George Floyd fue asesinado por el oficial Derek Chauvin, quien lo inmovilizó en el suelo y lo asfixió arrodillándose sobre su cuello; esa presión provocó una falta de riego sanguíneo al cerebro de Floyd, lo cual le quitó la vida, el pasado 25 de mayo en en Powderhorn, Minéapolis en los Estados Unidos.
Tras este terrible hecho, una escalada de protestas se ha suscitado en diversas ciudades de la unión americana para denunciar el racismo, la xenofobia y los abusos policiales cometidos hacia ciudadanos afroamericanos y/o latinos.
Donald Trump amenazó con repeler las protestas con el uso del ejército; mientras que diversas policías en una imagen potente se hincaron frente a los manifestantes para pedir disculpar por las acciones que derivaron en la muerte de George Floyd .
Por Darwin Franco / @DarwinFranco
Ilustración portada: Nicholas Huggings / @NicholasHuggingsCreative
“I can’t breathe” (“No puedo respirar”) fueron las últimas palabras que George Floyd, de 46 años, mencionó en repetidas ocasiones mientras la rodilla del oficial Derek Chauvin presionaba su cuello por la espalda. Esposado y sin contar con ningún tipo de apoyo de los también oficiales Thomas Lane, J. Alexander Kueng y Tou Thao, a Floyd le fue arrebatada la vida tras permanecer más de ocho minutos en esa posición que le generaba una clara obstrucción respiratoria.
Los policías, sin embargo, justificaban su acción porque presuntamente Floyd había sido detenido por pagar con un billete falso en una tienda de comestibles. Toda la agresión policial quedó registrada en diversos videos que se grabaron in situ y que rápidamente se viralizaron en las redes sociodigitales.
La fuerza de las imágenes y el desvanecimiento de Floyd ante la mirada de quienes pedían a los cuatro oficiales que le dejaran respirar han sido pruebas contundentes de que su muerte pudo haberse evitado si el oficial Chauvin hubiese quitado su rodilla cuando Floyd le señaló, en más de 16 ocasiones, que no podía respirar o cuando éste cerró los ojos en clara señal de que estaba perdiendo la consciencia.
Tras estos hechos, la policía de Mineápolis despidió a los cuatro oficiales.
El oficial Chauvin, de 45 años, fue acusado de homicidio en tercer grado y de homicidio involuntario de segundo grado. Conforme las leyes de dicho estado, un homicidio de tercer grado define la acción en la que una persona le quita la vida a otra, pero sin la intención de hacerlo. La familia de Floyd, sin embargo, pide que los cargos contemplen el homicidio en primer grado, ya que consideran que hubo una clara intención de provocar un daño a George.
Tras el asesinato de Floyd, en más de 30 ciudades de los Estados Unidos y Canadá cientos de manifestantes tomaron las calles para pedir que el crimen no quede impune, pero también para que se investiguen los cientos de crímenes similares que se han cometido en los Estados Unidos a manos de elementos de diversas policías, tal y como lo ha estado señalando, desde 2013, el al movimiento Black Lives Matter (“Las Vidas Negras Importan”).
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Rest in Power, Beautiful. @BlkLivesMatter honors those we have lost to police violence. #BlackLivesMatter #JusticeforGeorgeFloyd pic.twitter.com/AtqA0YtEOK
— Black Lives Matter (@Blklivesmatter) May 29, 2020
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#BlackLivesMatter surgió en 2013 después de la absolución de George Zimmerman, quien provocó por la muerte del adolescente afroamericano Trayvon Martin a causa de un disparo. Black Lives Matter también cobró notoriedad internacional por las acciones y manifestaciones después de la muerte de dos afroamericanos en el 2014: Michael Brown y Eric Garner, asesinatos que dieron lugar a las protestas en Ferguson, New York.
Conforme a este movimiento, en los Estados Unidos, la policía asesina entre mil y 2 mil personas cada año. De estas muertes, una cuarta parte se comete contra afrodescendientes; hecho que también ha sido comprobado por la investigación realizada por el consorcio de periodistas Fatal Encounters, quienes sistematizaron e investigaron los homicidios cometidos por la policía señalando que, en efecto, las personas afrodecendientes son 2.5 veces más propensas a ser asesinados por la policía que una persona blanca.
Diseño de @seriouslypaige
Aunque de manera oficial, las autoridades de Minnesota aseguran que en la muerte de George Floyd no había: “ningún indicio físico que apoye un diagnóstico de asfixia traumática ni estrangulación”; la autopsia independiente realizada por su familia señala que éste murió por “un paro cardiopulmonar que se complicó con el subyugamiento, limitación y compresión del cuello”.
Las múltiples protestas en los Estados Unidos han derivado en diversos enfrentamientos con la policía, así como en la quema de diversos establecimientos; por ello, el presidente Donald Trump las catalogó como “terrorismo doméstico” y, por ello, anunció un despliegue militar para detener los disturbios y las protestas.
“Estoy movilizando todos los recursos federales, civiles y militares disponibles para detener los disturbios y los saqueos para poner fin a la destrucción y los incendios provocados y para proteger los derechos de los estadounidenses que respetan la ley”, anunció el presidente desde la Casa Blanca que, por primera vez en décadas, apagó sus luces y resguardó al presidente en un búnker para resguardar su seguridad.
Por su parte, Alicia Garza, una de las voceras de #BlackLivesMatter, señaló en su cuenta de Twitter:
“#GeorgeFloyd should still be alive, along with countless other Black lives taken too soon and too often. Change the laws and the people who make them. Or fail to enforce them equally—from President to prosecutor to Sheriff”.
“#GeorgeFloyd debería estar vivo, junto con innumerables vidas negras tomadas demasiado pronto y con demasiada frecuencia. O cambian las leyes y las personas que las hacen. O hacerlas cumplir por igual, desde el presidente hasta el fiscal hasta el sheriff”.
Foto: Stephen Maturen/Getty Images