«Necesitamos un poder judicial que no sea racista, clasista ni machista»

#AlianzaDeMedios

Periodistas, magistradas y académicas reflexionaron sobre la condición que actualmente mantiene el Poder Judicial en México. El consenso: es un sistema que perpetúa la estructura de dominación del patriarcado, el cual se mantiene intacto con la nueva reforma

Texto: Brenda Cedillo / Pie de Página

Foto: Daniela Campero

Existe un modo diferenciado en el que el sistema de justicia impacta en las mujeres, dice con énfasis la periodista Luisa Cantú Ríos. Sus reflexiones las hace un sábado por la mañana, a un costado de las bardas del Reclusorio Oriente, en la Utopía Libertad, uno de los centros culturales y de cuidados creados en Iztapalapa durante el gobierno de Clara Brugada.

Mientras habla, su madre, la abogada Mónica Ríos, intenta lidiar con los dos pequeños hijos de la periodista, presentes en el auditorio que poco a poco comienza a ocuparse en este fin de semana. Se trata de un encuentro convocado por el Instituto Nacional de Formación Política de Morena para discutir, junto con académicas y magistradas, el papel de las mujeres en la reforma al poder judicial que se está discutiendo.

La mesa está integrada por Luisa Cantú, la socióloga y filósofa feminista Teresa Rodríguez de la Vega; la abogada nahua y magistrada del Tribunal Superior Agrario, Larisa Ortíz Quintero; la investigadora y profesora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Mylai Burgos, y la sindicalista y política, Guadalupe Juárez.

Todas, desde sus distintas perspectivas, coinciden en la ineficiencia del sistema de justicia en México y la necesidad de acercarse a la discusión de la justicia contemplando los factores étnicos, de género y clase.

Los impactos del sistema de justicia en las mujeres

Luisa Cantú explica que este trato diferenciado hacia las mujeres ocurre en todos los ámbitos del Poder Judicial. Desde el trato con los ministerios públicos, jueces, y hasta policías, que suele ser atropellado debido a la revictimización, sexualización, tortura y estigmas generados alrededor de las mujeres involucradas en algún caso donde son, ya sea víctimas o imputadas.

“Las mujeres son torturadas sexualmente, esto sucede cinco veces más a las mujeres que a los hombres”. Datos que incluso expone en su reciente texto para Milenio “Género, el foro faltante sobre reforma al Poder Judicial”

Cantú se enfocó en estos datos diferenciados, así como en la pregunta sobre cómo es que los ministros, jueces y magistrados que vayan a ser elegidos (en caso de pasar la reforma), van a cambiar esta misma estructura que ha perpetrado la injusticia en nuestro país y en especial, hacia las mujeres.

El racismo en la justicia

La magistrada del Tribunal Superior Agrario, Larisa Ortiz Quintero, criticó que a la reforma le hace falta un enfoque intercultural, mismo que es ausente en el sistema de justicia mexicano. Aludió que, desde la formación en Derecho, se ha mantenido un lente clasista y racista, del cual ella misma padeció al contarnos una anécdota de discriminación por su origen indígena dentro de las aulas de la Facultad de Derecho de la UNAM.

Mencionó lo relevante que es visualizar y fortalecer la perspectiva de Derechos Humanos y de género, pero agregó que el enfoque intercultural es necesario para la impartición de justicia en un México con numerosos hablantes de lenguas originarias, los cuales, la mayoría de la veces no tienen intérpretes al momento de ser enjuiciados.

“También debe haber jueces indígenas, así como intérpretes”, enfatizó la magistrada Larisa.

Poder Judicial, un instrumento de dominación

Mylai Burgos, abogada y profesora de la UACM, partió del carácter del Poder Judicial, que “en su naturaleza histórica (que es una calca del sistema estadounidense) es racista, patriarcal, elitista y clasista”, argumentando que dicho poder ha funcionado en favor de las elites, porque desde sus inicios se generó como “instrumento de dominación” y como tal, está entretejido de una ideología hegemónica, que juega en favor de los intereses políticos de unos cuantos.

De ahí que recordara, que los países con gobiernos progresistas en América Latina que no tocaron la estructura del Poder Judicial, fueron desestabilizados mediante el Lawfare.

Enfatizó en que no es necesario ser especialista en derecho, para poder tener un sentido común de justicia, por lo que aludió al ejemplo de los “jueces lego”, quienes en el sistema de Cuba son ciudadanos con actitudes que velan por el interés social, aunque sin un título jurídico, pero que elegidos por la Asamblea del Poder Popular imparten justicia y son eficientes; mientras que, en casos como México, se da más peso a cuestiones formales, como la argumentación durante un juicio, en lugar de velar por la justicia.

Además, posterior a las participaciones de los asistentes, insistió en la necesidad de revisar la propuesta de reforma desde una perspectiva llamada pluralismo jurídico, que incluye una visión intercultural, transversal. Esta sostiene la existencia de distintos sistemas jurídicos que no están reconocidos a nivel estatal, pero que conviven en un mismo territorio, por ejemplo, los sistemas comunitarios.

La justicia, el ejemplo perfecto del patriarcado

La socióloga e investigadora Teresa Rodríguez de la Vega abonó a la discusión desde la línea contra el punitivismo. “La justicia es donde saltan a la vista todas las obstaculizaciones que las mujeres tenemos para el mismo acceso a ella”.

Enunció casos de revictimización, e incluso de la difícil gestión de la menstruación o lactancia de las mujeres privadas de su libertad, para resaltar la pregunta sobre qué tipo de justicia es la que se está exigiendo. Pues, en su línea de pensamiento, mencionó que no se debe olvidar a las mujeres en conflicto con la ley, para verdaderamente mirar la transversalidad en el sistema de justicia.

De este modo, recalcó la importancia de ser “precavidas cuando exigimos justicia”, aludiendo a que la justicia no es la misma para todas, por tanto; “un feminismo más hacia la izquierda, se inclina hacia una visión anticarcelaria”.

“Hay que ser muy cuidadosas cuando exigimos justicia, pues se activan estos mecanismos punitivos y carcelarios que también violentan a las mujeres”.

Agregó que la reforma que se está discutiendo, es más política que jurídica, lo cual significa un primer punto de partida para modelar los procesos de justicia desde un lugar más cercano a la población.

La transformación pasa por el sistema de justicia

Por último, la audiencia escuchó con atención a la ponente Guadalupe Juárez, Consejera Nacional de Mujeres Morena. Bajo el discurso de la ardua lucha que las mujeres han emprendido, también desde la Colectiva Mujeres Morena República, habló de la importancia de impulsar la transformación del país, lo cual incluye necesariamente el sistema judicial. Tras leer un repaso de las distintas violencias, pero comunes que atañen a las mujeres por su condición, conmovió a las y los asistentes, pues rememoró casos de injusticia que aún persisten, dado la ineficiencia del Poder Judicial, al sólo atender sus intereses como élites.

Tras el intercambio breve de comentarios de las asistentes, que rondaron sobre la importancia de las ideas arrojadas en las ponencias, cerró el foro con aplausos y nuevas reflexiones por continuar revisando.

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Este texto se publicó originalmente en Pie de Página, se reproduce en virtud de la #AlianzaDeMedios de la que forma parte ZonaDocs:

«Necesitamos un poder judicial que no sea racista, clasista ni machista»

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