¿Recuerdan haber escuchado que en Jalisco se han presentado varios casos de violencia contra mujeres, donde los agresores fueron choferes de Uber, Didi o Cabify ? Durante los últimos tres años, se han abierto 39 carpetas de investigación contra conductores de transporte privado en el estado, ya sea por acoso sexual, hostigamiento y/o violencia sexual; sin embargo, a la fecha, sólo tres de estos casos cuentan con una orden de aprehensión; en el resto, no se ha logrado identificar a los agresores.
A través de una encuesta virtual realizado con usuarias de redes sociales, las violencias que se han suscitado con los conductores de estas empresas superan las cifras oficiales, ya que muchas mujeres han manifestado haber sido acosadas, hostigadas y violentadas por choferes de estas plataformas, pero no denuncian ante las autoridades porque no creen que haya ningún castigo.
Este reportaje retrata la impunidad que existe en las denuncias de acoso, hostigamiento y violencia sexual cometidas por choferes de Uber, Didi o Cabify en Jalisco.
Por Valeria Urán, María Fernanda Ponce, María Fernanda Alejandro, Gabriela Marrón, Ramón Ávalos y Eder Maldonado.
– ¿Uber de Osiris?”, expresó el conductor que esa noche llegó por la joven.
Aunque ella notó que las placas marcadas en la aplicación no coincidían con las del vehículo que llegó a recogerla, el hecho de que la llamara por su nombre le generó confianza, así que decidió subir e iniciar su viaje.
Al subir, Osiris le cuestionó al hombre el por qué no coincidían las placas de su carro con las de la aplicación, y éste les respondió:
– Es un error de la plataforma, lo revisaré en la app.
Al pensar que todo había sido un error se sintió segura, tal y como a diario lo hacen decenas de mujeres que viajan usando las aplicaciones Uber, Didi o Cabify en Jalisco.
A principios de septiembre, Osiris Méndez subió dos videos a YouTube donde narró que fue abusada sexualmente por un chofer de la plataforma Uber en Guadalajara, Jalisco; después de haber salido de trabajar. Las agresiones fueron infringidas por quien le dijo que había sido sólo un error el que no coincidieran ese día las placas.
Buscando alertar a otras chicas y con la idea de hacer un llamado al Gobierno de Jalisco, no sólo narró su agresión, sino también la revictimización que vivió cuando presentó su denuncia por plagio, violación y robo. Convirtiéndose en un fuerte precedente, ya que otras chicas se animaron a denunciar situaciones similares en sus redes sociales, lo cual hizo visible una nueva modalidad de violencia.
Fuente: Denuncia realizada a través de Instagram, el 19 de septiembre de 2019.
A la fecha, conforme a la solicitud de transparencia realizada a la Fiscalía del Estado de Jalisco (Folio: 07091819), existen 39 carpetas de investigación contra conductores de transporte privado (Uber, Didi, entre otros), por delitos como: Acoso Sexual, Hostigamiento, y Violencia Sexual; sin embargo, sólo tres choferes han sido detenidos (el 7% de todos los acusados). Entre ellos el agresor de Osiris, Alberto Pimental, quien tras efectuarse su orden de aprehensión, recibió un año de prisión preventiva, mientras continúa el proceso de investigación.
En sus videos, Osiris también precisó que su agresor planificó muy bien su ataque, pues obtuvo toda la información que le fue posible a través de lo que ella publicaba en sus redes sociales; por eso, ese día supo perfectamente dónde estaba. A partir de la denuncia de Osiris, otras dos mujeres, Monserrat y Dayan, también lo señalaron como el responsable de las agresiones que sufrieron cuando éste aplicó el mismo modus operandi que había utilizado con Osiris.
Dayan y Osiris coinciden en que las placas del auto no coincidían con las que aparecían en la aplicación, aunque Dayan no se percató de esto hasta después de haber subido al vehículo. Algo en lo que coinciden las tres es que al parecer, el agresor ya las ubicaba previamente.
Osiris Méndez cuenta que no recibió el mejor trato en el Ministerio Público cuando presentó su denuncia; no obstante, en sus videos invitó a más chicas víctimas de violencia sexual a denunciar a sus agresores para que éstos paguen por sus actos, y se haga justicia.
Monserrat mencionó que no procedió a denunciar porque en su momento no tenía pruebas suficientes y no quería pasar por el proceso revictimizante en Fiscalía.
Y así como estos casos, existen muchas historias, lamentablemente similares, aunque oficialmente, sólo existen 39 denuncias ante la Fiscalía.
La Dirección General en Delitos de Violencia contra las Mujeres, Delitos de Razón de Género y Trata de Blancas, adjudica a la plataforma de Uber el mayor número de casos registrados; tiene 35 carpetas abiertas y en proceso de investigación por abuso sexual, entre enero 2017 y agosto de 2019; en cambio, las plataformas DiDi y Cabify presentan entre 3 y 5 casos.
Ahondemos un poco más en las denuncias
Este equipo de investigación, conformado por estudiantes del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara, realizó entre septiembre y noviembre de 2019, una encuesta virtual titulada: ¡Platiquemos entre amigas!, aplicada de manera anónima estudiantes e integrantes de colectivas al azar.
A través de ésta se buscó saber si alguna vez usuarias de estas plataformas de movilidad fueron acosadas, hostigadas y/o violentadas por un conductor de transporte privado. Además, se quiso conocer cuáles son las precauciones que toman al momento de abordar el transporte; de qué manera sienten que han sido acosadas y de haber sido abusada sexualmente si acudieron o no a presentar una denuncia formal y cuáles fueron las razones para tomar dicha decisión, y, finalmente, de qué manera fueron atendida por las autoridades competentes (Fiscalía y aplicación móvil). Al final de la encuesta se invitó a las chicas a brindar su testimonio de manera anónima, acerca del proceso que hubo de atravesar tras su denuncia en Fiscalía.
Cerca de 40 mujeres participaron de la encuesta, donde el 66% de las encuestadas menciona haber sido acosada alguna vez por un conductor de transporte privado.
El 10% también dijo haber reportado ante la plataforma el hecho, las aplicaciones sólo les explicaron que el conductor había sido suspendido o dado de baja, (señalando en su gran mayoría a la plataforma Uber); y en otros casos la plataforma sólo les anunció que castigaría al conductor, pero después supieron que este continuó operando. Otra parte de las usuarias nunca recibió respuesta frente a su reporte por parte de la empresa de transporte.
Las encuestadas también explicaron que las razones por las que no denunciaron las agresiones fue: porque saben que existe impunidad en el sistema penal (10%); decidieron que era mejor dejarlo pasar, porque no hubo agresión mayor (7%), no quisieron atravesar problemas legales (5%); consideraron no tener todas las pruebas de la agresión (5%) o no sintieron que valía la pena denunciar (5%).
Sólo una de las participantes expresó que el acoso sufrido, pasó al abuso sexual, pero que a causa de los “trámites engorrosos, falta de tiempo, falta de datos (…) y la vergüenza”, decidió no presentar su denuncia.
Ninguna de las participantes accedió a brindar su testimonio de manera anónima luego de poner su denuncia en Fiscalía en caso de haber sufrido abuso sexual, para así conocer el proceso legal atravesado.
El Código Civil de Jalisco, explica que ante situaciones de hostigamiento y acoso sexual, la demanda contra el agresor se realizará a través de una querella, sólo en casos de abuso o violación sexual, será el Estado quien esté a cargo de la investigación.
¡Así dice amparar la Ley a las Mujeres!
En entrevista con la abogada María Guadalupe Lugo Cruxtuvo, acerca del funcionamiento del Sistema Judicial en México y Jalisco, ante las denuncias presentadas por las mujeres que han sido víctimas de violencia sexual en medios de transporte privado; ella explicó que lo primero que debe garantizar y brindar es:
“ayuda psicológica y hacerle saber sus derechos, pero esto puede caer en contradicción, pues por increíble que parezca, el tema del abuso sexual en México sigue siendo un tabú y es por esto mismo que no son muchos los casos hablados”. Además precisó que cuando “estas conductas se presentan en un medio de transporte particular, implica todo un proceso legal distinto al que aparecen en las actuales leyes”.
La abogada concuerda con las chicas encuestadas, considera que una de las razones por las que la mayoría de los casos no son denunciados es:
“por la vergüenza que llegan a sentir las víctimas y porque temen que su denuncia no proceda y además el agresor pueda tomar represalias. Este factor, suma principalmente al nivel de impunidad que se vive en Jalisco”.
La licenciada Lugo menciona también que no existen leyes aún que amparen a las mujeres que han sido agredidas por conductores de estas compañías, lo que deslinda en ocasiones al Estado de su responsabilidad y traslada la responsabilidad al medio de transporte, mismo que, como bien lo señalaron algunas de las mujeres encuestadas, sólo llaman la atención al agresor, lo dan de baja o lo dejan seguir operando.
Fuente: Me Cuidan Mis Amigas. Denuncia de mujer en mención por chofer de Uber.
De acuerdo a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, el acoso sexual es un delito en el que existe abuso de poder, acciones sexuales que invaden el espacio psicosexual de la víctima; en el Código Penal para el Estado Libre y Soberano de Jalisco es un delito que debe ser sancionado con hasta cuatro años de prisión.
La desventaja para las víctimas de hostigamiento o acoso sexual, es que su delito debe ser presentado a través de querella, lo que quiere decir, que es la víctima quien presenta la denuncia y realiza su proceso de seguimiento con el apoyo de su abogado.
Por tanto, las mujeres deben imponer la denuncia y ofrecer la mayoría de datos sobre su atacante, además de conseguir las pruebas suficientes para que las autoridades intervengan, ya que de no ser así su caso sólo pasará a ser otra denuncia de tantas. Debe demostrar que fue víctima si quiere que se haga justicia.
La abogada litigante y feminista, Ángela García Ramírez, señala que:
“Dada la gravedad de los hechos, sí una víctima presenta rasgos de haber sufrido una verdadera vulneración sexual, no es necesario que esta asuma todo el proceso de denuncia y seguimiento, son las autoridades quienes por Ley deben de perseguir el delito por oficio, las víctimas no deben ir en busca de pruebas ya que el trabajo de las autoridades es realizar la investigación necesaria hasta hallar al culpable”.
Sin embargo para casos de abuso sexual, no parece que exista mayor atención.
“El Gobierno debería de estar trabajando en la construcción de una base de datos a nivel nacional con todos los datos de los abusadores y violadores sexuales en México. Aunque sé que través del Código Nacional de Procedimientos Penales se está en ese proceso; además deberían de trabajar de la mano con las plataformas, y Uber debe ser más estricto con su sistema de contratación”.
El Gobierno de Jalisco anunció en septiembre de 2019 que a través de Secretaría de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres, en conjunto con la Secretaría de Transporte impulsarían la política Nos Movemos Seguras, la cual buscaría garantizar la seguridad de las mujeres al trasladarse en plataformas de transporte, transporte público, taxis amarillos y espacios públicos.
Para el desarrollo de la primera etapa del proyecto, han anunciado la generación de Puntos Púrpuras, espacios donde se podrá solicitar servicios de transporte, además contarán con centros de carga para teléfonos móviles, espacios iluminados, presencia de integrantes de la policía municipal, botón de emergencia y un manifiesto de recomendaciones para viajar de manera segura.
Aunque propuesta se encuentra en proceso de desarrollo y su primera fase será implementada hasta el 2020, ya se han cuestionado los puntos de ubicación de estos Puntos Púrpuras, hasta ahora se sabe que podrían estar en las colonias: Andares, Puerta de Hierro, Americana, Chapultepec y el Centro de Guadalajara, sitios donde se han registrado la mayoría de los ataques y/o acosos, esto conforme a los datos oficiales.
“Ley Osiris”, última medida gubernamental
El pasado 12 de Noviembre del 2019 se aprobó en el Congreso de Jalisco una reforma al artículo 22 de la Ley de Extinción de Dominio; a esta reforma se le conoció como: “La Ley Osiris”, la iniciativa fue presentada por los diputados del partido Movimiento Ciudadano, tras el incremento de casos de violencia sexual por parte de choferes de plataformas móviles.
Con esta reforma se busca castigar a los agresores, a partir de la desposesión de sus bienes, al tiempo que son privados de la libertad. La propuesta fue presentada ante el pleno del Congreso de Jalisco, el 23 de octubre de 2019, y casi después de un mes fue aprobada. Esta se anunció como una medida que lograría: “generar cambios y mejoras erradicando este tipo conductas de violencia”.
La diputada Mirza Flores, expresó al sumarse a la iniciativa:
“al ver cómo se comportan los hombres cuando la ley proteja los derechos fundamentales sobre los derechos humanos de las mujeres, y garantizarlos con el patrimonio de los hombres, a ver si así pueden controlar sus impulsos y pasiones desbordadas”.
Para reconocer los verdaderos alcances de esta reforma, acudimos con la abogada, Miriam Tello, a la cual le preguntamos:
– ¿Esta reforma realmente contribuirá a disminuir la impunidad en la comisión de estos delitos cometidos por choferes de las diversas plataformas?
“Los datos con los que contamos son reveladores y contamos con sinfín de reformas que impactan muchos delitos; sin embargo, los índices de violencia contra las mujeres siguen aumentando. Lo que quiere decir que las políticas en sí mismas no han resultados eficaces (…) Por tanto, con la implementación de la Ley Osiris, y la reforma constitucional no se va a resolver la situación, ni disminuir los niveles de impunidad para garantizar el bienestar de las mujeres”.
“Antes tendríamos que educar a las autoridades Ministeriales, Policiales, y Jurisdiccionales; ya que actualmente seguimos cuestionando a las víctimas que se acercan a las autoridades, no permitiendo centrarse en las causas y judicializarlas (…) La Ley ya viene cargada de vicios y los jueces no suelen darle la relevancia necesaria a los delitos de índole sexual”, puntualizó.
¡Pecan por omisión las plataformas!
Los casos de acoso y abuso sexual más sonados, y ocasionados a través de plataformas móviles, han sido propinados a través de la empresa de Uber, dato obtenido a través de la Unidad de Transparencia de la Fiscalía del Estado de Jalisco (Folio: 07094819); dichas agresiones se han registrado, principalmente, en Zapopan, Guadalajara y Tlaquepaque.
El Gobierno del Jalisco ante las denuncias y casos registrados dice: “encontrarse adelantando medidas para regular su actividad y garantizar la seguridad de sus usuarios”.
Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, ha dicho ante medios locales que buscará medidas y cambios legales para que todos los conductores de plataforma estén registrados, y en esa medida exigir a las plataformas tomar cartas en el asunto, advirtiendo que los que no contaran con registro serían sancionados.
Algunos choferes entrevistados, pero que pidieron anonimato, explicaron que:
“no es necesario que el vehículo esté registrado a su nombre, se puede ser subcontratado. Haciéndose más sencillo cometer algún delito sin acarrear las consecuencias”.
Por su parte el Secretario de Transporte, Diego Monraz Villaseñor, ha dicho a medios de comunicación nacionales que: “a partir del próximo año será obligatorio un tarjetón inteligente que contenga todos los datos del conductor. Una tecnología desarrollada hace seis años en Jalisco”, la cual obliga a cualquier conductor de transporte a portar su identificación que tendrá un código QR, para así cerciorarse de que es quien dice ser.
Sin embargo, se busca señalar que no sólo debe ser abuso o violación, también las usuarias llaman la atención sobre el acoso y hostigamiento (“eso que no se ve”). Pareciera que debe ocurrir algo grave, como pasó con Osiris, para que las autoridades y las empresas actúen.
Actualmente en Jalisco, sólo el 6% del total de los vehículos de las empresas que hacen parte de Redes de Transporte Privado que operan en el estado: Uber, Easy Taxi, Didi y Cabify están registrados ante la Secretaría de Movilidad y Transporte, lo que hace realmente difícil el encontrar al responsable del vehículo en caso de querer proceder contra el autor de una agresión.
Tan sólo en 2018 estaban registrados 230 mil operadores en todo el país y a principios de 2019, llegó a 500 mil.
En las páginas web de las plataformas que operan en Jalisco, se encuentra información donde aseguran que cuentan con los estándares necesarios para brindar a sus usuarios y usuarias un servicio de calidad y un ambiente de seguridad, pues tienen choferes calificados para brindar un buen servicio.
No obstante, luego de entrevistar a distintos choferes que operan en la plataforma de transporte Uber (realizadas los días 30 y 31 de octubre de 2019) se pudo constatar que:
“no se cuenta con las medidas para asegurar que un chofer es de confianza, es incierto. Aunque muchos hacemos bien nuestro trabajo, sabemos de compañeros que no. Nos hemos visto afectados por eso, y percibimos la desconfianza que nos tienen las usuarias”.
Por si esto fuera poco, el director de Atención a Municipios e Inspección de Delegaciones de la Secretaría de Movilidad (SEMOV), Jesús Vargas Michel, indica que cualquier persona puede comprar, por mil pesos, una cuenta como conductor de Uber utilizando otro nombre, a través del perfil de Facebook “Activaciones de cuentas Uber todo México”, así mismo existe un usuario en Facebook, quien por una suma de dinero puede cambiar las opiniones y calificaciones de los choferes, lo que comprueba la falta de ineficacia de la plataforma en cuestiones de seguridad en su sistema.
Las distintas plataformas que ofrecen sus servicios en Jalisco, han vendido seguridad por aquí y por allá.
Todas han de prometer un viaje seguro, que no sólo es llegar a casa sin haber sufrido ningún daño físico, también se trata de no haber sufrido ningún tipo de intimidación u acoso.
El 100% de las mujeres que respondieron a la encuesta: ¡Platiquemos entre amigas!, señalaron que las acciones y expresiones más comunes de acoso que padecen en el medio de transporte son: “¿Por qué tan solita?, ¿tienes novio?, ¿de dónde vienes?”. Y en otros casos, les han preguntado por su vida personal, las invitaron a salir o eran observadas con cierto morbo a través del retrovisor.
Todas las empresas se deslindan totalmente de la responsabilidad si alguno de sus choferes registrados, comete algún tipo de daño a los usuarios. En los términos y condiciones son claros en explicar que: “no se harán entonces cargo de pérdida de datos, la lesión personal o el daño a la propiedad, ni de perjuicios relativos”.
Por tanto, podría decirse que su publicidad es engañosa, y estarían incurriendo en otro delito al ofrecer a las y los usuarios algo que no pueden garantizar .
Estas son las cifras entregadas por Fiscalía de los casos que ha registrado desde enero de 2016 a agosto de 2019.
¡Juntas en resistencia y autocuidado!
Cuando no se sienten protegidas, respaldadas, y comprendidas por la sociedad en la que viven; sino más bien ajenas y abandonadas, las mujeres en Jalisco han optado por hacer una cosa: permanecer en unidad y trabajar juntas para así ir construyendo, desde el discurso y la acción, las bases de lo que tanto anhelan: una vida libre y con seguridad de llegar sanas y salvas a su destino; donde no quepa la violencia sexual. Donde ser mujer no sea casi un delito, una cruz o una condena.
Entre enero y julio de 2019, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), registró 251 denuncias por violación en Jalisco: una cada 20 horas. Donde el 36% pertenecen a casos de violación sexual en transporte privado.
Ante la omisión, falta de castigo para el agresor e impunidad para las víctimas, durante los últimos cinco años han surgido en la ciudad de Guadalajara diferentes propuestas de colectivas feministas que ante el panorama tan desalentador e incierto para las mujeres en el Estado se han propuesto cuidar de ellas y otras; por ello, han ido consolidando “redes de auto-cuidado” a través de grupos de WhatsApp donde pueden compartir su viaje en transporte privado en tiempo real; además de encontrar apoyo psicológico y jurídico en caso de sufrir una agresión sexual por parte de un chofer de alguna de estas plataformas móviles o de otra índole; y tácticas de defensa personal.
Martes y jueves en el Anfiteatro del Parque El Refugio, desde las cinco de la tarde y con acceso libre; la colectiva Cuerpos Parlantes convoca a mujeres a su taller: “Autodefensa personal, resistiendo juntas”, un espacio que apuesta por la formación contra la agresión y su prevención, aprender a detectar el peligro en su caminar y habitar cotidiano.
Las mujeres asistentes van adquiriendo herramientas corporales que les permitirán afrontar al agresor, defenderse de él, y romper con el miedo; al mismo tiempo que se empiezan a generar redes de autocuidado entre las asistentes.
“Realizaremos ejercicios para retomar nuestra mente y cuerpo no sólo en lo individual, sino de manera colectiva; agruparnos facilita una mejor comprensión de la violencia, además de obtener las herramientas también colectivas, para afrontarla”, explica Evelyne Herrera, integrante de esta organización feminista.
Otro de los propósitos del taller es “analizar las construcciones sociales de lo masculino y lo femenino, que nos muestran a la mujer como sinónimo de debilidad, pasividad y sumisión”, explica Irais Bonilla, otra integrante de la colectiva.
Antes de empezar los ejercicios de formación física, se realiza un pequeño recorrido en los alrededores del lugar donde se encuentren reunidas, y a través de la observación se busca analizar cómo los hombres se comportan en los espacios públicos y cómo lo hacen las mujeres, y a partir de los visto, se generan reflexiones, se buscan mecanismos de apropiación de los espacios, y estrategias de cuidado y de apoyo mutuo.
Las chicas que han asistido al taller consideran que se sienten ahora un poco más fuertes, y con mayor decisión para salir a la calle y afrontar algunas situaciones de violencia hacia ellas.
Para Araceli Lima ha sido:
“una herramienta necesaria y urgente para el contexto de violencia que vivimos actualmente las mujeres y llegué allí con el propósito de aprender a defenderme por cualquier situación que pudiera ocurrir”. Y como participante activa del taller, siente que el taller la ha llevado a “repensarme como mujer, mi actuar, y sobre los actos de otros hacia mí”, puntualizó.
Las mujeres coinciden al final de cada sesión que su despertar cada día es mayor, sobre todo porque han empezado a cuestionarse cómo se relacionan con los otros y las otras, el espacio que habitan en la ciudad, se sienten más fuertes, ágiles, y logran identificar cuáles son sus miedos y cómo pueden superarlos. Y sobre todo, llenarse de valor para salir a las calles preocupándose cada vez menos por donde estaban y cómo van vestidas.
Las mujeres no sólo buscan sentirse seguras en las calles, también quieren que les crean cuando son violentadas y ser acompañadas luego de sufrir una agresión sexual.
Hace tres meses Me cuidan mis amigas, una colectiva feminista, decidió brindar apoyo a mujeres en el estado que hayan pasado por alguna agresión física o psicológica. Ellas son un equipo multidisciplinario de: abogadas, trabajadoras sociales, educadoras y artistas; aunque sus caras más visibles son Verónica Santiago, Samantha Tamayo y Fernanda Ruiz.
Surgieron como colectiva buscando replicar el trabajo realizado en Ciudad de México por: ¡Cuídate Morra!, un espacio que nació ante las múltiples agresiones de choferes de transporte público y privado: “choferes que transitan de aplicación a aplicación sin consecuencias, sin sanciones”, así lo expresan en su página de Facebook.
Me cuidan mis amigas, a través de una base de datos, ha buscado ir cotejando las denuncias realizadas por chicas del Estado de Jalisco, quienes de manera voluntaria han decidido compartir su historia o contar algunos detalles valiosos para cuidar a otras chicas de futuras agresiones.
Por ahora es una base de Excel que circula a través de sus redes sociales, pero esperan desarrollar una aplicación móvil que sirva para ir construyendo esta base de datos de manera individual, anónima y personalizada; lo que generaría mayor confianza a las chicas para contar sus historias y solicitar apoyo.
En esta base, las chicas ingresan el posible nombre del agresor, dirección donde tomó el transporte, cuál era el destino de su viaje, lugar y hora de la agresión (si la recuerdan), descripción de los hechos (que la chica considere), si denunció o no la agresión y ante qué autoridad lo hizo. Y finalmente, la colectiva habrá de explicar luego de que se realice el acompañamiento en su última casilla, en qué quedó el caso.
Es una colectiva “joven”, así lo definen ellas; y durante el poco tiempo de fundación, han acompañado dos casos.
El procedimiento que emprenden, explicó Verónica Correa, es el siguiente:
“Cuando la chica se acerca personalmente se le brindan primeros auxilios psicológicos, y si esta lo realiza a través de alguna red social, se crea un chat privado donde se le brindará la atención necesaria psicológica. Si ella toma la decisión de emprender una denuncia formal, entonces se le brindará el acompañamiento durante todo el proceso buscando que se le revictimice lo menos posible”.
Han tratado de ir agilizando la creación de una ruta de atención para acompañar a las chicas que deciden buscar su apoyo.
Aunque la colectiva señala que sido complicado que una chica quiera denunciar, y cuando se han atrevido; es a través de redes sociales, atravesando por cuestionamientos:
“comentarios misóginos, se les piden más detalles acerca de la experiencia, y se pone en duda la veracidad de su denuncia. Hemos intentado contactar algunas de estas chicas, pero pocas nos responden o terminar por eliminar sus cuentas en las redes, y esto es comprensible, la presión que se genera sobre ellas es demasiada”, concluyen.
Otra de las razones por las que surge la colectiva se debe a que:
“tal parece que es necesario que sean casos diarios de violencia sexual contra las mujeres en estos medios de transporte como ocurre en Ciudad de México, que se registran hasta cuatro casos diarios, y en el peor de los casos desapariciones y feminicidios; es decir, deben asesinar a una de nosotras para que las medidas sean mayores, debe faltar alguna de nosotras para que las autoridades ahora si nos tomen en serio (…) Han aprobado la Ley Osiris, como último mecanismo de supuesta protección para nosotras, pero yo no creo que con la extinción de bienes se salde la deuda histórica y estructural que se está generando hacia las mujeres, sería sumarle más a la impunidad”, puntualizó Verónica.
En Jalisco, existen 39 carpetas de investigación contra conductores de transporte privado por delitos como: Acoso Sexual, Hostigamiento, y Violencia Sexual; sin embargo, sólo tres choferes han sido detenidos (el 7% de todos los acusados).
***
Investigación realizada por alumnos de la Licenciatura en Comunicación Pública de la Universidad de Guadalajara en el marco de la asignatura de Investigación Periodística.