Con un grupo de especialistas interdisciplinarios radicados en Jalisco y preocupados por los contextos que rodean a las niñas, niños y jóvenes del país, Maroma: Observatorio de niñez y juventud, surge en enero de 2020 para incidir en la promoción del conocimiento, la reflexión y la creación de estrategias y planes que promuevan políticas públicas enfocadas en este sector específico de la población.
Como parte de su creación y presentación pública, invitan a dialogar sobre los contextos de violencia que rodean a la niñez y la juventud en el estado, con un conversatorio que tendrá lugar el próximo sábado 29 de febrero en Guadalajara.
Por Dalia Souza /@DalhiaSouza
Luego de la tragedia que, a inicios de año le arrebató la vida a una maestra y a un estudiante en un colegio de Torreón, Coahuila, artistas plásticos, académicas (os), psicólogas (os) y psicoanalistas en Jalisco, se reunieron para dialogar sobre lo que había ocurrido. Rechazando la información que surgía en medios de comunicación y discursos oficiales, donde se aseguraba que el actuar del adolescente podría atribuirse a los padres de familias, a los videojuegos, e, incluso, a su salud mental, decidieron organizarse para crear Maroma un observatorio dedicado a reflexionar, investigar y generar incidencia en políticas públicas que atiendan las problemáticas que enfrenta la niñez y la juventud en el país; así como, generar una agenda local sobre el tema en el estado.
Haciendo alusión al juego tradicional mexicano de las “tablitas mágicas”, Maroma “busca darle la vuelta a todos los prejuicios y estigmas que existen alrededor de la niñez y la adolescencia” explicó Lourdes Limón, psicoanalista e integrante del observatorio:
“El objetivo de Maroma es, aparte de hacer el observatorio, es discutir algunos temas que tienen que ver con la niñez y la juventud, y que estas discusiones puedan tener incidencia en las políticas públicas del país”.
En ese sentido, Lourdes explica que, comúnmente la sociedad y las instituciones suele criminalizar a los jóvenes cuando han incurrido en alguna falta, particularmente dentro de las escuelas, donde se cree que castigarlos o expulsarlos suele ser la opción para detener determinadas conductas “violentas”; no obstante, desde Maroma, se cree que, son los espacios públicos y de encuentro “una oportunidad para que los chicos puedan trabajar con sus microviolencias y entonces, tener otra manera de gestionar lo que les está pasando”.
En su opinión, es vital que las escuelas, docentes y directivos entiendan que se trata de “un asunto más complejo” intrínseco a los contextos de violencia que experimentan no sólo las y los niños, adolescentes y jóvenes, sino la sociedad entera y, por lo tanto, no pueden ser ajenos a lo que está sucediendo.
De esta manera y como su primera aparición pública, Maroma llevará a cabo un conversatorio con Danielle Strickland, autora del libro Jóvenes, violencia y miedo. La (in)seguridad en el Cerro del Cuatro y quien es especialista en derechos de la niñez, poblaciones callejeras, el sistema penitenciario, educación social y modelos de intervención de las organizaciones de la sociedad civil. Lo que se pretende con este primer conversatorio es reflexionar sobre la complejidad de los contextos de violencia que rodean a las y los niños y adolescentes, reconociendo que, como sociedad, nos encontramos inmersos también en un ambiente violento y no sólo puede atribuírseles a ellas y ellos por un tema de “edad”, así lo explica Lourdes:
“La primera vez que nos reunimos la premisa era que la violencia, tanto dentro de las escuelas como afuera para los niños, era un asunto muchísimo más complejo que un asunto de videojuegos y televisión. Fuimos a la presentación de Danielle y la contactamos y le dijimos que nos hablara sobre su investigación. El objetivo es ese: que dentro de este primer conversatorio sirva para que se vaya planteando todo lo complejo que es la violencia para los adolescentes y para los niños; porque todos estamos inmersos en un ambiente violento, no es que ellos así sean por la edad, sino que, todos estamos inmersos”.
De acuerdo con Lourdes, hasta ahora las y los integrantes de este observatorio, se encuentran trabajando con jóvenes en comunidades del estado a través del arte, otras están haciendo etnografía y algunas más están colaborando con adolescentes con discapacidad y utilizando pedagogías feministas en las escuelas.
“Hay diversidad dentro de Maroma, tenemos personas que están trabajando desde el arte para contrarrestar o para acompañar la situación de violencia en ciertos sectores de Jalisco; el posicionamiento es ese: hacer un acompañamiento a partir de lo creativo para que los chicos puedan expresar todo el entorno violento sin la necesidad de actuarlo, sino que puedan expresarlo en el arte. También, estamos dentro de la docencia, el posicionamiento justo es de que en las escuelas se debe de tener otro panorama acerca de la violencia y se deben tener otros referentes… creemos que las escuelas son instituciones porosas donde ya está la violencia inmersa y no podemos cerrar los ojos”.
Hasta ahora, reconocen que existen sólo dos Observatorios de la Niñez y Juventud en América Latina, particularmente en Chile y Argentina, así como, uno más en la Ciudad de México especializado en derechos humanos; sin embargo, éste es el primero en el estado de Jalisco, por ello, buscan generar vínculos que les permitan trabajar coordinadamente en el establecimiento del diálogo y la construcción de una nueva agenda pública sobre el tema.
Además de asistir al conversatorio con Danielle Strickland el próximo sábado 29 de febrero a las 6:00 p.m. en El Embarcadero Foro Escénico, calle Hospital 806; invitan a todas las y los interesados en cuestiones relacionadas con juventudes o niñez a participar dentro de este observatorio.
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