El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA), junto con la organización MPact Global Action for Gay Men’s Health and Rights, externaron a través de un comunicado, su preocupación respecto a la situación que enfrentan las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales, durante el contexto mundial de emergencia sanitaria por el coronavirus. Según advirtieron en el documento “están siendo señaladas, culpadas, maltratadas, encarceladas y estigmatizadas como vectores de la enfermedad durante la pandemia de COVID-19”.
Asimismo, precisaron que dichas prácticas discriminatorias “están agravando los desafíos a los que la comunidad LGBTI ya tiene que enfrentarse al acceder a sus derechos”, incluido el derecho al acceso a los servicios de salud de calidad.
Por ello, han instado a los gobiernos del mundo a “proteger, apoyar y respetar los derechos humanos de la comunidad LGBTI Durante la respuesta al COVID-19”.
Por Dalia Souza / @DaliaSouzal
“Todas las personas, con independencia de su orientación sexual, identidad de género y expresión de género, tienen derecho a disfrutar de su salud, protección y seguridad sin excepción alguna. El respeto y la dignidad son ahora más necesarios que nunca” precisó en un comunicado Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA).
El documento público que firma a la par MPact Global Action for Gay Men’s Health and Rights (Acción Mundial por la Salud y los Derechos de los Hombres Gays), asociación dedicada a defender y “garantizar el acceso igualitario a los servicios del VIH a todos los hombres gays”, externa la preocupación que ambas organizaciones internacionales tienen, sobre la situación de las personas de la comunidad LGBTI en el contexto de la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus y las medidas que los gobiernos han llevado a cabo para “contener la propagación”.
Por un lado, han señalado que “las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI) están siendo señaladas, culpadas, maltratadas, encarceladas y estigmatizadas como vectores de la enfermedad durante la pandemia de COVID-19”; mientras que, a la par, dichas prácticas discriminatorias “están agravando los desafíos a los que la comunidad LGBTI ya tiene que enfrentarse al acceder a sus derechos, incluyéndose aquí el acceso a servicios sanitarios seguros y de calidad”.
Muestra de ello son los eventos de violencia y represión que se perpetraron en Belice, Uganda y Filipinas. En el primer país, se denunciaron abusos por parte de la policía hacia un hombre gay, quien fue “arrestado, humillado y apaleado por saltarse el toque de queda impuesto para frenar la expansión del coronavirus”.
El joven tenía 25 años y vivía con VIH; de acuerdo con las organizaciones, se cree que éste falleció “como consecuencia de las complicaciones sufridas tras los golpes perpetrados por la policía”.
En tanto, en Uganda, se tiene registro una agresión en contra de 20 personas de la comunidad LGBTI, quienes fueron arrestadas dentro de una vivienda, presuntamente las autoridades policiales argumentaron que éstas “desobedecieron las normas en cuanto a distancia social”.
En Filipinas, se tiene información sobre actos de humillación pública que se perpetraron en contra de tres personas de la comunidad LGBTI, como “castigo por incumplir el toque de queda”. Las imágenes de estos hechos degradantes se hicieron virales y la autoridad policial “fue obligado a disculparse por tratar de manera diferente a los miembros de la comunidad LGBTI y obligarlos a bailar y besarse unos a otros” precisan en su comunicado ONUSIDA y MPact
A estos hechos de violencia directa, localizados en tres países de distintos continentes del mundo América, Asia y África, se suman una serie de denuncias respecto a la actuación de otros gobiernos y líderes religiosos, quienes “están haciendo afirmaciones falsas y generando desinformación respecto al COVID-19”, de acuerdo con el Director Ejecutivo de MPact, George Ayala, estos dichos están “incitando a la violencia y a la discriminación en contra la comunidad LGBTI”:
“Se están registrando organizaciones y viviendas, se está acosando a la comunidad LGBTI, y se ha detectado también un aumento en el número de arrestos y amenazas de deportación a quienes buscan asilo dentro de la comunidad LGBTI”, afirmó.
Al mismo tiempo, han externado su preocupación sobre aquellas personas de la comunidad LGBTI que en medio del confinamiento y/o aislamiento social, están siendo víctimas de violencia o están siguiendo sus tratamientos mientras se encuentran recluidas en sus hogares, junto con familiares que tienen comportamientos de rechazo hacia ellas y ellos.
En este caso, señalan que “los miembros de las comunidades LGBTI pueden sufrir también violencia dentro de la pareja durante todo este tiempo en casa, pero ser incapaces de denunciar los abusos a la policía por miedo a represalias”.
Asimismo, insisten que, durante este periodo de emergencia sanitaria, “muchos hombres gais y mujeres transgénero (han quedado) desprovistos de las herramientas adecuadas que necesitan para tener el control de sus derechos y de su salud sexual”.
En el caso de las personas con VIH, señalan que el confinamiento sin contemplar flexibilidades, “acrecienta las dificultades que estos grupos de por sí ya experimentan a la hora de acceder a la terapia antirretrovírica y los servicios de prevención del VIH”, mientras que, las personas transgénero y transexuales, quedan desprovistas de sus terapias hormonales y de afirmación de género.
Por ello, ONUSIDA y MPact han emitido un pliego petitorio para instar a los países y gobiernos del mundo a “proteger, apoyar y respetar los derechos humanos de la comunidad LGBTI Durante la respuesta al COVID-19”; estas son sus peticiones:
- Denunciar la desinformación en la que se apoyan quienes calumnian y buscan chivos expiatorios para culpar a la comunidad LGBTI de la expansión del COVID-19.
- Poner fin a las redadas y los registros en las organizaciones lideradas por la comunidad LGBTI, sus viviendas y espacios, y dejar de arrestar a personas por razón de su orientación sexual, identidad y expresión de género.
- Garantizar que todas las medidas para proteger la salud pública sean proporcionadas, se fundamenten en pruebas y respeten los derechos humanos.
- Evitar la vigilancia por parte del Estado sobre las tecnologías de la comunicación utilizadas por la comunidad LGBTI.
- Invertir en la respuesta al COVID-19, velando por los fondos y protegiendo los programas en materia de salud sexual y VIH, los cuales son inclusivos y sensibles a las necesidades de la comunidad LGBTI.
- Salvaguardar el acceso continuado a los apoyos médicos que salvan vidas, incluyéndose aquí los programas para la reducción del daño, los preservativos y lubricantes, la profilaxis preexposición, la terapia antirretrovírica, las terapias de reemplazo hormonal y los servicios de salud mental para la comunidad LGBTI.
- Ofrecer opciones flexibles para la prestación de servicios, que van desde la dispensación multimensual hasta la entrega en la comunidad, las consultas virtuales y las opciones de apoyo.
- Valorar el considerar proveedores de servicios esenciales a las organizaciones de servicios lideradas por la comunidad, de manera que puedan prestar servicios clave de una manera segura y flexible.
- Incluir a la comunidad LGBTI dentro de los programas nacionales de protección social, incluyéndose aquí los relacionados con el apoyo económico.
- Aumentar el acceso a las viviendas seguras y de emergencia para las personas de la comunidad LGBTI que están sin hogar y que han sido desahuciadas.
- Implicar a la comunidad LGBTI en la elaboración de los planes de salud pública y en la difusión de mensajes relacionados con el COVID-19.
- Poner en marcha programas de control de la seguridad y mitigar la piratería informática durante las reuniones virtuales.
Finalmente, en su mensaje las organizaciones afirmaron que “ahora más que nunca, debemos alzar la voz y aunar fuerzas para proteger la salud y los derechos humanos de las personas LGBTI en todo el mundo”.