Columna Quinto Poder
Por Sheila Arias / @Cheilona
Responsable de Comunicación del Observatorio Ciudadano de Mazatlán A.C. / @observatoriomzt
A los mexicanos lo que nos sobra es ingenio… y a las autoridades, pues también.
De eso le platicaré en esta columna, de la simulación, de todo lo que echa mano la autoridad para hacer como que cumple con informar a los ciudadanos y como que informa a los ciudadanos. Eso es la falsa transparencia, lo peor de todo, es que es común y lo más extraño, es que esto no se refleja en las evaluaciones que los órganos garantes hacen a los sujetos obligados.
Me enfoco al tema y arranco con un ejemplo que conocí hace unos días por Twitter, un ciudadano se encargó de hacerlo público con “etiqueta” para las autoridades de Sinaloa. Resulta que el usuario, interesado en conocer los resultados del monitoreo de la calidad del aire del Estado, buscó información al respecto, y la encontró.
El caso es las condiciones en que la encontró: los resultados estaban públicos, como debe ser, pero demasiado técnicos, con fórmulas específicas, en sí, datos que no le sirven de nada a un ciudadano, apenas a los especializados en esos temas, y con justa razón el usuario le reclamó a la autoridad.
¿De verdad creen que a alguien le sirven esos datos?, no, pero con eso, la autoridad ya puede decir que está informando, que “tiene arriba” de la plataforma de Transparencia, esos datos sobre la calidad del aire.
Se trata de la falsa transparencia, de los datos que simulan información pública, pero en realidad no son útiles. En pocas palabras, no sirven de nada.
El otro caso que le quiero comentar es una clara simulación aquí y en China.
Es práctica común que los sujetos obligados publiquen o “informen” a los ciudadanos los proyectos de obra pública, pero hay que decir que, hay dolo en esos informes. Se lo digo porque, si usted busca algún proyecto en los portales de su Estado o en la plataforma compranet.gob seguro los encontrará, y también es seguro que hallará los famosos proyectos ejecutivos. Cuando pasa eso, uno se alegra al pensar que veremos imágenes sobre la proyección de determinada obra, los famosos renders, pero no es así.
Resulta que si abre esos archivos encontrará sólo trazos técnicos, tanto, que parece que está viendo dibujos avanzados hechos a gran escala, pero volvemos a lo mismo, ¿eso para qué le sirve a los ciudadanos?, así es, para nada. Conozco casos de personas que tienen que buscar apoyo de ingeniero o arquitectos para que les ayuden a “traducir” las imágenes en otros programas.
Le hablo de ciudadanos insistentes, en otros casos, no hay seguimiento.
Esa es otra falsa transparencia. La autoridad hace como que informa, pero simula en realidad. Es importante que aprenda identificarla para que denuncie o lo revierta desde la solicitud de información, de lo contrato seguirán con esa práctica.
Sin embargo, es importante reconocer que mucho se ha avanzado en transparencia, que en muchos estados hay buenas prácticas y que los sujetos obligados, también hay se ha mejorado en el cumplimiento y en la calidad de la respuesta. Se trata de cumplir la Ley y de que los ciudadanos participemos más, de lo contrario, seguiremos con estas trampas oficiales.
También es cierto que, si no exigimos, ninguna autoridad nos informará por voluntad todo lo que debemos saber por derecho y por decreto legal.
Y hablando de legalidad y transparencia aprovecho este espacio para manifestar mi solidaridad con los colegas jaliscienses que han sido señalados por la autoridad acusados de “desinformar” sobre temas de interés público y social. Aprovecho también para reconocer el trabajo profesional y puntual del equipo de ZonaDocs, el periodismo que resiste y persiste.
Ya viene el Día Internacional de los Datos Abiertos, de de eso hablaré en mi próxima colaboración. Los leo en mis redes pensando que, al finalizar de leer esta columna, alguien solicitará información vía trasparencia.
