En Jalisco, cientos de jóvenes acudieron al llamado para defender la tierra que realizó Greta Thunberg. Organizados y motivados se han vinculado al movimiento Fridays For Future (FFF) y desde ahí quieren demostrarnos que vale la pena luchar por el planeta en que vivimos.
En ZonaDocs queremos reconocer su lucha y entrega; por ello, publicaremos una serie de perfiles de quienes saben que no hay un planeta B. Este tercer perfil corresponde a Natalia Cárdenas, una joven que conserva la esperanza de tener un mundo mejor para todas y todos los seres que habitan la Tierra.
Por Eric Sandoval/@eric20san
Esta joven de uno sesenta de altura y mejillas rojizas, acude a las plazas comerciales, observa unos jeans y detrás de él también observa cuánta agua se gastó para hacerlos, y piensa en que la industria textil es la segunda más contaminante del mundo.
Hoy Natalia sabe que no podemos seguir en la “normalidad”. La normalidad consumista y materialista. Donde se consumen toneladas de carne roja, donde se invierten millones de pesos en energías no renovables. Donde un río sirve como flujo de desechos químicos de las grandes empresas, y esos mismos químicos matan personas sin que el gobierno estatal lo impida.
“Estaba frustrada de ver noticias negativas y ver cómo nos íbamos a morir. Ahí fue cuando yo dije que no quería ser de las personas que se preocupan, yo quiero hacer algo”, dijo Natalia.
Con esa mentalidad, le propuso a sus amigos más cercanos crear VERDE GARIBALDI, un colectivo ambientalista que se encargue de concientizar a las personas sobre la crisis climática dentro de su preparatoria. “Jalo”, le dijo su amigo Mauricio cuando escuchó la idea, y se encargaron de buscar, salón por salón, personas que quisieran ser parte de la lucha.
Los ojos sin parpadear, expresiones faciales de alarma, y un ambiente de preocupación se hizo presente en cada aula que visitaban. “Es delicado, no puedes decirle a alguien que implica su estilo de vida porque pueden perder la esperanza”, cuenta Natalia.
Al ver la cantidad personas que asistían a las pláticas, comparadas con las caras de preocupación que vio en cada salón, se sintió confundida.
Para Natalia, tratar de cambiar las mentes de las personas en una de las cosas más difíciles que hay, pero es necesario para lograr un cambio en nuestro trato con el ambiente. Ella reconoce que las economía no va por el camino ambiental, pero conserva la esperanza de tener un mundo mejor para todas y todos los seres que habitan la Tierra.
Los padres de Natalia nunca la criaron con perspectiva ambiental, cuenta ella, aunque recalca que el apoyo que ha tenido desde que decidió cambiar su estilo de vida es algo que la motiva a seguir tratando de concientizar a las personas.
“Al principio creyeron que era una maniaca y una exagerada. Con el tiempo han ido cambiando sus hábitos”, cuenta Natalia.
Ella se ha convertido en una activista dentro de su preparatoria. En la cuarta Huelga Mundial por el Clima del 29 de noviembre de 2019, Natalia no pudo faltar a sus clases para asistir, por lo que organizó una pequeña huelga dentro de su escuela para dar apoyo desde donde estuviera.
Esta joven de cabello pelirrojo, no se piensa que sea muy joven para estar en la lucha. Reflexiona que si tuviéramos más empatía y amor al prójimo, todos deberíamos estar en la lucha: “Es momento de que todos lo hagamos”, concluyó Natalia.
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“No podemos salvar el mundo acatando las reglas. Porque las reglas tienen que cambiar. Todo tiene que cambiar. Y tiene que empezar a cambiar hoy” (Greta Thunberg, TEDx 2018)