Nilda Rosario Francisco de la Cruz, originaria del Estado de México y estudiante de veterinaria en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) fue localizada sin vida, luego de haber permanecido desaparecida desde el 17 de marzo de 2019 en el estado de Michoacán.
Su familia junto con la organización Familiares Caminando por Justicia, confirmaron su localización y señalaron a las autoridades de la Fiscalía del Estado de Michoacán como responsables de filtrar información a medios de comunicación locales sobre su presunta identificación, mucho antes de tener pruebas científicas y plena certeza, incluso, de brindarlas previa autorización de sus padres.
Frente a ello, advirtiendo que esto pone en evidencia la poca confiabilidad y ética profesional de las autoridades en el estado dentro de estas tareas, han exigido una aclaración sobre dichos sucesos, así como, una disculpa pública, por el impacto emocional ocasionado a la familia Francisco de la Cruz y por fallar a los protocolos de actuación forense a través de los cuales se vulneraron sus derechos a la verdad, la justicia y la no revictimización.
Por Dalia Souza / @DaliaSouza
Con profundo dolor e indignación, la familia de Nilda Rosario Francisco de la Cruz junto con el colectivo Familiares Caminando por Justicia en el estado de Michoacán, confirmaron este viernes 20 de marzo la localización y plena identificación del cuerpo y pertenencias de la joven estudiante desaparecida el 17 de marzo de 2019 en la ciudad de Morelia.
Nilda, estudiaba en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) la carrera de veterinaria y tenía cuatro años viviendo en Michoacán, aunque era originaria del Estado de México. Como señaló su padre, el señor Fortunato Francisco Francisco a ZonaDocs, a un año de los hechos que le arrebataron a su hija: “Nilda no desapareció porque haya querido desaparecer”, sino “porque estaba en un lugar equivocado con la persona equivocada”.
Por ello, confirman en este comunicado que su localización e identificación no es el fin de su lucha, sino la continuación de la exigencia de justicia y la pugna por una vida libre de violencia para las mujeres:
“… reafirmamos que la identificación no es el fin de la lucha por la justicia y una vida libre de violencia para las mujeres, sino que implica una nueva etapa de exigencia para quien cometió dicha atrocidad”.
Repudiaron por lo tanto que: “la vida de una mujer sea menos valiosa que su ausencia” y por consiguiente, que las penas en contra de los feminicidas sean mucho menores que para quienes son responsables de desaparecerles; en ambos casos, reclamaron que para las autoridades “la vida que importa no es la de ellas -las mujeres desaparecidas o asesinadas-… sino la de los perpetradores”.
Al respecto, las familias que integran la agrupación Caminando por Justicia, se sumaron al reclamo advirtiendo que seguirán de cerca el proceso, brindando acompañamiento y haciendo patente la consigna “no están solxs”. Pues han señalado que, en estos momentos “su corazón se hermana” con el de esta familia, ya que, reconocen de cerca el dolor, la desesperación y el enojo que provocan los responsables de cometer estos crímenes y de quienes, como autoridades, les han fallado, sido indolentes y negligentes en los procesos de investigación con perspectiva de género que permitan brindar justicia a las víctimas y a sus seres queridos.
“Nuestro corazón se hermana con el suyo porque conocemos de cerca el dolor, la desesperación y el enojo para quienes cometen dichos crímenes, pero también ante la indolencia de las autoridades y de las instituciones que solo dejan ver la negligencia, la falta de investigaciones serias y diligentes, sin una perspectiva de género para que la ciudadanía acceda a la justicia de manera pronta y expedita como dicta la norma suprema y especialmente cuando se trata de mujeres”.
Denunciaron y lamentaron con ello, “la poca confiabilidad que la Fiscalía ha dejado ver tras haber filtrado información no verificada, ni autorizada por parte de la familia Francisco de la Cruz” a medios de comunicación locales, sobre la presunta localización e identificación del cuerpo y pertenencias de la joven en el marco del primer aniversario de su desaparición. A la par, precisaron que esta acción vulneró “la poca confianza que ya de por si tenían” con las instituciones de procuración de justicia encargadas del caso y “les genero un impacto emocional tras no conocer si esto era o no verdad”.
De esta manera han requerido una aclaración sobre lo sucedido y una disculpa pública para sus familiares, ya que, la autoridad fue omisa e irresponsable al filtrar información a los medios de comunicación no corroborada científicamente y sin plena autorización de los padres de la joven, quienes, como víctimas del delito también, son dueños de la información que se produzca sobre las investigaciones del caso.
Respecto a los medios de comunicación, lamentaron también, la información que de manera irresponsable fue publicada “sin tomar en cuenta a la familia” y que evidencia, desde su opinión, el ausente compromiso con las víctimas de desaparición, particularmente con las mujeres:
“…al dejarnos ver que, a las mujeres, la prensa nos prefiere muertas porque somos una nota que genera más ganancias que la noticia aparentemente decepcionante de una aparición con vida. Las mujeres nos hemos convertido en carne fresca para satisfacer el morbo, por eso, se esperan filtraciones de informaciones trágicas sobre nuestros paraderos. ¿Qué clase de medio informativo es aquel para el que lo menos importante es la voz de las víctimas directas?” sentenciaron.
Producto de lo anterior, cuestionaron “la aparente disposición externada por el Rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Dr. Raúl Cárdenas Navarro”, ya que según señalaron, “mientras hizo públicas sus condolencias de manera precipitada abonando a la desinformación en la comunidad estudiantil, se le solicitó el apoyo para precisar la identidad de Nilda quien era alumna de dicha casa de estudios, pero éste ni siquiera respondió a la petición”. Estas acciones, señalaron: “muestran su incoherencia” y “visibilizan que sólo le interesaba quedar bien políticamente y cuidar su imagen” además de ser “tibio su mensaje” al no condenar los hechos que podrían llegar a repetirse en otras y otros miembros de la comunidad estudiantil.
Finalmente, advirtieron que éste “no es un caso más” y “debe servir para reflexionar sobre lo que como instituciones, funcionarios, medios de comunicación y sociedad estamos haciendo para que la violencia contra las mujeres, las violaciones graves a derechos humanos obtengan otros resultados más que la muerte”.
