Autoridades otorgan permisos para venta y consumo de alcohol a establecimientos a pesar de incumplir la normativa del municipio siendo una de las más importantes la distancia con centros educativos.
Colaboración especial de Estudiantes de la Licenciatura en Periodismo del Centro Universitario de la Ciénega.
Estudiantes del Centro Universitario de la Ciénega (Cuciénega) de la Universidad de Guadalajara, sede Ocotlán, que no son procedentes del municipio de dicho municipio, suelen rentar vivienda en las colonias cercanas al plantel, entre ellas, las colonias: Infonavit III Paso Blanco y Linda Vista.
En los últimos años, el número de establecimientos con permiso para venta y consumo de alcohol ubicados en la zona ha ido en aumento, lo cual incumple el Artículo 40 del al no respetar el límite de distancia establecido, no sólo con relación al Cuciénega sino también a la Capilla de Jesús Resucitado y al Jardín de Niños Fernando Montes de Oca.
El Reglamento de Comercio para el Municipio de Ocotlán, Jalisco, específica que los establecimientos en los que se vendan o consuman bebidas alcohólicas, deben ubicarse a una distancia mínima de 200 metros de escuelas, hospicios, templos y centros de reunión pública o privada; sin embargo, existen por lo menos cuatro negocios ubicados en la zona aledaña al Centro Universitario de la Ciénega (Cuciénega) de la Universidad de Guadalajara: Checo ́s Wings, Unibar, Tía Choley Las Chaparricas.
Actualmente, en la ciudad de Ocotlán existen 315 establecimientos con licencia para la compra y venta de bebidas embriagantes, incluyendo las de alto y bajo contenido alcohólico. De acuerdo con la solicitud de información pública 76/2019 requerida al Ayuntamiento de Ocotlán, existen 225 establecimientos con permiso para la venta de bebidas en envase cerrado, y 90 para el consumo dentro del establecimiento.
Administración 2018-2021, aumento de irregularidades
En 2016, abrió Checo ́s Wings, el primer bar en la zona, esto durante la administración de Paulo Gabriel Hernández, actual Presidente Municipal de Ocotlán, quien fue reelecto el año pasado y terminará su mandato en 2021.
Desde entonces, las autoridades competentes han sido permisivas en el otorgamiento de licencias para la venta y consumo de bebidas alcohólicas dentro de las zonas aledañas al Cuciénega, a tal grado de incumplir con lo establecido en la Ley para Regular la Venta y el Consumo de Bebidas Alcohólicas del Estado de Jalisco, donde se estipula como distancia mínima 200 metros.
Según la solicitud de información pública 83/2019 requerida al Ayuntamiento de Ocotlán, desde enero de 2015 a septiembre de 2019, se han entregado 2 mil 428 licencias para venta de bebidas embriagantes. Puede apreciarse un aumento con respecto al 2015, año en el que inició el mandato de Hernández Hernández.
Por su parte, Ramiro Flores Ochoa, responsable de la Dirección de Padrón, Licencias y Reglamentos, considera que la expedición de licencias relacionadas con la enajenación de bebidas embriagantes, ha disminuido con respecto al número de licencias otorgadas el año pasado: “Las licencias de bares sí, por el costo que tienen; lo que son taquerías y todo eso, sí se ha aumentado”.
Él lo relaciona con los gastos que se realizan para que un negocio prospere:
“Suponiendo que se abren diez bares a principio de año, al final sobreviven unos 4 (…) está muy difícil mantenerlos, tan solo nada más pagar la renta, pagar los empleados, pagar todo, está pesado pues”.
Sin embargo, tan sólo de enero a septiembre de 2019, se han otorgado 479 licencias, solamente 13 menos que las otorgadas durante el año 2018, lo que refleja una tendencia similar a la del año en curso. Además, los ingresos por expedición de licencias que permiten la venta de bebidas embriagantes, han aumentado desde 2015.
El dueño de un extinto bar ubicado en la colonia Infonavit III (de quien se omite el nombre por razones de seguridad), clausurado a finales del 2018 por la presencia de menores de edad en el establecimiento, comentó que en su caso, el proceso para abrir el negocio duró 15 días, en los cuales comenzó a operar con una licencia provisional con giro de restaurante y venta de cerveza, a pesar de que la ubicación no cumple con lo establecido en la Ley para Regular la Venta y el Consumo de Bebidas Alcohólicas del Estado de Jalisco.
El mismo, asegura que al obtener la licencia de restaurante con venta de cerveza, y posteriormente la de videobar, no le informaron que la locación del negocio incumplía la distancia miníma con escuelas y centros religiosos. Además, el bar laboraba todos los días hasta las dos de la mañana, cuando la Ley de comercio de
Ocotlán, establece en el Artículo 32 que sólo se puede abrir de domingo a jueves, de las 8 de la de noche a la una de la mañana en el caso de videobar.
Siguiendo la lógica del mismo reglamento, parece más sencillo obtener una licencia para la venta de bebidas alcohólicas, que para operar una carnicería o tortillería, ya que según el artículo 38 de la norma: “Sólo se autorizarán licencias municipales para carnicerías que guarden una distancia mínima de trescientos metros de giros similares”. El mismo caso ocurre con las tortillerías.
Desobediencia de las obligaciones generales
Estos negocios no solo desacatan con la distancia mínima de ubicación, también infringen las obligaciones generales de los establecimientos sujetos a regulación y control especial. Según la normativa municipal, se establece que los negocios deben cumplir las siguientes especificaciones:
Ninguno de los establecimientos mencionados tiene a la vista la Cédula Municipal de Licencias, no cuentan con dispositivos de seguridad, ni botiquines de primeros auxilios, además de que no tienen un aviso que prohíba la entrada a menores de edad.
Aunque, según Ramiro Flores, encargado del Padrón, Licencias y Reglamentos se realizan inspecciones diarias a los establecimientos, estas inconsistencias no se han resuelto, a pesar de que cualquier incumplimiento de las obligaciones puede ocasionar la clausura del bar por parte del Padrón Municipal de Comercio.
Lo anterior, debido a que según la normativa vigente:
“la Autoridad Municipal está facultada para revocar, suspender o cancelar licencias, permisos o autorizaciones; clausurar establecimientos cuando la realización de estos actos o actividades originen problemas graves a la comunidad, constituyan serios riesgos para los vecinos, produzcan desórdenes o actos de violencia”.
Insuficiencias en la regulación del ruido
Una de las principales afectaciones para los vecinos de la zona, es la utilización de aparatos de sonido fuera de los límites permitidos. La Norma Oficial Mexicana NOM-081-semarnat-1994, establece que para la zona residencial, el límite máximo permisible de nivel de sonido emitido por fuentes fijas, es de 55 decibeles (dB) entre las 6:00 y las 22:00 horas y de 50 dB de las 22:00 a las 6:00 horas.
David Ismael Loyola de la Torre, Director de Apremios de Ocotlán, asegura que, en el municipio no se pueden realizar las multas o infracciones adecuadas, ya que el sonómetro de la localidad, no está calibrado y es imposible determinar los parámetros del ruido, por esta razón, las multas realizadas son bajo el concepto de “ocasionar molestias “ u otras actividades que puedan interferir con la paz.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 55 decibeles es el nivel aceptable de ruido que puede tolerar el oído humano sin alterar su salud. Mientras que un nivel perjudicial de ruido, puede ser la exposición a más de 85 dB durante ocho horas, o 100 dB por 15 minutos.
Sin embargo, dichos establecimientos realizan eventos con música en vivo hasta tres veces por semana, con niveles de sonido entre los 80 y los 100 decibeles según mediciones realizadas (aplicación “Medidor de decibelios”); lo que afecta directamente al sistema circulatorio, al sistema digestivo y al sistema nervioso.
Martha Georgina Orozco Medina, investigadora del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Guadalajara (UdeG), menciona que estar expuesto a ruido intenso puede traer afectaciones inmediatas, entre las que destaca: aturdimiento, barotrauma (sensación de oídos tapados), problemas para escuchar bien o incluso dolor de oídos.
El precio de cometer una infracción
Loyola de la Torre, señaló que de las infracciones realizadas a los establecimientos con giro de venta de bebidas alcohólicas, son en su mayoría, por mal uso de la licencia.
Por ejemplo, esto ocurre cuando un negocio quiere realizar un espectáculo que termine después de la hora permitida, caso en el que se necesitaría una extensión horaria: “Cuando hay ciertos espectáculos, se programan y no se cuenta con el permiso. Si tu licencia es hasta las 12 y vas a cobrar, se requiere un permiso”, comentó Ismael Loyola.
Según la Ley de Ingresos del Municipio de Ocotlán para el Ejercicio Fiscal del año 2019, las infracciones a las que estos lugares pueden ser acreedores son:
Infracción
Funcionamiento de aparatos de sonido después de las 22:00 horas, en zonas habitacionales
$458.00 a $749.00.
Cerrar después del horario permitido
$105.00 a $517.00.
Permisos y licencias que no cumplen las leyes municipales y estatales
Para poder operar un establecimiento que permita la enajenación de bebidas alcohólicas, es necesario contar con una Cédula Municipal de Licencias por la actividad comercial principal (giro), y uno o varios permisos respecto a los giros secundarios. Este documento es expedido por el Padrón Municipal de Comercio.
Para conseguir la Cédula Municipal, se necesita presentar los siguientes documentos:
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Identificación oficial.
-
Comprobante de domicilio del establecimiento.
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Dictamen de uso de suelo expedido por la oficina de Ordenamiento
Territorial.
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Dictamen de medidas de seguridad emitido por Protección Civil.
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Acta constitutiva y documento que acredite al representante legal (cuando es persona moral).
-
Copia del Contrato de Arrendamiento (en locales rentados) o copia del
- Recibo del Predial (en caso de ser dueño del inmueble).
Este proceso puede tardar máximo 20 días, el costo varía según el giro, y oscila entre los 2 mil 600 pesos para venta de cerveza en envase cerrado, y $11,331.00 en el caso de cabarets, centros nocturnos, discotecas, salones de baile y video bares.
Según el Reglamento de Comercio para el Municipio de Ocotlán, la Autoridad Municipal dispondrá de diez días a partir de la recepción de una solicitud de licencia para verificar el cumplimiento de los requisitos del solicitante, validar la información y documentación proporcionadas, y practicar las inspecciones necesarias.
El encargado de Padrón, Licencias y Reglamentos, señala que el presidente municipal Paulo Gabriel Hernández, también es responsable de la expedición de las licencias: “Para otorgarla, sí necesito el visto bueno del Presidente, yo tengo que informar ¿saben que? tengo esto. A todos mis superiores tengo que informar”.
Es decir, para expedir una licencia de venta de bebidas alcohólicas, se debe pasar por los filtros del Padrón Municipal de Reglamentos, Dirección de Ordenamiento Territorial, Protección Civil y del Presidente Municipal.
La solicitud de acceso a la información 103/2019, señala que desde el inicio del mandato de Paulo Hernández, existe un aumento en la recaudación de ingresos por los permisos otorgados de giros de esta índole, a pesar de que dichas licencias no debieron ser expedidas al incumplir con lo establecido en el reglamento. Por su parte, Flores Ochoa comentó que al contrario de lo que señalan las cifras, desde la actual administración, decreció el número de permisos otorgados.
Flores Ochoa, aseguró que durante el tiempo en el que ha ejercido el puesto, no se han otorgado más licencias irregulares:
“Yo no voy a violar el reglamento, para no tener conflictos en cuestión de eso, yo me apego al reglamento, respetando todo, no otorgamos ninguna licencia”.
Sin embargo, señala que desconoce los motivos por los cuales se otorgaron las licencias a los establecimientos ubicados a menos de 150 metros de escuelas, templos y centros de reunión pública o privada: “No sé en qué momento las otorgaron”. La contradicción, reside en el hecho de que los negocios Unibar y Las Chaparricas obtuvieron sus permisos de la actual administración, con él a cargo de la dependencia correspondiente.
Al respecto, Flores Ochoa comenta:
“Paso a ver que no haya escuelas, iglesias, hospitales, todo lo que no me vaya a afectar y más que nada, que no afecte a la ciudadanía, a los que están alrededor”.
Necesidad de actualización del reglamento
El encargado del Padrón, Licencias y Reglamentos, comenta que es necesario una modificación el en reglamento de comercio municipal, para un mejor desempeño en las actividades económicas locales: “ahí es una cuestión ya de los regidores, la verdad sí se ocupa hacer una actualización”.
Sin embargo, en caso de que las autoridades responsables emitan nuevas normativas, estas podrían ser ineficaces si las próximas administraciones las desatienden, tal como lo ha hecho la administración de Paulo Gabriel Hernández con el reglamento vigente.