En México, 73% de las trabajadoras de los medios de comunicación han sufrido algún tipo de acoso o agresión mientras desarrollan sus actividades laborales, es lo que reveló la Colectiva Periodistas Unidas Mexicanas en el “Sondeo sobre acoso, hostigamiento y violencia sexual contra las mujeres que trabajan en medios periodísticos”, en el marco del Día Internacional de la Mujer.
Por Dalia Souza / @DalhiaSouza
La Colectiva Periodistas Unidas Mexicanas (PUM) es una agrupación de reporteras, editoras, diseñadoras, fotógrafas, infografistas e ilustradoras en México, que es de creación reciente y su motivación es un periodismo libre de violencia hacia las mujeres. Ellas, a través de AcosoDATA, presentaron los resultados del “Sondeo sobre acoso, hostigamiento y violencia sexual contra las mujeres que trabajan en medios periodísticos”, en el marco del Día Internacional de la Mujer.
Este trabajo, recopila datos de corte cuantitativo y cualitativos sobre las situaciones de violencia que enfrentamos diariamente las mujeres periodistas y trabajadoras de los medios de comunicación en México. Los hallazgos que se presentan en el sondeo, son el resultado de las respuestas que ofrecieron 392 mujeres que trabajan o han trabajado en algún medio periodístico en el país y que fueron encuestadas.
Participaron periodistas de la Ciudad de México, Baja California, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz.
La mayoría se ha desempeñado como reportera (46%) o editora (22%), el porcentaje restante lo ocupan las fotógrafas, diseñadoras, productoras, locutoras o conductoras, encargadas de corrección de estilo y redes sociales.
En el reporte destacan que casi tres cuartas partes de las mujeres que participaron en las encuestas, han vivido en su trabajo algún tipo de acoso hostigamiento o agresión sexual; es decir, el 73%.
Asimismo, refieren que, en su mayoría, las agresiones están ligadas a comentarios sobre su vestimenta (71%), frases en doble sentido (52%) y miradas lascivas (64%); sin embargo, documentaron que un número considerable manifestó haber sido víctima de ciertos condicionamientos respecto a su crecimiento laboral, obtención de información o entrevistas, a cambio de invitaciones personales o de carácter sexual.
El 24% de las mujeres trabajadoras de los medios de comunicación ha sido tocada de forma inapropiada; 19% ha recibido llamadas telefónicas, mensajes o correos con connotaciones sexuales; el 21% ha señalado que intentaron besarla sin su consentimiento; y el 3% reconoció haber sido agredida sexualmente.
Con ello, sólo el 18% de las mujeres realizó alguna queja o denuncia ante su empresa por haber vivido algún tipo de acoso o agresión en su trabajo. En los casos donde sí se denunciaron los hechos, no hubo consecuencias para el perpetrador.
El perfil de los agresores
La encuesta revela que, en el 99% de los casos, los hombres han sido los principales agresores. De éstos, 63% eran o son sus compañeros de trabajo, mientras que, en el 49% eran o son sus jefes directos.
En el 35% de las veces, han sido acosadas, hostigadas o agredidas por una persona entrevistada o una fuente, e, incluso, por personal de comunicación social o agencias de relaciones públicas. Al respecto, advierten que, el 43% de las mujeres encuestadas y que manifestaron ser reporteras o fotógrafas, reconocieron igualmente, haber vivido agresiones sexuales con personas externas a su empresa. La agrupación sostiene que estos números deben ser considerados como un antecedente para las oficinas de medios de comunicación periodísticos en vías de “proteger al personal no sólo en las oficina, sino también fuera de ellas, en los espacios donde de igual manera desempeñan su labor.”
Afectaciones e impacto
El 61% de las mujeres que manifestó haber sufrido alguna situación de violencia en su espacio laboral, reconoce que éstas han afectado o condicionado su desempeño.
De acuerdo a sus respuestas, algunas se vieron obligadas a renunciar a su trabajo, ya que, se sentían incomodas o intranquilas. Otras más, señalaron que comenzaron a manejar “un bajo perfil” para así continuar con su trabajo sin ser acosadas.
En la misma tesitura, el 40% señaló que estas situaciones de violencia, acoso y hostigamiento han afectado otros aspectos de sus vidas; por ejemplo, problemas con su autoestima, problemas de salud y problemas con sus parejas.
Estas fueron algunas de sus respuestas:
“Me he vuelto más desconfiada y antisocial, cambiar de trabajo me genera ansiedad”, “(Afecta) la manera en la que me visto”, “Afectaba mi economía y mi estado emocional porque ya no quería ir al trabajo” y “Uno se concentra más en sentirse segura que en el propio trabajo”.
El sondeo revela que el 57% de las encuestadas ante este tipo de situaciones desarrolló “algún mecanismo de defensa o acción para protegerse frente a las amenazas”. Entre estos se encuentran: guardar distancia o evitar a los agresores en la medida de sus posibilidades; confrontarlos o hacerles saber su incomodidad; ser cortantes y cambiar su forma de vestir o actuar frente a ellos.
Sin medidas preventivas ni protocolos en los medios de comunicación
Preocupa a la agrupación de mujeres trabajadoras de los medios de comunicación y periodísticos que, en estos espacios laborales no exista ningún tipo de campaña, curso o acción para sensibilizar al personal sobre agresiones, acosos, hostigamiento o violencia contra las mujeres.
El 76% de las encuestadas aseguró que en sus empresas no hay campañas, cursos o acciones al respecto; 56% indicó que en sus medios no existen protocolos o mecanismos especializados para interponer quejas y el 28% desconoce si existen o no.
Sobre quienes contestaron haber sufrido alguna situación de acoso, hostigamiento o agresión sexual en sus empresas, sólo el 18% interpuso una queja y de éstas, en el 64% de los casos, no existieron acciones o medidas para sancionar al responsable o responsables, a la vez que, las medidas que se tomaron fueron insipientes o no funcionaron.
Infografías generadas por la Colectiva PUM.