¿Qué significa recibir la medalla Belisario Domínguez para quienes son víctimas y luchan contra la desaparición forzada?, lo agradecen, pero lo que quieren es justicia y verdad. El próximo 23 de octubre el Senado le otorgará el galardón a la activista y luchadora social Rosario Ibarra.
Texto y fotos: María Ruiz
En el centro de la Ciudad de México habita la memoria indómita de la desaparición forzada en México. En un museo de dos salas, el Comité ¡Eureka! estableció un espacio para recordarle al mundo su lucha: siguen sin saber dónde están sus familiares desaparecidos, siguen exigiendo saber dónde están, siguen buscando.
Desde este lugar habló Rosario Piedra Ibarra, hija de Rosario Ibarra a quién el próximo 23 de octubre, el Senado de México le entregará la Medalla Belisario Domínguez. Entre viejos conocidos, ex integrantes de la lucha, personas que alguna vez participaron en las huelgas de hambre del Comité ¡Eureka! Rosario Piedra Ibarra habla de la lucha de su familia contra la desaparición forzada y del reconocimiento que le darán a su madre:
“Tenemos que indagar, saber, llegar a desentrañar toda esta podredumbre, todo lo que ha sucedido a lo largo de estos malos gobiernos y por eso sí celebramos, nos da mucho gusto, pero tenemos un sentimiento encontrado porque lo que queremos es llegar a la verdad, saber de ellos y devolverles todos los soles que les han quitado”.
Rosario Ibarra tiene 92 años años, ya no sale a protestar, tampoco asistirá a la entrega de de la medalla con la que el Senado de México condecorará su lucha. Algunas de las mujeres, compañeras de búsqueda, ya murieron. Sabían que llegaría ese momento así que lo anticiparon y hace siete años pusieron este museo, donde este jueves habló su hija, el Museo de la Casa de la Memoria Indómita.
Cuando Rosario Piedra le contó de la medalla, Rosario Ibarra le pidió que sigan luchando y que preferiría estar con su hijo Jesús Piedra Ibarra:
“Ella siempre ha dicho y lo ha vuelto a decir en esta ocasión, que a ella le hubiera gustado jamás recibir un reconocimiento, ser la mujer desconocida y aunque nadie la conociera pero que su hijo estuviera a su lado”.
También relató que su madre destaca la lucha colectiva, que recibe la medalla pero reconociendo la lucha de sus compañeras y reiteró que lo que quieren es justicia:
“Justicia, hasta que no se llegue a la verdad los reconocimientos salen sobrando. Aquí no es nada más reconocer. Pensamos que es un poco a la inversa y vamos a seguir exigiendo esa justicia hasta que nos sea posible y hasta que lo logremos”, comentó en Rosario Piedra, sobre las conversaciones que ha tenido con su madre respecto al reconocimiento del Senado.
Cuando en abril de 1975 el Estado desapareció a su hermano todo cambió. Desde entonces participó junto a su madre en la lucha: “Es una decisión que asumimos desde que desapareció mi hermano, lo vemos como algo que es parte de nuestra vida, que tenemos que seguir luchando”
A cuarenta y cuatro años de la desaparición de su hermano, Jesús Piedra Ibarra, y en el contexto de un gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, la exigencia sigue siendo la misma: verdad y justicia y para ello piden una comisión de la verdad:
“Nosotros hemos dicho que se tiene que crear una una comisión de la verdad, que tenga esa capacidad de investigación, tener los alcances jurídicos para abrir archivos, conocer expedientes, tener testimonios de quien participó en sus capturas porque hay gente todavía vive y sigue operando en algún aparato gubernamental. Lo que queremos es saber y que no vuelva a ocurrir”, responde Rosario Piedra.
Y la esperanza en el nuevo gobierno es agridulce, cuando le preguntas a Rosario Piedra si cree que cambiarán las cosas con Andrés Manuel López Obrador responde con claroscuros:
“Están cambiando cosas, por ejemplo lo de la mal llamada reforma educativa, se están revisando que haya una verdadera aplicación de los impuestos de la reforma fiscal, está acabando con el huachicol, pero en este caso, que es un caso difícil, porque es tocar las entrañas de un sistema corrupto donde ha imperado la impunidad, no se ha visto mucho movimiento, se han visto solo reconocimientos” responde la activista y candidata a diputada por Monterrey.
—¿Alguna vez se imaginaron que aumentarían las desapariciones en México?
—No, la verdad no. Eso fue algo muy terrible, creímos que nuestro lema iba a quedar para la memoria, volverlo a oír fue algo tremendo porque no solo se oía aquí sino en todo el mundo.
Para Piedra Ibarra la diferencia es que ahora no es tan claro quiénes son los captores de las miles de personas desaparecidas:
“Las familias no están ubicado quiénes los desaparecen tan claramente como lo teníamos nosotros, pues eran las policías federales, estatales, las policías anticonstitucionales, grupos paramilitares, todos dependientes del Estado. Y acá esa es la diferencia, que no hay un captor identificado más que un ente vago como la delincuencia organizada”, cuenta Rosario Piedra.
También le queda claro que para salir del país de las mil fosas hay que encontrar la verdad de las desapariciones que siguen sin ser aclaradas como la de su hermano Jesús Piedra:
“Nosotros partimos de la teoría de que esclarecer lo que pasó hace más de 40 años es dar con la matriz de todas estas nuevas desapariciones, porque son estrategias planeadas, no es que a alguien se le ocurra. Dando con esto creo que lo que se puede ir desentrañando es que lo que sucedió con Calderón fue otra estrategia de terrorismo de Estado para ir sembrando intimidación en la población, que todos desconfiaramos de todos, que no nos organizaramos y que en las zonas rurales se abandonaran las tierras, se volvieran tierras de nadie para poder entrar las empresas que venían a saquear a nuestro país”, cuenta Piedra Ibarra.
Gracias a la lucha del Comité ¡Eureka! hoy podemos entender qué es la desaparición forzada pero ellas lo entendieron con los años y con los obstáculos y agresiones que vivieron:
“No era solo llevarse a la víctima, era desaparecer todo rastro, todo indicio por esa persona. Lo que hicimos fue rescatar sus fotos, su memoria porque la desaparición forzada era desaparecer toda su historia.
El comité hizo lo contrario: traerlos a la luz. Esas entrañas del sistema mexicano las fuimos conociendo a través de la búsqueda de los desaparecidos, aprendimos que la justicia en este país era una simulación” explica la activista a quiénes hoy llegaron al museo a recordar la lucha del Comité ¡Eureka!.
También aprendieron que la desaparición forzada es entender la historia de una manera repentina, un curso intensivo de cómo se comportan los malos gobiernos y que no se diferenciaban de nada de los gobiernos dictatoriales de américa central, américa del sur: “Acá la única diferencia es que a nivel internacional pensaban que no se cometían esos delitos”, cuenta Piedra Ibarra.
En esto coincide Jorge Gálvez, también miembro fundador del Comité ¡Eureka! y hoy encargado del Museo de la Memoria Indómita. Gálvez cuenta que por muchos años México presumió ser un Estado que reconocía los derechos humanos, aceptando a exiliados políticos y refugiados de otras guerras, escondiendo la represión y la desaparición forzada ejercida dentro del país por lo que para “Las Doñas del Comité ¡Eureka!” tocar puertas a nivel internacional fue difícil pero eso no evitó que su consigna fuera y es: ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos! Una consigna que volvió a ser vigente con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, ahora sí, a nivel internacional también.
Sobre esto Rosario Piedra recordó:
“¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos! fue acuñado por el Comité ¡Eureka! porque nos decían “ya están muertos, los arrojaron en avionetas al mar, los mataron… para nosotros están vivos y los vamos a seguir reclamando vivos porque como dice mi madre, no los podemos matar ni con el pensamiento. Sería volverlos a traicionar. No hay que facilitarle al Estado como lo quiso hacer en el caso de los de Ayotzinapa, qué hizo, decir aquí están los restos… fueron quemados en el basurero de Cocula. La desaparición forzada no prescribe , es un delito de lesa humanidad, hasta que la víctima aparezca viva o muerta”
Rosario Piedra cerró con una invitación a incentivar la democracia participativa: “Esta lucha apenas empieza y los ciudadanos comprometidos tenemos que ayudar a la cuarta transformación”
Sobre las nuevas generaciones en lucha
—¿Qué consejo le darías a las generaciones jóvenes que participan en la protesta social actualmente?
—Que participen de manera informada, afortunadamente hay muchas formas de información que antes no había como el internet, que bien utilizado nos da mucha información de cosas que sucedieron, (también) tenemos las noticias al momento. Que lean mucho, lo que les guste, hay que leer para nutrirnos de esperanza.
—¿Un libro para conocer la lucha del Comité ¡Eureka!?
—Fuertes es el silencio de Elena Poniatowska donde narra la primera huelga de hambre.
Este mes el Museo de la Memoria Indómita inaugurará una exposición temporal sobre un archivo fotográfico de siete huelgas de hambre del Comité ¡Eureka!.
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Link original: https://piedepagina.mx/hasta-no-llegar-a-la-verdad-los-reconocimientos-salen-sobrando/