Por Lauro Rodríguez / @laurorodriguez_
El Suspicaz / @ElSuspicazmedio
Los gobiernos estatales y municipales de Jalisco de al menos los últimos ocho años, han posicionado al estado como el “Gigante Agroalimentario de México”. Parte fundamental de este eslogan, es la región sur de Jalisco.
El aguacate es la “imagen” de este fenómeno. Este fruto, de acuerdo a registros del doctor Alejandro Macías, investigador de la Universidad de Guadalajara y autor del libro: “La agroindustria del aguacate en el sur de Jalisco”,detalló que, desde antes del año 2000, ya había algunas huertas de aguacate en la zona, pero sin éxito.
Fue a raíz de la apertura del mercado estadounidense al aguacate michoacano, que la industria vio en Jalisco potencial para cubrir la demanda del mercado nacional que abandonó Michoacán. Así comenzaron a llegar productores, precisamente del estado vecino, y consolidaron al sur de Jalisco como su segunda casa.
Pero no sería hasta a partir del año 2010 que comenzó el crecimiento de esta agroindustria en la región, al grado de en tan solo nueve años, prácticamente casi triplicar la cantidad de hectáreas plantadas.
De acuerdo con el Sistema de Información Agropecuaria y Pesquera de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del Gobierno Federal, Jalisco pasó de tener en 2010, ocho mil 468 hectáreas plantadas de aguacate, con una derrama económica anual de más de 370 millones de pesos; a contar con 22 mil 528 hectáreas plantadas y una ganancia de tres mil 72 millones de pesos anuales en 2018.
Tras esto, las autoridades han vendido la idea de que la agroindustria trajo empleo al estado, además, es un detonante de la economía principalmente de la región sur, pero también ha traído una serie de problemáticas relacionadas con el medio ambiente; la pérdida de los bosques y el agua del sur de Jalisco.
En este reportaje se abordarán ambas temáticas desde un punto de vista de la investigación periodística. Se tomará como referencia, los acuíferos de Ciudad Guzmán y Jiquilpan.
De acuerdo con la información publicada por la Comisión Nacional del Agua, el acuífero de Ciudad Guzmán abarca una superficie de cuatro mil 308 kilómetros cuadrados, se encuentra ubicado al sur del estado de Jalisco y los municipios de Concepción de Buenos Aire, Mazamitla, Tamazula, Tonila, Tuxpan, Zapotiltic, Zapotlán el Grande, Gómez Farías y Tecalitlán, se abastecen con su agua.
Este acuífero, ha sido de los más dañados y explotados tras la llegada de la agroindustria a la región.
La Comisión Nacional del Agua, tiene disponible para consulta libre en internet, tres documentos de estudio, análisis e investigación con respecto a la disponibilidad de agua en el acuífero de Ciudad Guzmán. El primero está fechado en 2009, el segundo en 2015 y el último, en 2018.
En 2009, la agroindustria en los municipios que comprende el acuífero, apenas comenzaba a llegar. Las condiciones del clima y su vastedad de agua, fueron los aspectos atractivos para que el aguacate y las berries, llegaran para quedarse.
Hasta este año, todo marchaba bien. Los datos indicaban que había agua suficiente para la demanda urbana, industrial y agropecuaria. El acuífero tenía más de cien millones de metros cúbicos de “reserva”, esto es, se contaba con el equivalente a tres lagunas de Zapotlán completamente llenas como provisión para el futuro.
Pero fue justo por estas fechas, que empresarios como los Medina Villanueva de Michoacán y su consorcio de empresas; locales como los González y los Chávez; internacionales como Naturesweet, Berrymex y Driscoll´s, entre muchos más minoritarios y mayoritarios, llegaron a instalarse y sobreexplotar el acuífero de tal manera que para 2015, sólo 6 años después, se terminaron la “reserva”, y no solo eso, comenzó un déficit de agua para abastecer las necesidades de la región.
Con esto, el valle de Zapotlán y los municipios que forman parte del acuífero, sobreviven con una falta de agua de 20 millones de metros cúbicos. Es decir, el equivalente a lo que se necesita para el uso urbano en Ciudad Guzmán en un año (de acuerdo con CONAGUA, SAPAZA extrae un promedio anual de 19 millones de metros cúbicos).
Y para 2018, el acuífero siguió sobreexplotado.
Se pensaría que, tras dar a conocer esta información, la propia CONAGUA frenaría los procesos de otorgación de concesiones para la explotación del acuífero. Sin embargo, esto no fue así. De acuerdo a los registros de la dependencia federal, publicados a través de la aplicación web Registros Públicos de Derechos de Agua, desde 2015 a la fecha, han entregado más de cien concesiones a empresarios de la región.
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Entre las concesiones que otorgó CONAGUA en los últimos cuatro años, destacan once para empresas michoacanas por una explotación de más de un millón 770 mil metros cúbicos de agua anuales; y una para el ingenio de Tamazula, por casi cinco millones de metros cúbicos de explotación por año.
El investigador de la Universidad de Guadalajara, Alejandro Macías, considera que es necesario un crecimiento regulado y sostenible de la agroindustria, precisamente para reducir los impactos en el ambiente y el consumo de agua.
“Nosotros preveíamos en aquellas ocasiones (2010) que este crecimiento de la superficie aguacatera en la medida que se diera en las zonas boscosas, iba a generar problemas de agua. Para nosotros es la parte más importante, porque mientras que el pino absorbe el agua y la deposita en el subsuelo, el aguacate se la toma. Entonces prácticamente lo que se está haciendo es exportar agua virtual, lo que está haciendo México con las exportaciones de aguacates”, detalló en entrevista.
Lo preocupante, es que no es el único acuífero amenazado. De los nueve acuíferos que tienen influencia en el sur-sureste de Jalisco (epicentro de la agroindustria en el estado), solo cuatro tienen disponibilidad de agua, pues además de Ciudad Guzmán, Valle de Juárez, El Aguacate, Unión de Guadalupe y Jiquilpan, tienen déficit.
Solo Quitupan, Tizapán, Lagunas y Tapalpa, cuentan con disponibilidad.
“Ahorita apenas estamos viendo lo que es la punta del iceberg. Se empiezan a ver algunos efectos y por eso la gente quizá no le da tanta importancia. Quizá todavía sea mayor los beneficios económicos que los daños ambientales. En el momento en que empiecen a intensificarse estos daños, que yo creo que va a pasar en los próximos cinco o diez años, ahí es donde vamos a tener más problemas, entonces ahí sí vamos a ver las consecuencias funestas de no haber cuidado el bosque y de no haber permitido que la agroindustria del aguacate creciera de manera ordenada”, puntualizó el investigador de la UdeG.
Mientras tanto, para algunos políticos y funcionarios públicos, esto no es más que una historia de sobremesa…
El poder de la agroindustria es tal que no ha podido ser regulada a pesar que ya tiene más de 10 años en apogeo en el sur de Jalisco. Aún no hay reglamentación o legislación para el consumo de agua, instalación de empresas, es más, ni siquiera se les cobra impuesto.
“No (se les cobran impuestos) fíjate que estamos revisando ya ese tema. Estamos revisando el reglamento y estamos viendo. Ya nos está ayudando el Congreso del Estado para ver cómo podemos regular y cómo podemos empezar a cobrar una especie de impuesto, una licencia a todos los invernaderos para que igual, el Ayuntamiento también se ayude. Que ellos también se hagan responsables, ganan mucho dinero y yo creo que sería bueno que le aportaran a nuestro municipio”, comentó el alcalde en entrevista con este medio.
El problema es que dicen desconocer cuáles y cuántas empresas de aguacate y berries hay en el territorio del sur de Estado. La propia Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de Jalisco, a través de su titular, Alberto Esquer, ha informado en distintos foros que apenas trabajarán en un censo.
Entre que si es tema municipal, del ejecutivo estatal, federal o del legislativo, nadie ha hecho nada; lo que sí, seguir beneficiándose de la industria.
Al no existir un padrón de productores, este medio de comunicación se dio a la tarea de analizar las concesiones de agua otorgadas a políticos y sus familiares, así como las empresas de las que forman parte y se obtuvieron los siguientes resultados.
1) Enrique Alfaro Ramírez: Gobernador de Jalisco
El periodista Agustín del Castillo documentó en su reportaje “Los Alfaro disfrutan del auge aguacatero”, que en la sierra de Apango, hay un rancho conocido como La Manzanilla propiedad de la familia Errejón-Alfaro-Aranguren, primos del gobernador de Jalisco.
En específico, en esta zona del estado de Jalisco, JUAN JOSE ERREJON ALFARO Y MIGUEL ALFARO ARANGUREN, tienen una concesión para explotación de agua subterránea por 60 mil metros cúbicos anuales; a las coordenadas indicadas por el Registro Público de Derechos de Agua, las rodean varias hectáreas plantadas con aguacate, y a unos metros, el rancho La Manzanilla.
Juan José Errejón es empresario en la inmobiliaria Tierra y Armonía, empresa que ha tenido señalamientos relacionados a favoritismo con los gobiernos alfaristas.
Por su parte, Miguel Alfaro Aranguren, además de ser primo de Alfaro, fue expresidente de la Cámara Nacional de Comercio de Guadalajara, y es hermano de la directora de Fomento Artesanal del Gobierno del Estado, Margarita Alfaro Aranguren.
La madre de ambos y tía de Enrique Alfaro, Margarita Aranguren Castiello, también tiene a su nombre, en la misma zona de Apango, una concesión por 156 mil metros cúbicos anuales para uso agrícola.
Ambas concesiones, están a tan solo un kilómetro de donde ocurrieron los incendios forestales y a escasos cuatro, de un área que fue deforestada en 2018 para la plantación aguacatera. A pesar de esto, en la única denuncia que hay ante la PROFEPA, no aparece nombre alguno, a pesar que en los predios “vecinos” a los Alfaro, se dio la afectación.
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Roberto Mendoza Cárdenas: Ex diputado
El ahora notario, fue un político que casi nunca faltaba en la boleta electoral para algún cargo público representado al PRI, esto lo llevó a ganar, entre muchos cargos más, la diputación local para la Legislatura del 2012 al 2015.
Su comisión, fue la de agua. Y justo durante su estadía en el Congreso del Estado, para ser precisos en 2013, obtuvo su concesión de explotación de aguas superficiales en el Arroyo los Guayabos de Ciudad Guzmán. Puede hace uso de hasta 20 mil 460 metros cúbicos de agua al año, y las coordenadas de este permiso, están bordeadas por huertas de aguacate.
Además, forma parte del Grupo Productor Agropecuario Tzaputlatema y en este año, registró ante el Registro Público del Comercio, su propia empresa familiar llamada Agrícola Men-Co.
Durante su paso por el legislativo, no abordó el tema de la regulación de la agroindustria, competencia que tenía como diputado y representante del distrito 19 del sur de Jalisco.
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Jesús Guerrero Zúñiga: Presidente municipal de Zapotlán
La familia del actual alcalde de Zapotlán el Grande, J. Jesús Guerrero Zúñiga, también se ve beneficiada por el auge del aguacate en la región.
Ellos tienen una empresa aguacatera llamada GUEZU y un par de concesiones de agua a nombre de Rogelio Guerrero Vargas.
El ahora secretario de la SADER, Alberto Esquer Gutiérrez, cuando asumió su cargo, detalló que buscarían regular la agroindustria desde los municipios. Hasta ahora el presidente municipal, empresario aguacatero, no realizado acciones al respecto.
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Alberto cárdenas jiménez: ex gobernador de jalisco
Los familiares del exgobernador de Jalisco, oriundo de Zapotlán el Grande, también forman parte de la lista de políticos beneficiados por la agroindustria. En este caso, su hermano, Gonzalo Cárdenas Jiménez tiene una concesión, rodeada por aguacates, para una explotación anual de 360 mil metros cúbicos.
Cuando fue titular de la SAGARPA de 2006 a 2009, comenzó a darse el auge aguacatero en el sur de Jalisco, y justamente en ese año, su hermano obtuvo la concesión de agua.
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Hugo Contreras: Ex diputado local
Durante su estadía en la pasada legislatura del Congreso del Estado, Hugo Contreras Zepeda no se caracterizó por buscar la regulación de la industria del aguacate de la cual forma parte junto con su familia, incluido el titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Ciudad Guzmán, Noé Contreras.
La familia Contreras, tiene registrada una concesión de agua a nombre de Marco Antonio Contreras Zepeda, esto desde el año 2010, y pueden explotar hasta 216 mil metros cúbicos anuales.
Desde 2017, registraron la empresa familiar Contreras Avocados y Ganado.
En el siguiente mapa, podrás conocer la ubicación exacta de cada una de las concesiones en el sur de Jalisco a nombre de los políticos antes mencionados, también podrás darte una idea de la extensión territorial que abarcan sus huertas y cultivos.
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El 2 de junio de 2019 será una fecha que quedará para siempre en la memoria de los habitantes de San Gabriel y todo el sur de Jalisco.
Esa tarde soleada de domingo, mientras las familias convivían, viajaban o disfrutaban de un partido de futbol en la cancha local, el río Salsipuedes les daría la sorpresa de su vida.
Nadie imaginó que el río creciera, ya que en el pueblo rulfiano, no cayó una sola gota de agua. Sin embargo, por el Salsipuedes, bajó, proveniente del cerro de Apango, una “ola” de lodo y madera que arrasó con todo a su paso.
Lamentablemente, hubo pérdidas humanas por lo que fue catalogado por las autoridades como un “fenómeno natural”.
Un día después de los hechos, por las calles de San Gabriel se apreciaba un olor a humo, característico de la madera quemada, poco después fue confirmado por Protección Civil que, en efecto, la madera provenía de los incendios que tuvieron lugar apenas unas semanas antes, en la sierra.
Pero había otra posible causa; fueron detectados troncos de árboles con cortes perfectos, es decir, días, semanas o meses antes, habían sido talados.
“Hay algunos troncos con cortes perfectos, ningún incendio puede realizar cortes perfectos. También hay presencia de humos, de partes de carbón. Esa es la parte que nosotros tenemos a la vista y eso es lo que podemos compartir”, declaró en ese entonces, Víctor Hugo Roldán, director de la Unidad Estatal de Protección Civil.
A la fecha, las autoridades no han esclarecido qué sucedió…
En el siguiente video, se muestra cómo mediante imágenes satelitales, puede observarse el daño y el origen del suceso.
Link al reportaje que originalmente se publicó en El Suspicaz: https://elsuspicaz.com/el-gigante-agroalimentario-de-politicos-y-empresas-no-jaliscienses-que-acaba-con-bosques-y-agua-del-sur/