La pandemia por COVID-19 ha frenado las vidas de la mayor parte de las y los mexicanos, pero no ha significado que la desigualdad hacia la mujer lo haya hecho. En ese tema, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México ha considerado a la mujer en la primera línea de la desigualdad ante el COVID-19. Por ello, ha evidenciado el rol de cuidado que han tenido las mujeres a lo largo de estos casi tres meses de contingencia sanitaria, así mismo, evidenció que éstas han sido las primeras respondedoras en la pandemia, aun cuando este periodo ha sido un posible activador de violencia en contra de mujeres y niñas.
De manera alterna, el ILSA – Instituto Latinoamericano para una Sociedad y un Derecho Alternativos, una institución sin fines de lucro que realiza trabajo de incidencia socio-jurídico en la ciudad de Bogotá, Colombia y diversos países del continente, llevó a cabo el conversatorio “Mujeres: retos y desafíos en tiempos de coronavirus”, dentro del ciclo de conversatorios “Crisis, pandemia y derechos humanos”, donde se evidenció la situación crítica que enfrenta este sector de la población nuevamente vulnerado.
Frente a estos escenarios, México deberá tomar acciones para evitar desigualdad hacia la mujer durante lo que resta de la emergencia sanitaria y, posterior a ésta.
Por Darinka Laviada / @darinkalaviada
Responsabilidad en casa
El cierre de las escuelas hasta que la educación presencial sea segura para las niñas y niños mexicanos deja a las mujeres como las principales personas a cargo por los roles de cuidado establecidos. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México manifestó a través de un comunicado que, “tres cuartas partes del trabajo de cuidados no remunerado es realizado por mujeres, lo que equivale a $5 millones 524 mil 621 pesos ($287 mil 291 dólares o un 23.5% del PIB nacional”. Mientras que, ellas constituyen dos terceras partes de la mano de obra que se ocupa del trabajo de cuidados remunerado, de acuerdo con la OXFAM.
Por lo que, piden a las autoridades que se proporcione mayor seguridad para madres y padres que, ante la crisis sanitaria, deben ausentarse de sus correspondientes trabajos y hacerse cargo de la educación completa de sus hijas e hijos; con ello han solicitado eliminar las consecuencias negativas en términos económicos, profesionales y en el uso de su tiempo.
Primera línea de apoyo
Las mujeres representan el 85% de las personas que se dedican a la enfermería, por lo que, son ellas quienes se exponen vía directa y cotidiana al virus. De esta forma, se considera de suma importancia que se les dé la necesaria seguridad y salud. Además, de tomar en cuenta la posibilidad de que, a estas profesionistas, sin importar su sexo, se les concedan permisos para ausentarse y cuidar a sus familias, sin menoscabar la calidad del servicio brindado.
El PNUD advierte que muchas de esas familias dependen de los cuidados de ese personal de salud, especialmente de las mujeres, por lo mencionado anteriormente.
La cuarentena como posible activador de violencia hacia mujeres y niñas
El Programa Internacional informó que “en los últimos 10 años, 43.9% de las mujeres de 15 años y más (19.1 millones) en México ha enfrentado violencia por parte de su pareja, esposo o novio actual o último, a lo largo de su relación de pareja”.
Las cifras son alarmantes, más aún, frente a las medidas de aislamiento social que han provocado que esas mujeres y niñas tengan que quedarse en casa todo el tiempo con el que podría ser su agresor. A la fecha, se ha mostrado un aumento en las cifras de llamadas al 911 pidiendo ayuda por violencia intrafamiliar.
Ante las desigualdades que puedan sufrir las mujeres en la contingencia, finalmente el PNUD exhortó a los diferentes sectores de la sociedad a “entender con lentes de género” y de manera diferenciada lo que las mujeres están viviendo durante la pandemia del COVID-19; según precisaron:
¨Esto permitirá impulsar políticas equitativas e igualitarias que eviten reproducir las desigualdades que tanto esfuerzo ha costado disminuir, y garantizar no dejar a nadie atrás¨.
Los desafíos y los retos de las mujeres durante
la pandemia del COVID-19
El ILSA – Instituto Latinoamericano para una Sociedad y un Derecho Alternativos, una institución sin fines de lucro que realiza trabajo de incidencia socio-jurídico en la ciudad de Bogotá, Colombia y diversos países del continente, llevó a cabo el conversatorio “Mujeres: retos y desafíos en tiempos de coronavirus”, dentro del ciclo de conversatorios “Crisis, pandemia y derechos humanos”.
Dirigido por María Eugenia Ramírez Brisnea, de la Federación Democrática Internacional de Mujeres (FDIM) en Colombia; el foro comenzó con la participación de la experta haciendo referencia a la importancia de estas discusiones en el marco de la pandemia.
Por su parte, Natalia Quiroga Díaz, de la Universidad Nacional de General Sarmiento en Argentina; economista, maestra en economía social y parte del grupo de economía feminista, habló sobre la manera en la que la pandemia ratifica una división sexual del trabajo y sobre el incremento de los casos de violencia en contra de las mujeres en Latinoamérica, respecto los delitos de seguridad pública;
“hay un incremento de los llamados por violencia a la mujer de un 60% en Latinoamérica”, señaló.
Explicó que la pandemia ha marcado desigualdades para las personas más vulnerables, que no sólo están percibiendo menores recursos económicos que antes, sino también, son los más propensos a infectarse por el virus, “no sólo por el poco acceso a servicios como el agua, sino también por padecimiento de enfermedades cardiovasculares y pulmonares” agregó.
Finalmente, cuestionó a las y los participantes del foro virtual cómo desde el feminismo, es posible exigir a los gobiernos de las naciones en Latinoamérica acciones que beneficien a estos sectores diversamente vulnerados:
“¿Desde el feminismo, cómo podemos pedir al gobierno que reconozca y tome acción por los grupos discriminados y vulnerables en medio de una crisis donde son los más afectados?”, señaló.
Karina Batthyany, integrante de la Secretaría Ejecutiva del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), Doctora en sociología y asesora de varios organismos internacionales que defienden los derechos de la mujer, presentó tres puntos que deben tomarse en cuenta respecto a las situaciones de desigualdad que enfrenan las mujeres en estos momentos.
Como primer punto, Karina planteó las afecciones del aislamiento entre hombres y mujeres. En el caso de las mujeres, señaló que la carga de labores y de cuidados a los demás, ha aumentado y por tanto las tensiones que experimentan:
“Las labores y cuidados en casa ya eran una desigualdad evidente con anterioridad, pero en el marco de la pandemia se agudiza”.
El segundo punto fue la autonomía económica y la inserción al trabajo de las mujeres:
“De acuerdo con cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 130 millones de mujeres trabajan de manera informal en Latinoamérica, lo que implica inestabilidad laboral, bajos ingresos, falta de protección social y laboral que se vuelve mucho más grave en una crisis como la actual”.
Agregó que, a esto se suma que las mujeres empleadas en el sector formal son provenientes de los sectores más impactados por la crisis sanitaria:
“Desigualdades agudizadas que irán a terminar en mayor pobreza y vulnerabilidad en las mujeres de la región”.
El último punto es la violencia de género, un tema alarmante antes de la pandemia y que también se agudiza con ella. Como lo advertía el PNUD en su comunicado, el espacio más inseguro para las mujeres durante el confinamiento es su casa, pues conviven de manera ininterrumpida con su agresor: “es una situación alarmante y los gobiernos no han previsto acciones en el tema”, advirtió
María Guadalupe Ramos Ponce, integrante del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres en México, abogada feminista, Maestra en administración de la justicia y seguridad pública y doctora con línea de investigación sobre el feminicidio en Jalisco, comenzó su participación advirtiendo que, “la pandemia ha dejado el rostro más perverso y miserable del sistema capitalista y de su modelo neoliberal”.
En ese sentido, habló sobre la crisis en los sistemas de salud, educativos y de los sistemas de justicia, no sólo de Latinoamérica y el Caribe, sino, mundialmente. Al respecto, advirtió que ésta quedó en evidencia durante la contingencia sanitaria:
“Lo que se puso mayormente en evidencia con esta crisis sanitaria fueron las desigualdades tremendas en la que vivimos en América Latina”, puntualizó.
Explicó con ello que los gobiernos de estos países no estaban preparados para la pandemia aún con las advertencias de casos como España, Italia y Estados Unidos: “mucho menos estaban preparados con planes con perspectiva de género¨, añadió.
Como parte de la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC), se pronunció para exigir a los gobiernos una mayor inversión en políticas públicas que garanticen los derechos humanos de toda la población. Además, alertó sobre el hecho de que países en América Latina se hayan decretado en estado de emergencia, acción que les otorga poderes especiales a los gobiernos para que prioricen el “interés común” por encima de los derechos civiles y políticos de las personas:
“Esto es un riesgo muy grande ya que queda un hilo muy delgado para que en aras de la protección y salvaguarda del bien común y de la salud, se violenten derechos humanos”, dijo.
Y finalizó advirtiendo que en México las llamadas de emergencia por violencia hacia la mujer han incrementado un 56% desde que la pandemia comenzó, llamadas confirmadas como reales por el secretariado:
“Esto lo aclaro como cifras reales porque el presidente ha minimizado la situación de las mujeres y gravemente dijo que el 90% de esas llamadas son falsas”, así mismo, señaló que “diariamente hay 10 asesinatos a mujeres”, mientras que, en Jalisco “ha habido 80 asesinatos a mujeres en lo que va del año; hay un aumento de casos de violencia con contingencia o sin ella”.
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Link para ver el conversatorio “Mujeres: retos y desafíos en tiempos de coronavirus”.