Para poner la vida al centro de todas nuestras preocupaciones y aspiraciones, mujeres de diferentes países se manifestaron durante 24 horas de solidaridad feminista contra el poder y la explotación de las empresas transnacionales.
En México, las participantes convocadas por la Marcha Mundial de las Mujeres manifestaron sus denuncias y alternativas en una charla virtual. En ella resaltaron la importancia de la lucha colectiva, sobre todo durante esta pandemia de coronavirus en la que las desigualdades provocadas por el capital se han resaltado.
Por Ximena Torres /@ximena_tra
En el conflicto entre el capital y la vida, las mujeres defendemos la vida. Con ese lema la Marcha Mundial de las Mujeres (MMM) convocó a las 24 Horas de Solidaridad Feminista Contra las Empresas Transnacionales, el pasado 24 de abril.
En esta acción mujeres de más de 50 países, incluyendo México, se sumaron para resistir a la explotación del capital sobre sus cuerpos, trabajos y lugares de acción, representados como “nuestros territorios”; y para transformar las estructuras de producción y consumo que ponen las ganancias de las empresas transnacionales por encima de la vida.
Así como sucedía en Dhaka, Bangladesh cuando el 24 de abril del 2013 el edificio Rana Plaza se derrumbó y cobró la vida de mil 134 personas que trabajaban subcontratadas para grandes marcas de indumentaria en talleres de costura. Aunque ellas ya habían denunciado el riesgo que corrían trabajando en ese lugar, las empresas no las escucharon ni se hicieron responsables de lo sucedido.
Además de conmemorar a las víctimas de Rana Plaza, las 24 horas de solidaridad feminista, formaron parte de la 5ta Acción Internacional de la MMM, que entre el 8 de marzo y el 17 de octubre de este 2020 celebra 20 años de lucha anticapitalista, feminista y a favor de la paz, la libertad, la justicia, la solidaridad y la igualdad.
Para formar parte de la acción de la Marcha Mundial, pero atendiendo las limitaciones que la pandemia por coronavirus implica, en México 30 mujeres se conectaron en una videocharla el viernes pasado al mediodía, y muchas más siguieron la transmisión en vivo en Facebook. Reunidas denunciaron la devaluación del trabajo de cuidado que realizan y las injustas condiciones en las que laboran muchas de ellas.
“Aunque la participación de las mujeres en la fuerza laboral ha crecido, México es uno de los países en donde hay menos trabajos formales. Las mujeres aún estamos abajo del 50% de participación, mientras que los hombres casi llegan al 80%”, dijo durante la charla Ana María Nolasco, integrante del Sindicato de Trabajadoras de la Universidad Nacional Autónoma de México.
De acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, hasta finales del 2019, sólo el 45.4% de las mujeres mexicanas tenían un trabajo formal, mientras que el mismo dato se elevaba hasta 77.1% cuando se trataba de los hombres.
Durante la charla la crisis por el coronavirus no dejó de aparecer, pues de acuerdo con las participantes, la pandemia ha “desnudado” los demás problemas que se enfrentan en México. “El coronavirus no ha parado el extractivismo, los megaproyectos de muerte, ni los feminicidios”, denunciaron varias de las mujeres.
Desde la llegada del coronavirus a México, la Red Nacional de Refugios para mujeres ha registrado 60% más llamadas por violencia de género y 30% más por peticiones de asilo.
En el mismo periodo de tiempo en Jalisco la violencia contra la comunidad LGBTTIQ+ se ha recrudecido de acuerdo con Unión Diversa; el Comité de América Latina y el Caribe para la defensa de los derechos de las Mujeres (CLADEM) se han registrado 19 feminicidios; y el colectivo Por Amor a Ellxs, indicó que desaparecieron 87 personas.
Además, en los centros penitenciarios no se han tomado las medidas necesarias para proteger a las personas privadas de su libertad y se ha permitido el uso de la fuerza pública para contener la movilidad, aunque eso puede dar lugar a graves violaciones de los derechos y represión sin justificación.
“Las narrativas que se comparten sobre la pandemia invisibilizan las razones estructurales de la crisis. Se habla de un virus que llega de la nada, pero no de la desigualdad, pobreza y extractivismo. Esto va de la mano con otra narrativa que individualiza el problema, cuando claramente tiene que ver con un tejido colectivo. Dicen que todo se resuelve si tú sola te quedas en tu casa, y es tú responsabilidad si sales a la calle, pero para salir adelante nos tenemos que salvar todos. La única solución es colectiva”, explicó Eloisa Diez, integrante de La Sandía Digital, una colectiva feminista que trabaja desde la comunicación y la producción audiovisual.
Ante todos estos obstáculos causados por el capital y la violencia, que les impiden tener una vida digna, las mujeres mexicanas también presentaron las alternativas con las que hacen frente al problema.
Tamy Cenamo, de Radio Humedales habló de la economía feminista, una corriente de acción y pensamiento que asegura que el bienestar y la realización van más allá de las prácticas de consumo. Hay dos conceptos centrales que estructuran esta corriente: la sostenibilidad de la vida o la idea de que los recursos deben ser aprovechados por los pueblos y no por las empresas transnacionales, y la interdependencia, que asegura que nos necesitamos unos a los otros porque somos una colectividad en la que nadie se salva solo.
En representación de las defensoras de derechos ambientalistas en el sur de Jalisco, Eva Nelis habló de las mujeres que producen alimentos libres de agrotóxicos y luego los comercializan en el mercadito solidario Flor de Luna, en Guadalajara. Así, dignifican su trabajo y avanzan hacia la soberanía alimentaria.
También se presentó la campaña colaborativa “Juntas logramos más” de la Sandía Digital, en la que mujeres defensoras del territorio de 16 estados del país, cuentan los relatos de los pueblos que habitan para fortalecer su defensa.
Ilustración: Alicia Juárez Villa – Vectorización: Janette Calvario
En otros lugares del mundo
Al igual que en México, las mujeres en Argentina convocaron a un conversatorio en línea en el que se manifestaron contra el poder y la impunidad de las corporaciones farmacéuticas; ahí denunciaron la medicalización la vida de las mujeres durante etapas naturales como la menopausia, la menstruación, el embarazo y el parto, al convertirlas en problemas médicos que requieren intervención.
En Chile, las militantes de la MMM publicaron una antología de textos sobre la economía feminista, presentes en las 15 ediciones de la revista Ceres, Creando Feminismos. Mientras que en el Norte de África y el Medio Oriente publicaron la declaración “Contra la epidemia del coronavirus y contra la epidemia capitalista, seguiremos luchando y vamos vencer”.
De igual manera, en Nueva Caledonia, Filipinas, Costa de Marfil, Mozambique, Kenia, Cataluña y muchos países más, el 24 de abril de las 12 a las 13 horas las mujeres se unieron para exigir el fin de crímenes corporativos contra la vida bajo la consigna “¡Resistimos para vivir, marchamos para transformar!”.
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En esta página web puedes seguir con más detalle las 24 Horas de Solidaridad Feminista alrededor del mundo: https://marchemondiale.org/index.php/2020/04/23/sigue-nuestras-24-horas-de-solidaridad-feminista/?lang=es
Aquí puedes ver la videocharla que la MMM convocó en México: