Este lunes 21 de enero la organización OXFAM, presentó su informe Bienestar público o beneficio privado, en el que explica cómo la desigualdad representa un obstáculo para la vida digna de todas las personas, especialmente niñas y mujeres de todo el mundo.
Por Marcela Gomez
“No olviden que hay muchos que todavía hemos dejado atrás y necesitamos como comunidad global hacer algo por ellos”.
En Casa Territorio se presentó el informe y quienes asistieron tomaron nota del diagnóstico y propuestas de la organización, entre los asistentes se encontraban diversos activistas y población en general para escuchar la información recabada por OXFAM respecto de la desigualdad.
La presentación inició describiendo el escenario global, denunciando que 26 milmillonarios (traducción de billionaires, o sea personas cuyas fortunas son de miles de millones de dólares) tienen la misma riqueza que la mitad más pobre de la población mundial.
“La brecha entre ricos y pobres nos está rompiendo. Nos impide superar la pobreza y lograr la igualdad entre mujeres y hombres. Sin embargo, la mayoría de nuestros líderes políticos no logran reducir esta peligrosa división” se lee en el informe.
Si bien ha habido compromisos y políticas públicas por combatir la pobreza, la distribución de la riqueza y la distancia entre quienes más tienen y quienes más carecen, sigue siendo excesiva, pues no se ha tenido la voluntad política de acabar con la desigualdad.
“La desigualdad no es inevitable, es una opción política. Se pueden tomar medidas concretas para reducirla” insisten desde OXFAM
México desigual
México es parte del 25% de los países más desiguales. Además se encuentra en Latinoamérica, la región más desigual. La riqueza no ha crecido conforme al crecimiento poblacional. El ejemplo más claro es el del millonario Carlos Slim, (el hombre más rico de América Latina) que tiene la misma riqueza que los 60 millones que integran la mitad más pobre de la población mexicana. Además, por cada $100, el 1% más rico concentra $40 y el 50% más pobre menos de $4. Esto tiene como alarmante consecuencia que 1.3 millones de mexicanos tienen más 10 veces más riqueza que 65 millones.
El género, la desigualdad más profunda
No se puede hablar de desigualdad sin tener en cuenta la variable del género. “Tener perspectiva de género significa tomar conciencia de que las mujeres son discriminadas estructuralmente y que por lo tanto se tiene que poner atención a ello en las políticas sociales”, dijo Milena Dovalí, coordinadora de Investigación de Oxfam México. Señaló que los hombres ganan en promedio 23% más que una mujer.
Se ha asociado a la mujer como la responsable de los trabajos domésticos y de cuidados, mismos que han sido invisibilizados y no remunerados. En el informe se señala que el sistema económico actual se sostiene a través de dichos trabajos, a los que las mujeres en México le dedican en promedio 14 horas a la semana a actividades no remuneradas, mientras que los hombres 4.
“Oxfam estima que, si una única empresa se encargase de realizar el trabajo de cuidados no remunerado que llevan a cabo las mujeres de todo el mundo, su facturación anual ascendería a 10 billones de dólares, 43 veces más que la de Apple, la mayor empresa del mundo”,
Además del tiempo que les quita a las mujeres, el trabajo de cuidados no remunerado afecta a su salud y les restringe el acceso a oportunidades educativas, económicas, participación política. La brecha de género se cruza con la de la desigualdad, y el informe reporta que en México, las niñas nacidas entre el 20% más pobre de la población tienen el doble de probabilidades de seguir siendo pobres que los niños en su misma situación, y tienen tan sólo una cuarta parte de las probabilidades que un niño igual de pobre de llegar a formar parte del 20% más rico de la población.
El problema no es una cuestión de la vida privada, pues tiene consecuencias claras y contundentes en el espacio público: los hombres poseen 50% más del total de la riqueza que tienen las mujeres. Otro ejemplo es que los hombres blancos solteros tienen 100 veces más riqueza que las mujeres hispánicas. Y la mayoría de las personas más ricas del mundo, son hombres.
De ahí que una de las conclusiones del informe es que todas las medidas y políticas públicas para combatir no solo la pobreza sino la desigualdad, tienen que tener enfoque de género para ser efectivas.
La propuesta: Garantizar derechos para reducir la desigualdad
Un estudio sobre la situación en 13 países en desarrollo revela que el 69% de la reducción total de la desigualdad se debe al gasto en educación y salud. Estos derechos humanos, que en lo operativo son servicios públicos, son una vía posible para acabar con la desigualdad y sacar a millones de personas de la condición de pobreza en la que viven. Crean condiciones de igualdad y libertad en las personas, pues permiten que, independientemente de sus ingresos tengan una vida digna.
“Los servicios públicos universales constituyen los cimientos de las sociedades libres y justas. Los Gobiernos tienen la capacidad de proveer al conjunto de la ciudadanía de unos servicios públicos esenciales”, relata el informe.
Milena Dovalí explicó que esto sólo se puede lograr con una reforma fiscal, pues si el 1% más rico pagase un 0.5% más de impuestos sobre la riqueza, se recaudaría para escolarizar a los 262 millones de niñas y niños que no tienen acceso a la educación y proveer servicios de atención sanitaria para 3.3 millones de personas. “El 10% de los más ricos paga sólo un 4.8% de impuesto sobre la renta, aunque debería pagar en promedio un 28%”, añadió.
El informe asegura que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha identificado que el gasto público en servicios de salud, educación y protección social es una de las herramientas más importantes de los Gobiernos para reducir la desigualdad y la pobreza.
“El conjunto de la sociedad se beneficiaría, ya que menos desigualdad implica también menos delincuencia, más confianza, mejor salud y vidas más longevas y felices”
La alternativa de los servicios públicos como derechos es una solución siempre y cuando sean universales, gratuitos, públicos y transparentes y con perspectiva de género.
Las propuestas de solución que sugiere OXFAM son:
- Universalizar la provisión gratuita de servicios públicos como la salud y la educación que funcionen también para las mujeres y las niñas.
- Liberar tiempo a las mujeres reduciendo los millones de horas no remuneradas que dedican cada día al cuidado de sus familias y sus hogares. Diseñar todos los servicios públicos de manera que beneficien a las personas que disponen de poco tiempo libre.
- Poner fin a la carrera a la baja en la tributación de las personas más ricas y las grandes empresas. Gravar la riqueza y el capital a niveles más justos.