Instalar sistemas de captación de agua ayudaría a reducir inundaciones y desabasto de agua en el AMG

Cada temporada de lluvia el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) se ve afectada por las inundaciones, el creciente problema de desabasto de agua y la sequía en los principales cuencos acuíferos como el Lago de Chapala. 

Para el investigador, Arturo Gleason, una posible solución a estas problemáticas es captar el agua de lluvia, pues al hacerlo se podría no sólo abastecer a los hogares del AMG, sino también se podrían reducir las inundaciones.

Por Alondra Angel Rodriguez / @AlondraAngelRo 

El AMG se encuentra asentada en tres valles o cuencas, visto desde el punto de vista hidrológico, estas principales cuencas se ubican en la zona de Tesistán, la zona centro del valle de Atemajac y el valle del ahogado, ubicado a un lado del Aeropuerto Internacional de Guadalajara; sin embargo, gran parte de estos lugares de absorción se han llenado de concreto, “lo que impide que el agua se infiltre y se genere un escurrimiento o flujo de agua que tiene que salir”, precisa el experto en agua de la Universidad de Guadalajara, Arturo Gleason. 

En entrevista con ZonaDocs, el investigador comparte que, si bien, la mancha urbana del Área Metropolitana de Guadalajara creció de manera mínima en los primeros años, fue a partir de los años cincuenta y sesenta aumentó de manera considerable. 

Y fue ahí que los principales cuencos acuíferos fueron cubiertos de concreto. Y esa mancha de concreto ha ido creciendo desordenadamente”, puntualiza el experto para quien ahí radica el origen que impide que el agua de lluvia se infiltre como normalmente debería suceder.

Además de la relación del crecimiento de la mancha urbana con el escurrimiento de agua, el investigador agrega que la infraestructura para conducir el agua de lluvia fue diseñada décadas atrás; actualmente, el flujo de agua que se tiene es mayor a la capacidad de dichas obras. La conclusión evidente, precisa, son las grandes inundaciones en el AMG.

“Conforme la mancha va creciendo el escurrimiento también y las tuberías, los drenajes fueron diseñados para desalojar cierta cantidad de agua en los cincuenta, sesenta, setenta… ya no pueden llevar el mismo flujo de agua y se hacen los taponamientos y, entonces, el resultado es eso que vemos diariamente en tiempo de lluvia”.

Antes y después en los valles del AMG (Imagen realizada por Arturo Gleason).

Y si hay más fraccionamientos, pero menos árboles

El crecimiento poblacional va de la mano con la necesidad de vivienda, lo que a su vez impacta el territorio al impermeabilizarlo para construir hogares. Al hacerlo también, aumentan las extracciones de agua del subsuelo, hay que recordar que el abastecimiento de Guadalajara es un 30 a 40% del subsuelo, el resto proviene de Chapala, en un 60%, y de la presa Calderón, en un 10% aproximadamente.

Ante esto, Arturo Gleason explica el término balance hídrico, utilizando la comparación con una cuenta bancaria, ya que si se aumentan las extracciones subterráneas de agua, pero no se permite la absorción del agua de lluvia no hay forma de recuperar el agua que sacamos.

“No entra lluvia al subsuelo, pero si le sacas agua pues obviamente te van secando los suelos que normalmente, como no había concreto, se mojaban…  ahora al crear nuevos fraccionamientos tienes que extraer más agua y la consecuencia inmediata es que se acaban los acuíferos”.

La falta de infiltración de agua en el subsuelo trae problemas también para la vegetación, ya que los árboles son captadores de agua y la infiltran en el suelo por lo que priorizar la construcción de fraccionamientos o avenidas conlleva a problemas naturales más grandes.

“Los árboles también captadores de agua, ya que desde las hojas, ramas y raíces son instrumentos naturales de infiltración de agua eso también se va, no hay infiltración o penetración de agua en el subsuelo, los árboles requieren de espacios y áreas verdes requieren el agua y además se retira la humedad de la zona”, explica Gleason.

Además, los árboles también son responsables de la transpiración del agua que al evaporarse traen mayor humedad y un clima amigable, pero cuando solo hay mancha de concreto la lluvia y la humedad ocurren menos.

Arturo Gleason.

Captar el agua de lluvia, una solución factible

Ante esta problemática, Arturo Gleason ha propuesto e impulsado la captación de agua de lluvia en los hogares el AMG. Su primer contacto con esta alternativa fue en 2003, en la polémica de la Presa del Arcediano en la Barranca de Huentitán: “a mí no me hacía sentido que el lugar donde depositábamos nuestras descargas de aguas negras y residuales como población tapatía pusiéramos un lugar para almacenar el agua”.

Así que comenzó a pensar en otras alternativas, ese mismo año acudió a un congreso internacional en Nueva Delhi, India; ahí por primera vez conoció las diversas modalidades de captación de agua de lluvia.

“¿Por qué esperar a que llegara el agua hasta la barranca después de recorrer tu azotea, las calles, ensuciarse… para luego llegar hasta la barranca y luego bombear el agua para traerla de nuevo hasta Guadalajara? Cuando entre todas y todos en nuestros techos podemos hacer el primer acto de suministro, captar lo más que se pueda en una dimensión individual para después en lo público poder salvar los ríos, incrementar las áreas acuíferas y enverdecer”

Todo esto, conforme a sus investigaciones, forma parte de un término llamado diseño urbano sensible al agua, en éste las urbanizaciones son diseñadas siendo sensibles a los ríos y a la infiltración. La aplicación de este diseño urbano da como resultado una ciudad donde captar el agua es el primer paso para recuperarla.

Arturo Gleason, en sus casi 20 años de trabajo con relación a temas de agua, considera que cada país tiene su ritmo de avance en ese sentido, pues en algunas localidades la captación se lleva a cabo de manera más modesta, con cubetas, y contenedores, pero hay países como Australia e Inglaterra donde tienen todo un protocolo para diseñar y captar sistemas pluviales. Además, quien diseña esto debe contar con un certificado y debe formar parte de un padrón de expertos.

Modelo de captación del agua de lluvia (Fuente: Arturo Gleason).

El investigador de la Universidad de Guadalajara piensa que esto sí puede realizarse en el AMG, pero que dependerá de los alcances que se quiera tener, aunque sí es una práctica profesional que requiere conocimiento, pero sobre todo calidad.

Una prueba de ello, es el sistema que el propio investigador ha instalado en su casa:

 La práctica de captación de agua no es algo nuevo, Arturo Gleason narra que en todos sus años de investigación ha llegado a localizar comunidades y personas que lo hacen desde hace bastantes años; por ejemplo:

“Esta manera rudimentaria de hacerlo no es una práctica nueva, ya se viene haciendo desde hace años sobre todo en Los Altos de Jalisco, ahí  hay gente que, incluso, se bebe el agua de tan pura que puede estar”.

Por ello, considera que cada hogar debería de tener un sistema de captación, pues supone un ahorro de agua en las extracciones que se realizan para el abastecimiento de las viviendas, más en una situación crítica como la que se encuentran los cuencos acuíferos que abastecen el AMG.

Además, también reduce las inundaciones, ya que toda el agua que cae en las lluvias dentro de los hogares pasa directamente a las calles, lo que contribuye a la acumulación de agua en los drenajes:

“si tú retuvieras una cierta cantidad de lluvia estarías colaborando para que los drenajes no se saturen de agua; por ello, es una práctica que debería aumentar en los ciudadanos con sus respectivas restricciones para no incurrir en una acumulación de agua durante muchos días”, comentó Arturo Gleason.

El Gobierno de Jalisco, desde 2021, ha implementado el programa “Nido de lluvia”, de acuerdo a datos oficiales, por año, los más de 3 mil 500 sistemas instalados en 14 municipios han logrado captar 16 millones de litros de agua, lo que benefició a 2 mil 200 personas.

La Universidad de Guadalajara también realiza lo propio en sus planteles, pues con un programa aprobado por la Dirección Federal de Administración de Inmuebles, se tienen entre 8 y 10 sistemas de captación. Aunado a ello, junto con  la Asociación Mexicana de Sistemas de Captación de Agua de Lluvia (AMSCALL), participa en la formación de  especialistas en la materia.

Arturo Gleason explica que, si bien, se ha impulsado a la población para captar el agua de lluvia, estos esfuerzos también deben de acompañarse con estudios serios sobre la situación de los valles, los mantos acuíferos, pues es urgente saber cuáles son los arroyos y espacios que pueden recargarse de agua, lo que permitiría planear acciones concretas para realizar un reverdecimiento de áreas, tales como los cerros que rodean el AMG, lo que ayudaría bastante a reducir el daño al ambiente que ya está hecho.

“Es toda una cirugía mayor porque hay que ser claros ha llevado más de 50 años echar a perder la ciudad, pero la lógica te dice que para recuperarla debes tener otros 50 años, pero con el esfuerzo de parte de todas y todos en la parte tecnológica pudiéramos hacerlo en menos tiempo, el punto es que, si queramos hacerlo juntos sociedad y gobierno”.

Sin embargo, prefiere ser cauteloso: “No puedo augurar un final satisfactorio cuando sigue habiendo la misma práctica que ha echado a perder nuestro entorno, un exhorto a todas y todos es parar esta desgracia y empezar con un proceso de restauración con estas ideas y otras que se pudieran sumar”, concluye el investigador.

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Alondra Angel
Alondra Angel
Soy estudiante de Comunicación Pública. Me gusta el color blanco, escuchar música y tomar café. Me encanta estar con mi familia. Creo que el periodismo es una manera de hacer algo frente a las problemáticas de hoy y las que tendrán un impacto en el futuro.

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