura. Desde de que inició el tiempo obligatorio de aislamiento en este país, han surgido nuevos lugares para los procesos creativos y la gestión cultural; así como, se ha ampliado la red para planear estrategias conjuntas y a través de la participación colectiva, según comentó Flor Ochiuzzo, integrante de la Red Multicultural.
Al mismo tiempo, han creado comisiones de trabajo y espacios para la diversidad de las disciplinas artísticas: danza, teatro, productores de música, entre otras; puesto que, precisa Sofía, integrante de la Red de Argentina: “hay algunos planes y modos que está llevando adelante el Estado, que son de 100 dólares per cápita, lo que claramente no alcanza para poder sostener una situación de este empleo”.
INICIATIVAS DE LAS TRABAJADORAS DEL ARTE EN AMÉRICA LATINA
La Colectiva Gestora del Arte en Uruguay, promueve las iniciativas de trabajadores del arte a través de la plataforma web de VADB; se trata de “una comunidad que archiva, relaciona y difunde información sobre personas, obras, publicaciones, organizaciones y eventos en América Latina”.
“Somos sujetos económicos en relación a un sistema” comentó Guillermina Bustos integrante de Gestoras del Arte en Uruguay, “la idea es que puedan consultarse y ser utilizados como herramienta de negociación”.
La iniciativa comenzó en el año 2012, sin embargo, ha vuelto a tener un impacto a partir de la contingencia, ya que es urgente hablar de los derechos de las y los trabajadores del arte. Además de la actualización de las tarifas, también se encuentran desarrollando algunas ideas para establecer contratos y leyes de derecho de autor. Hasta el momento están habilitados en Chile, Argentina, Colombia, Ecuador, México y Perú.
La realidad que viven algunas de las mujeres artistas llegó en forma de crisis al iniciar la pandemia, por lo que la Red de Trabajadoras para las Artes, llevó a cabo una investigación para determinar si ellas son las que están sosteniendo una familia, incluso, si realmente se puede aplicar el término de “sostenedoras de hogares”, así como, si su situación las lleva a estar por debajo del índice de la pobreza.
Finalmente, ante la insuficiencia con la que actúan las secretarías de cultura en algunos países latinoamericanos, las trabajadoras de las artes consideran que es importante el apoyo a través de alianzas entre estos países, por lo que proponen un banco solidario.
De acuerdo con Rosa Angelini, este banco solidario sería utilizado “para democratizar recursos que pudieran llegar a captarse como red” y serían entregados “responsablemente a las mujeres que están en situaciones complejas” tanto económica, como socialmente:
“Tenemos que echar ojo y hacer presión para poder eliminar todas estas brechas de injusticia que estamos viendo; y también las injusticias que nos coloca el mismo sistema en el que vivimos, capitalista, que nos empobrece” concluyó Rosa Angelini.